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Los recientes actos de campaña electoral que se desarrollaron en granjas gallegas y de otras comunidades no gustaron en al menos parte del sector ganadero. Días atrás era el presidente de la Xunta el que comparecía en una ganadería de Lugo y en la mañana de ayer fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el que visitó una granja en Asturias. Esa tarde, ya en un acto en Santiago, Rajoy volvió a topar con ganaderos, pero esta vez no se trataba de un acto de campaña sino de una protesta de una docena de productores gallegos, que se concentraron ante el hotel Nh, donde Rajoy tenía prevista una reunión con ONGs.
Los ganaderos, que desplegaron una pancarta, querían trasladarle al presidente del Gobierno su malestar por la situación de dejadez que a su juicio atraviesa el sector. “Pasaron nueve meses de un acuerdo lácteo que decían que iba a ser histórico y la situación está igual o más bien peor, porque ahora tenemos deudas que no teníamos el año pasado”, valoraba uno de los concentrados.
Los bajos precios que atraviesan parte de las ganaderías, con alrededor de 500 granjas cobrando la leche a menos de 20 céntimos, es una cuestión que los productores entienden que debería tener una solución política.
