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SAT A Campa, ordeño robotizado de Holstein y Jersey

Esta ganadería de Curtis (A Coruña) acaba de inaugurar hace poco más de 5 meses unas nuevas instalaciones en las que dispone de 4 robots de ordeño Lely Astronaut A5. Conocemos cómo fue la adaptación de los animales y las prestaciones de este sistema para el ordeño de un rebaño tanto de frisonas como de Jerseys

SAT A Campa, ordeño robotizado de Holstein y Jersey

Alberto Lamas en las nuevas instalaciones que disponen de 4 robots de ordeño Lely Astronaut A5.

Hace poco más de 5 meses que la SAT A Campa de Curtis (A Coruña), comenzaba a utilizar las nuevas instalaciones, construidas al lado de una de las dos granjas de alta producción de vacuno de leche con las que cuenta en el municipio. El cambio supuso comenzar a emplear un sistema de ordeño robotizado y en la jornada de ayer, la granja acogió una sesión de puertas abiertas en la que mostró el funcionamiento de los robots de ordeño Lely Astronaut A5 de los que dispone.

En concreto, en esta granja cuentan con cuatro de estos robots, que se encargan del ordeño de un rebaño de vacas Holstein y Jersey que ronda los 250 animales. Separados en dos lotes, atendiendo a las dos razas, cada robot se encarga del ordeño de unas 60 vacas. En estos meses, realizan un promedio de tres ordeños al día por animal.

Adaptación de las vacas al robot

La adaptación de las vacas a este sistema de ordeño se hizo de manera progresiva, comenzando con un lote de alrededor de 30 vacas al que se fueron sumando paulatinamente el resto de los animales. Esto permitió que la adaptación fuera muy rápida. “Las vacas se adaptaron desde el primer momento sin ninguna dificultad. Al principio les llevó alrededor de una semana acostumbrarse, pero ahora cuando metemos las novillas, en un par de días están perfectamente adaptadas al robot”, comenta Alberto Lamas, responsable de la ganadería.

El conselleiro, José González, también visitó las instalaciones en la jornada de puertas abiertas.

El conselleiro, José González, también visitó las instalaciones en la jornada de puertas abiertas.

Lamas reconoce que una de las claves para la adaptación de las vacas al sistema automatizado es la tranquilidad de los animales. “Cuanto más solas y tranquilas puedan estar, antes se adaptan”, concreta el ganadero. Esta es también una de las ventajas que presentan los robots Lely, al posibilitar una circulación libre y sin tráfico forzado del animal. “El robot permite que el animal entre recto y salga también recto, lo que facilita que se mueva sin dificultades”, apunta Jaime Castro, del Servicio Técnico de Lely en la Coruña.

“Contar con espacio suficiente es fundamental para facilitar que las vacas estén más cómodas tanto en las camas como en el robot. En este caso disponen de entradas muy amplias que le facilitan el acceso al robot de ordeño”, comenta la veterinaria y asesora de Lely Yolanda Trillo. Además, en esta granja también dispusieron otras medidas que favorecen que la vaca acceda al robot y su bienestar. Así, a la salida del robot, disponen de bebederos y también colocaron cepillos cerca de los robots, a una distancia suficiente para evitar colapsar la entrada al ordeño.

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En la entrada al robot, las vacas disponen de una zona amplia donde aguardar su turno.

Para favorecer que la adaptación del ganado fuera más progresiva, variaron el aporte de concentrado en la ración, para que cuando la vaca encuentre concentrado en el robot de ordeño no lo rechace. “Hay que bajar el concentrado de la ración porque si no, aunque lo encuentre en el robot, le va a costar más venir al ordeño. En las ganaderías con buenos forrajes, se puede bajar de manera progresiva a entre 6 y 7 kilos, para que no bajen en la producción de la leche y se adapten a ir al robot”, indica Trillo.

