SAT Revolta: Un ejemplo de unión y de apuesta por la robótica

Cuatro familias de la parroquia de Noche, en el ayuntamiento de Vilalba, se juntaron hace cuatro años y constituyeron la SAT Revolta. Compraron fincas y comenzaron de cero en una nave con cuatro robots y 250 vacas en ordeño en la que invirtieron un millón y medio de euros. Nos cuentan como fue el proceso.

Miguel, María e Iván na nave construída no ano 2015

Miguel, María e Iván na nave construída no ano 2015

«Todos sabíamos de vacas pero aquí tuvimos que aprender. El manejo con los robots es distinto a la sala de ordeño y es muy diferente manejar 40 o 50 vacas que eran las que teníamos cada uno de nosotros a manejar 250». Así resume Miguel Losada lo que supuso para él y tres vecinos más de la parroquia de Noche, en Vilalba, la creación de la SAT Revolta, con 515 cabezas y 250 vacas en producción en la actualidad.

La nueva explotación fue concebida desde el inicio para la instalación de 4 robots de ordeño y eso condicionó desde el principio todo el proceso de puesta en marcha de las nuevas instalaciones. «La primera semana fue dura, de dormir aquí prácticamente. Comenzamos con un generador que no daba corriente continua y saltaba mucho. Estuvimos así varios meses. Traer la luz hasta aquí costó 60.000 euros», explica Miguel. La instalación, con línea soterrada y transformador, fue pagada a medias junto a otra SAT, San Martiño, situada justo al lado y que comenzó a funcionar en esa misma época con un modelo distinto, apostando por el ordeño en sala.

«La inversión fue fuerte, de más de un millón y medio de euros, y nos coincidió con años de precios muy bajos. Estamos aquí de milagro»

Así que cuando el 30 de abril de 2015 Miguel y los otros tres socios (Iván Ferreiro, María Pérez y Manuel José Rodríguez) estrenaron las nuevas instalaciones, al cambio que ya de por sí supone concentrar en una única nave el ganado que cada uno tenía en su casa se sumó el proceso de adaptación a los robots. «Tuvimos que acostumbrarnos a ellos, es un cambio en la manera de trabajar. El robot es automático pero no ordeña solo. Es una máquina que te da calidad de vida, pero también te hace levantarte a las 4 de la mañana de vez en cuando», admiten.

De los cuatro socios tres trabajan en la explotación y se turnan para atender las llamadas de los robots (José Manuel es únicamente socio capitalista y está exento de salario). «Contamos con servicio técnico 24 horas pero el 70% de los avisos ya los arreglamos nosotros», indican. Pero siempre hay percances. «En las Navidades se fue la luz y tuvimos un retraso que tardamos 3 días en normalizar», recuerdan.

Teñen instalados 4 robots de muxido e prevén 2 máis para seguir medrando

Teñen instalados 4 robots de muxido e prevén poñer 2 máis para seguir medrando

Las 250 vacas en producción están divididas en 4 lotes, uno por robot. En el primero están las primerizas, en los lotes 2 y 3 están las vacas de segundo parto y en el cuarto están mezcladas. «Tras el secado las vacas vuelven siempre al mismo lote en el que habían estado porque da menos que hacer, ya conocen el sitio», explica Miguel.

En cuanto a las primerizas, «hay que acompañarlas 2 o 3 días para que entren al robot y estar pendientes pero también habría que pelear en la sala igual», considera. Las terneras están en la explotación hasta los tres meses de vida, hasta completar el proceso de destete que se produce con 60 días. Luego pasan a una finca y a las cuadras antiguas de los socios y vuelven a la explotación 15 días antes de parir. «No las podemos traer muy próximas para que se vayan acostumbrando a las instalaciones», explican.

Seguir creciendo y seleccionar en función del robot

A colocación dos tetos e a velociade de muxido son factores determinantes á hora de escoller a recría

As becerras completan o proceso de recría nas instalacións antigas dos socios

El tope actual que tienen en esta SAT son 260 vacas en ordeño, marcado por la propia capacidad de los robots instalados, pero la idea es seguir creciendo. «Tenemos previstos dos robots más. Hace falta crecer para rentabilizar la inversión que se hizo, que subió del millón y medio de euros», explica Miguel.

«La apuesta fue fuerte y nos coincidió con años de precios muy bajos. Al segundo año de estar aquí cobramos la leche a 24 céntimos durante 4 meses. Primero nos decían vosotros producid y luego no nos querían llevar la leche. Estamos aquí de milagro», confesa María.

Mandan en la actualidad unos 250.000 litros al mes pero recuerda que comenzaron ordeñando 135 vacas hace 4 años con una producción de tan sólo 96.000 litros el primer mes. El promedio de producción es hoy de 38 kilos por vaca con una media de 3,80% de grasa y 3,35% de proteína.

