Los españoles destinan el 33% de su gasto en alimentación a carne, leche y derivados lácteos

El último informe del Mapama sobre alimentación en España refleja que los lácteos suponen más del 17% del volumen de la compra. El consumo de carne, uno de los alimentos de mayor valor, se reduce un 1,4%

Los españoles destinan el 33% de su gasto en alimentación a carne, leche y derivados lácteos

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapama) acaba de presentar su último Informe del consumo de alimentación en España en 2017, en el que se recogen datos de consumo y gasto doméstico de los españoles en alimentación y bebidas. Según los datos recogidos, la leche y sus derivados se mantienen cómo uno de los pilares de la compra ya que suponen un 17,2% de la cesta de los españoles sin variaciones con respeto a los últimos datos registrados en el año anterior. Con todo, el valor de la leche representa un 12,1% del presupuesto, y en este sentido el gasto se redujo en un 1,2% con respeto al 2016. Los lácteos son junto con las frutas, hortalizas y patatas los productos de mayor importancia. Las verduras y hortalizas son los alimentos que suponen un mayor volumen del consumo total con un consumo per cápita de 101,2 kg por persona y año, seguidas por la fruta, consumida principalmente en casa, con 96,4 kg por persona anuales.

La carne, es otro de los alimentos base de la cesta de la compra para los españoles, representa un 7,5%, y lleva también la mayor partida del presupuesto (21,1%). Aunque, el consumo cayó un 1,4% en el último año, mientras que su valor se incrementó un 1,1%. Sin embargo, la carne ocupa el tercer lugar en volumen de consumo total con 42,6 kg/persona y año.

Estos datos se confirman también por categorías, ya que los productos frescos en la alimentación de los hogares suponen el 39,9% del volumen y el 43,8% del presupuesto total destinado a la alimentación.

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Incremento del gasto en alimentación

De acuerdo con los datos del informe, el gasto total de los españoles en alimentación durante 2017 ascendió a 102.584,72 millones de euros, lo que significa un incremento del 3,6% con respecto a 2015 -debido la que no se dispone de datos de 2016 por un cambio de metodología en la cuantificación del consumo estradoméstico-. De este gasto el 80,4% corresponde a la compra de alimentos y el 19,6% restante a bebidas frías y calientes.

El gasto total se sitúa en valores próximos a los registrados en 2009 (102.498,2 millones de euros) después de producirse en los últimos años una reducción del gasto situándose éste alrededor de los 98.000 millones en 2014 y 99.000 millones en 2015.

Para la compra dentro del hogar se destinaron 67.490 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,6% respeto al año anterior. Mientras que, el gasto fuera de casa alcanzó los 35.094 millones de euros. Comparando el consumo dentro y fuera de los hogares, el 88,2% del volumen de alimentos y bebidas se consumen en casa, con solo el 11,8% del total consumido fuera.

El consumo y el gasto per cápita en Galicia descendieron en el último año pero siguen situándose por encima del promedio estatal

Consumo y gasto per cápita en Galicia

El consumo medio estatal per cápita se situó en 2017 en 633,36 kg y el gasto en los 1.479,98 euros por persona y año. Galicia se encuentra entre las comunidades con un mayor consumo per cápita en el hogar con 662,59 kg/litros y con un gasto per cápita de 1.599,02 euros por persona y año. En Galicia, el consumo descendió un 1,2% al igual que el gasto que experimentó una reducción del 0,1% mientras que, la evolución del precio medio se incrementó en un 1,1%. En este sentido, el conjunto de España también registró un descenso del consumo (-4,4%) y del gasto (-3,2%) mientras que el precio medio se situó en un 1,3% por encima de los valores del año anterior.

También superan el promedio estatal otras comunidades como las Islas Baleares, que encabeza el consumo, o Cataluña, Canarias y Asturias, todas ellas con un consumo superior al gallego. En relación al gasto per cápita, País Vasco, Cataluña y Cantabria fueron las tres comunidades autónomas con mayores cifras.

Desperdicio alimentario

El informe sobre el consumo en España, incluye también un apartado en el que se estudia la evolución del desperdicio alimentario. De sus datos se desprende que en 2017, los hogares españoles tiraron a la basura 1.229 millones de kilos de alimentos, lo que supone 23,6 millones de kilos semanales. Se constata una mayor concienciación de las familias en la lucha contra lo desperdicio alimentario, ya que esta cifra supone una reducción del 5,7% respeto al período anterior, es decir, se tiraron a la basura 74,5 millones de kilos menos.

El 87,5% del total de alimentos tirados a la basura se corresponde con alimentos desperdiciados por los hogares tal cual los compraron. Frutas, verduras/hortalizas y pan son los alimentos más desechados en cuanto a volumen total, aunque la mayor tasa de desperdicio corresponde a salsas, un 20,7% del comprado acaba en la basura.
Por otro lado, el 12,5 del desperdicio corresponde a los restos de platos cocinados en el hogar. Los platos basados en legumbres, carne y las sopas, créemelas y purés son las recetas que más terminan en la basura.

Variaciones en los hábitos de consumo

El informe también evidencia los cambios y tendencias en el comportamiento del consumidor. En él se constata que los cambios y la simplificación del menú construyen un nuevo contexto en las comidas y en las cenas, donde la versatilidad es la clave en el consumo.

También destaca la irrupción del desayuno salado, que ofrece un nuevo panorama competitivo para las categorías de desayuno tradicional, que deben adaptarse a la nueva realidad para poder crecer en el primero momento del día.

El deporte gana relevancia en nuestra sociedad, y se convierte en una oportunidad de valor para el mercado, pues siguen creciendo las ocasiones de consumo entre los deportistas, así como las preparaciones rápidas y saludables.

En cuanto a los hábitos de compra, las encuestas del Barómetro del clima de confianza del sector agroalimentario, indican que los consumidores siguen eligiendo los establecimientos donde comprar alimentos y bebidas en función de su cercanía, la calidad de los productos y los buenos precios aparte de ofertas.

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