En una semana, las primeras vacas estaban ya adaptadas al sistema de ordeño robotizado de Lely

En estas instalaciones cuentan con baños de patas fijos de plástico e incrustados en el suelo, que facilitan su limpieza y que “son muy recomendables”, como apunta la veterinaria. Disponen de un área de separación, donde de manera automática el robot se encarga de agrupar las vacas en celo y donde también pueden apartar, de manera manual, las vacas que estén enfermas.

En la granja incorporaron otros sistemas automatizados, como un aproximador de comida y una amamantadora robotizada, donde programan las tomas de los terneros, que se alimentan con leche en polvo y leche cruda, procedente del robot de ordeño.

El Lely Astronaut A5

Alberto reconoce que en A Campa se decidieron por este robot por la confianza que le ofrecía Lely. “Teníamos un proyecto nuevo, con instalaciones nuevas, nuevas razas y en el ordeño, que es fundamental para la ganadería, quisimos apostar por Lely porque su trayectoria nos ofrecía mayor seguridad”, concreta el ganadero. De hecho, aspiran a seguir incrementando la capacidad de esta granja, concentrar los animales en estas instalaciones, y convertirse en una de las ganaderías robotizadas más grande de Galicia.

El Lely Astronaut A5 incorpora mejoras tanto en el sistema de ordeño como en bienestar animal, además de reducir costes de mantenimiento y ser más fácil su uso. “La gran ventaja que aporta es lo fiable que resulta, al reducir el número de fallos”, apunta Alberto Sánchez, comercial de Lely. Recogemos algunas de las mejoras más destacadas:

El brazo híbrido es robusto y garantiza la integridad de la vaca y facilita el ordeño.

El brazo híbrido es robusto y garantiza la integridad de la vaca y facilita el ordeño.

-Incorpora bloques modulares y un brazo híbrido con el que reduce el empleo de sistemas de aire, substituidos por sistemas eléctricos. “El brazo híbrido es fuerte lo que garantiza la integridad de la vaca y, al mismo tiempo absorbe las patadas y se adapta y se calibra automáticamente, sin que sea necesario que el ganadero lo vuelva a ajustar”, indica Sánchez. Este brazo híbrido es más flexible y permite que “el primero ordeño resulte muy fácil ya que el brazo reconoce dónde está la ubre” apuntan desde el servicio técnico.

-Consta de una interfaz más sencilla e intuitiva y que facilita su uso por el ganadero.

Reducción de costes. Disminuyen los consumibles, como las válvulas del aire, lo que permite un abaratamiento de los costos. Así, la bomba eléctrica no precisa de mantenimiento hasta un año y medio después de la instalación y el mantenimiento periódico se realiza cada 4 meses. El modelo A5 consigue un ahorro del 20% de los costes de energía eléctrica con respeto al resto de modelos. “Pese a ser más eléctrico se consigue un mayor ahorro eléctrico”, detalla Sánchez.

-Cuenta con un sistema de autodiagnóstico que facilita la reparación de los incidentes. “El 95% de los problemas que puedan surgir se resuelven por teléfono guiando al ganadero”, concreta Castro.

A SAT ten en muxido unhas 130 vacas Jersey.

La ganadería tiene en ordeño unas 130 vacas Jersey.

Incorporar nuevas razas

La apuesta de la SAT A Campa, no se limitó sólo al ámbito más tecnológico sino que en los últimos 3 años incorporó a su rebaño cerca de 200 vacas Jersey en un afán de diferenciación. «En Galicia no podemos sólo competir con la leche líquida, por eso apostamos por una producción de más sólidos y esta raza de vacas es más eficiente, con menos comida se consigue mayor producción de sólidos», concreta el ganadero.

En este sentido, está también apostando por inseminar estas vacas con Viking Jersey: «son vacas con más salud y calidad que el Jersey americano», concretan desde Global Genetics, principal empresa suministradora del semen en la ganadería.

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