La colocación de los tetos y la velocidad de ordeño son factores determinantes a la hora de escoger la recría en esta SAT

Logran a día de hoy medias de 2,7 ordeños diarios en los robots pero para incrementar esos niveles pretenden lograrlo a través de una mayor selección en la recría. «Tenemos vacas muy buenas de leche pero que tardan 15 minutos en ordeñarse, que es lo que tardarían en pasar por el robot dos (el promedio de presencia es de 7 minutos por vaca).

La colocación de los tetos y la velocidad de ordeño son dos factores determinantes ahora en la SAT Revolta a la hora de seleccionar las vacas de las que criar y de escoger los toros con los que inseminar. De esa labor se encarga Miguel. «De momento estuvimos poniendo leche a todas las vacas porque nos hacía falta recría para crecer, pero a partir de ahora vamos a comenzar a seleccionar más y vamos a genotipar y empezar a poner sexado en las primerizas», explica.

Vacas de Alemania y Holanda

As camas son 30% carbonato e 70% serrín

As camas son 30% carbonato e 70% serrín

Cuando en el año 2015 se mudaron a las nuevas instalaciones, cada uno aportó sus cabezas de ganado, a lo que sumaron dos camiones de terneras traídas de Holanda y Alemania. Las 40 que compraron en Alemania las trajeron con menos de un año y las fueron criando mientras hacían la nave. Las 32 holandesas eran novillas ya preñadas, la mayoría próximas al parto. «Eran vacas muy grandes, pero no resultaron ser muy buenas de leche», asegura María.

Todos aquellos animales importados son vacas que tienen ahora 4 años, lo que implica que van a tener que hacer mucho reemplazo junto. «Por eso ahora en un año vamos a precisar mucha recría», explica Miguel. A partir de entonces podrán estabilizar la cabaña, eliminar vacas con problemas y escoger más la recría.

En el plazo de un año van a tener que hacer frente al reemplazo de los 72 animales importados en el año 2015

Hicieron también cambios en las camas de las vacas en producción. «Comenzamos probando con arena, pero no nos convenció por el tema de no llevarla para las tierras. Luego probamos con carbonato solo, pero endurecía mucho y no absorbía. Ahora hacemos una mezcla de carbonato (el 30%) y serrín (el 70%). De estar con carbonato solo a mezclarlo con serrín aumentamos a la producción porque pasamos de tener la cama dura a estar esponjosa. Antes las vacas se acostaban mucho menos y eso al final es leche porque a las vacas cualquier cosa les afecta en la producción», explica María, que es la que se encarga de la cuadra.

Además de Miguel, Iván y María, que libran un día a la semana, en la explotación trabajan otras tres personas contratadas, con turnos de 8 horas (de 8 a 13 horas por la mañana y de 18 a 21 horas por la tarde). Dos de los obreros trabajan en la cuadra y lo otro con la maquinaria.

170 hectáreas de superficie

Ao facer directamente as tarefas agrícolas controlan todo o proceso de alimentación do gando

Ao facer directamente as tarefas agrícolas controlan todo o proceso de alimentación do gando

El trabajo de campo lo hace también todo la SAT con maquinaria propia, excepto la siega del maíz, con una cosechadora que es propiedad de Manuel José, el socio capitalista. «Los robots te dejan tiempo para atender las labores agrarias», explica Iván, que es el que se encarga de los forrajes junto con Miguel.

La ración está compuesta por 21 kilos de silo de hierba, 28 de silo de maíz y 7,6 kilos de pienso, a lo que se añade el punteo que hace el robot por producción. Esa misma ración la emplean para las novillas, mientras que para las vacas secas usan paja, hierba seca, melaza, silo de hierba y harina.

En el año 2015, cuando constituyeron la SAT, compraron fincas y hoy disponen de una superficie de 170 hectáreas entre propias y alquiladas. «De momento fincas para arrendar tenemos, la que está más lejos estará a unos 4 kilómetros», dice Iván. «El problema que tenemos es que no hay concentración parcelaria, así que nuestra finca más grande es de 3 hectáreas y de menos de una hectárea hay muchas, así que con esta estructura de la tierra una empresa de servicios nos saldría muy caro», añade.

Echaron este año 105 hectáreas de maíz, 15 más que el año anterior, en el que recogieron 5 millones de kilos. El resto de la superficie la destinan la hierba y en más de 60 hectáreas hacen rotación con maíz. La decisión de apostar por los robots desde el comienzo tenía como objetivo también liberar tiempo para dedicárselo a las tierras y controlar de este modo el proceso de alimentación. Casi cinco años después aseguran que fue una decisión acertada.

 

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