Puntos críticos de control en las amamantadoras

Las amamantadoras están cada vez más presentes en las ganaderías de vacuno de leche con el objetivo de mejorar el crecimiento y bienestar de las terneras y aumentar la eficiencia de la mano de obra durante la fase lactante.

Estos sistemas de alimentación automatizada nos permiten alimentar a las terneras con mayores cantidades de leche, ya que pueden beber con mayor frecuencia de una forma más natural. En las nodrizas se puede controlar la cantidad de leche diaria a administrar, el volumen de las tomas, la frecuencia de administración, y conocer los consumos por ternera de manera individualizada, lo que permite identificar las terneras de menor consumo. Además, se pueden realizar destetes más progresivo lo que favorece una mejor transición de monogástrico a rumiante.

Por otro lado, numerosos estudios han observado que las terneras alimentadas en grupo presentan una mejor socialización, con menores índices de estrés y mayores consumos de pienso.

Mayor riesgo sanitario

Sin embargo, al pasar a trabajar en grupos, y no de forma individual, se aumenta el riesgo sanitario. Y es que al estar juntas existe un mayor contacto, de forma que las terneras comparten ambiente, tetinas, bebederos y comederos. Esto provoca que el riesgo de transmisión de enfermedades sea mayor, ya que bacterias como la Salmonella spp., Mycoplasma spp. y otros patógenos entéricos que se transmiten por la saliva, pueden contagiarse de una a otra a través de las tetinas. A lo que se suma un mayor riesgo de contagio vía fecal-oral como resultado de la mezcla de animales.

Otra desventaja de trabajar en lotes es el aumento de la competencia entre las terneras, más acusado en los casos en los que los lotes presentan bastante diferencia de edad.

Por lo que para poder aprovecharse de todos los beneficios que nos puede aportar la incorporación de este sistema de alimentación en la granja, y disminuir los posibles inconvenientes, se debe trabajar muy intensamente en los siguientes puntos de control:

1) Puntos iniciales de control antes de introducir en la amamantadora

Comenzando a trabajar en las terneras antes de introducirlas en las amamantadoras, solo deben entrar a los parques animales sanos y con vitalidad:

Terneras bien encalostradas
Terneras sin patologías previas
Adaptadas previamente a la misma leche
Adaptadas a la alimentación con tetina

Se recomienda introducir a las terneras con 10-14 días de vida, obteniéndose mejores resultados de crecimiento y salud cuando se introducen con al menos dos semanas de vida.

2) Puntos de control del ambiente

Es muy importante que antes de comprar y poner en funcionamiento las nodrizas, tanto si las naves son de nueva construcción o se reutilizan instalaciones antiguas, determinemos cual es la mejor disposición para favorecer una correcta ventilación, calidad del aire y evitar corrientes directas sobre las terneras que aumentarían el riesgo de problemas respiratorios.

Se pueden optar por sistemas de ventilación natural (con chimeneas, ventanas laterales, cortinas, ventiladores…) o sistemas de ventilación forzada (cuando la ventilación natural no sea suficiente).

También se debe controlar la densidad de terneras en los parques, para saber los m2 de cama y m3 de aire necesarios para el número de terneras que vamos a introducir en cada lote, que también pueden disminuir el bienestar de las terneras y aumentar el riesgo de enfermedad. En este sentido, las recomendaciones son un mínimo 3,5 m2 /ternera y un número de terneras por lote máximo de 25 terneras. Obteniendo mejores índices de crecimiento y salud en los lotes de < de 20 terneras.

Una vez puestas las nodrizas en funcionamiento, se deberán establecer protocolos de encamado y limpieza de los patios. Una de las grandes ventajas de trabajar en lotes en vez de con casetas es que la eficiencia de trabajo para estas tareas es mayor, por lo que se pueden implementar estas tareas con mayor frecuencia que en los alojamientos individuales, mejorando el confort e higiene de las instalaciones. Además, el ambiente es uno de los grandes problemas cuando trabajamos en lotes, ya que se aumenta la humedad relativa al tener más densidad y mayores niveles de amoniaco por el incremento de deyecciones y de orina.

