Recomendaciones para regular y revisar la máquina de ordeño

Resumen de la ponencia de Demetrio Herrera, de Q-llet, en el último congreso de Anembe. Recomendaciones para revisar y regular la máquina de ordeño y tendencias de futuro en otros países.

Recomendaciones para regular y revisar la máquina de ordeño

Foto: DeLaval

En el anterior artículo explicamos como detectar si la máquina de ordeño está provocando problemas en la salud de la ubre de nuestras vacas, principalmente mamitis y lesiones en los pezones.

En esta segunda entrega expondremos las recomendaciones de Demetrio Herrera, de Q-llet, que expuso en el congreso de Anembre celebrado este año en Pamplona para la revisión y regulación de la máquina de ordeño.

Revisión de la máquina de ordeño

Existen dos tipos de revisión: estática y dinámica. Explicaremos en que consiste cada una de ellas y los aspectos a mejorar.

Revisión estática:
Hasta no hace mucho tiempo y todavía en algunos casos la máquina de ordeño se revisa únicamente de manera estática o en seco, siguiendo las normas españolas UNE68061, 68048 del año 1998, o en su defecto las normas ISO 3918, 5707 y 6690 del año 2007.

En este sentido, tenemos mucha información respecto a los caudales de aire necesarios, pulsadores, nivel de vacío, diferencias y regulación de vacío y de consumo de aire de las diferentes partes de la máquina de ordeño, y el cumplimento de la norma “garantiza” el buen funcionamiento de la máquina.

Sin embargo, algunas recomendaciones de dichas normas son muy genéricas y debemos adaptar la configuración de los parámetros de la máquina de ordeño a cada granja en particular, en función de las prioridades de la granja y del tipo de sala de ordeño.

“Es fundamental que analicemos la máquina de ordeño con las vacas en la sala”

Revisión dinámica:
Desde nuestro punto de vista es fundamental ya que evaluemos la realidad del ordeño con las vacas en la sala. Los aspectos claves y más conocidos por los técnicos son vacío en el colector durante el pico de flujo y la estabilidad del vacío durante el ordeño (oscilaciones de vacío cíclicas y acíclicas).

Sin embargo, hay otros aspectos claves, como son el calibrado de los retiradores automáticos, el vacío en la embocadura de la pezonera y los gradientes negativos de presión que tienen un gran impacto en la salud de los pezones, el confort del ordeño y el flujo de la leche.

Calibrado de los retiradores

La configuración de fábrica de los retiradores automáticos de las diferentes máquinas de ordeño son muy agresivos, incluso en granjas que ordeñan dos veces al día. Esto lleva a tiempos de ordeño excesivos y problemas de hiperkeratosis en la punta de los pezones.

En este sentido, según Godden y otros autores el incremento paulatino del flujo al retiro reduce el tiempo de ordeño sin pérdidas de leche, incrementando la eficiencia y el rendimiento de la sala de ordeño.

En nuestra práctica diaria de Q-Llet solemos subir paulatinamente el flujo al retiro hasta fijarlo en igual o mayor a 0,5 kilogramos por minuto en granjas de dos ordeños y en igual o mayor a 0,8 kilogramos en granjas de tres ordeños. El tiempo de retraso o postordeño, si existe, lo reducimos a menos de 5 segundos.

“La configuración de fábrica de los retiradores automáticos son muy agresivos”

La evaluación de la leche residual (escurriendo a mano al menos a 20 vacas durante 1 minuto) es vital para asegurar que no dejamos demasiada leche en la ubre. Según varios autores como Mein y Reid deberíamos obtener una media de menos de 500 gramos de leche residual. Sin embargo, en una revisión más tardía los mismos autores sugieren que deberíamos escurrir menos de 100 gramos en al menos el 80% de los cuartos.

Vacío en la embocadura de la pezonera

El vacío en la embocadura de la pezonera juega un papel importante en el confort, la congestión del pezón y el flujo de ordeño. De hecho es la principal causa de los anillos en la base del pezón y de la congestión de la pared del pezón.

Lo ideal es que cuando el pezón está bien estimulado, lleno de leche y el diámetro del barril de la pezonera que utilizamos se ajusta al diámetro de los pezones, se produce un sellado entre las paredes del pezón y de la pezonera y encontramos vacíos bajos en la embocadura de la pezonera, de entre <10 y 15 kpa. 

 “Lo ideal es lograr un vacío de entre <10 y 15 kpa”

Al final del ordeño, cuando deja de fluir leche desde la cisterna hacia el pezón, o si no hay una correcta estimulación, el pezón se estira y penetra a lo largo de la pezonera, pierde contacto con las paredes de la pezonera y el vacío en la embocadura de la pezonera se dispara. Este incremento del vacío en la embocadura al final del ordeño es inevitable y podríamos decir que “fisiológico”, aunque en todo caso el objetivo es reducir el tiempo en sobreordeño.

Por el contrario, si encontramos valores en la embocadura de la pezonera elevados durante el pico de flujo, la razón es que la pezonera que utilizamos en la granja tiene un diámetro de barril demasiado grande para los pezones que se están ordeñando. Valores de más de 20 Kpa son indeseables.

Por lo tanto, la evaluación de la dinámica del vacío en la embocadura de la pezonera es fundamental para conocer si:

-El tiempo entre preparación de las ubres y conexión de la máquina es correcto.

-La duración del sobreordeño.

-La pezonera que utilizamos se ajusta a la mayoría de pezones.

Otros aspecto interesante que podemos observar si registramos el vacío en el colector – o el tubo corto de la leche- y en la embocadura de la pezonera son los gradientes negativos de vacío; es decir, un vacío mayor en la embocadura de la pezonera que en tubo corto de leche.

En este sentido, y por un aspecto de pura física, si el vacío en la embocadura de la pezonera es mayor que en el tubo corto de leche, hay un flujo inverso de leche desde el tubo corto de leche o colector hacia el pezón, bañando los pezones en leche e incrementando el riesgo de impactos.

Tendencias de futuro: mapeo de pezoneras

Los últimos avances científicos van encaminados a investigar la interacción entre las características de cada pezonera (fuerza de compresión, dimensiones, material y sección) y la configuración de la máquina de ordeño (vacío y duración de las fases de pulsación) para predecir el rendimiento de la pezonera en términos de flujo de ordeño y salud del pezón.

A este respecto, en Estados Unidos ya hay algunas marcas que proveen mapas específicos de pezoneras con información relevante respecto a combinaciones de vacío y duración de la fase B para optimizar velocidad de ordeño y salud del pezón.

El siguiente cuadro es un ejemplo de un mapa de una pezonera específica, en la que podemos observar por un lado el % de máximo flujo que podemos alcanzar con una determinado vacío en el colector y una duración determinada en la fase B, y por otro lado, el grado de congestión de los pezones, según su tamaño, para esa configuración determinada de los parámetros.

QLLET_MAPEO_TETOEIRAS_PEZONERAS

Fuente: Ohnstad, I. 2012. Liner mapping and teat health. British Mastitis Conference Proceedings 2012.

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