3) Puntos de control del Plan Nutricional

Se puede utilizar en el programa nutricional tanto leche en polvo como leche de vaca, con sistemas ad libitum o de alimentación restringida. Si se utiliza leche de vaca se recomienda poner un pasteurizador intermedio para mejorar la calidad bacteriológica de la leche y evitar la transmisión de agentes patógenos.

Cuando trabajamos con leche en polvo se debe realizar la calibración automática, cantidad de leche en polvo y agua, una vez al día; y una vez al mes una calibración manual, para asegurarse que la báscula funcione correctamente y que la concentración administrada sea constante todos los días.

Se deben instaurar los programas de alimentación adecuados para cada edad, con picos de leche de hasta 10l /día por animal, prestando especial cuidado a los límites inferiores de consumo, para evitar que se mamen y apelotonamientos en la entrada de las amamantadoras. También se debe de ir aumentando de forma progresiva el volumen a medida que crecen las terneras.

Recomendaciones límites máximo-mínimos por toma:

– A los 5 días: mínimo de 1 litro y máximo de 2 litros de leche por toma.

– A los 10 días: mínimo de 1,5 litros y máximo de 2,5 litros de leche por toma.

– A los 41 días: mínimo de 1,5 litros y máximo de 3 litros de leche por toma.

También se debe programar un destete progresivo durante al menos 14 días controlando el consumo de pienso, que debe ser de alta calidad, para estimular el consumo y mantener el crecimiento tras el destete.

Agua de calidad disponible en todo momento

Incluido dentro del programa nutricional, no debemos olvidarnos de controlar la calidad del agua. Las terneras deben tener agua disponible en todo momento, y muy especialmente en programas altos de alimentación, para que la ternera pueda digerir correctamente la cantidad de sólidos administrada.

Para monitorizar la calidad de esta, se recomienda tomar muestras de agua al menos una vez al año, tanto del agua utilizada para preparar la leche en la amamantadora, como de la que está a disposición de los terneros en los patios.

 

4) Puntos de Control de Salud

Al trabajar en lotes existe más riesgo de transmisión de enfermedades, por lo que como ya hemos comentado con anterioridad, uno de los puntos críticos para disminuir el porcentaje de terneras enfermas será trabajar en prevención poniendo especial atención al encalostrado, planes vacunales y la higiene.

Además, es importante realizar un diagnóstico temprano de la enfermedad, tanto de los problemas digestivos como respiratorios.

Podemos aprovechar los parámetros registrados en el software de la amamantadora, para identificar qué terneras no han consumido toda la leche asignada en el día. Otra estrategia para realizar un diagnóstico más precoz consiste en controlar las terneras que hayan presentado una velocidad de consumo menor, ya que las terneras enfermas tienden a consumir más despacio, por lo que identificarlas y evaluarlas nos permitirá ponerles su tratamiento específico.

Cada vez son más las amamantadoras que incorporan aparte del control del consumo otros sistemas automáticos de control, tales como, monitorización de la actividad, temperatura, scores de salud, consumo de agua y pienso, para facilitar la detección temprana de la enfermedad en los terneros.

https://www.foerster-technik.com/calf-feeding/automatic-calf-feeder/

Como la incidencia de enfermedad puede ser mayor cuando trabajamos en grupo, es recomendable instaurar programas de prevención como la vacunación para controlar las diarreas, vacunando a las madres en el preparto y asegurándose de la correcta administración del calostro.

Es recomendable vacunar a las madres contra la diarrea vacunar a las terneras contra enfermedades respiratorias

Por otro lado, las vacunaciones tempranas para los problemas respiratorios nos permitirán proteger a las terneras en los periodos de máximo riesgo y prevenir los daños irreversibles a nivel pulmonar que podrán originar menores crecimientos y menores producciones futuras de leche.

En conclusión, para poder beneficiarse de todas las ventajas que nos puede proporcionar este sistema de alimentación automática, y disminuir los posibles riesgos de mayor incidencia de enfermedad y competencia, se debe trabajar e instaurar en las granjas protocolos y monitorizaciones de los todos los puntos de control críticos mencionados a lo largo del artículo para optimizar el crecimiento y salud durante la fase lactante y transición de las terneras.