Neumonía en vacuno, el efecto iceberg de los costos a largo plazo

La neumonía es una de las principales causas de mortalidad de animales durante la recria. Antes del destete, representa un 23% de las bajas y después del mismo un 46%, según las cifras del informe USDA de Estados Unidos. El riesgo continúa además en los animales que curan de la dolencia, pues está comprobado que empeorarán sus datos de producción, reproductivos y de longevidad. Para abordar la mejora y prevención de la neumonía, MSD Animal Health congregó recientemente en una jornada en Lugo a alrededor de un centenar de veterinarios clínicos.

El acto contó con la participación de uno de los máximos especialistas internacionales en el síndrome respiratorio bovino, el mexicano Alfonso López Mayagoitia, que analizó en su ponencia la complejidad del problema. «Hace 50 años, la neumonía era la principal causa de mortandad en vacuno de engorde y también en vacuno de leche y en la actualidad sigue siendo la causa número 1 de mortandad. Se avanzó mucho en tratamientos y vacunas, pero hay muchos factores que intervienen en la neumonía, lo que hace que sea muy difícil de prevenir el síndrome respiratorio bovino», valoró.

«La neumonía es un problema complejo porque intervienen múltiples factores como bacterias, virus, factores genéticos y ambientales o el estrés»

«La enfermedad es como un nudo en el que intervienen factores como bacterias, virus, factores genéticos y ambientales o el estrés. También hay que tener en cuenta la presión de las limitadas márgenes de beneficio en las que se mueven las ganaderías con frecuencia», apuntó López.

A la hora de analizar las causas de la enfermedad, un aspecto a tener en cuenta es que los agentes que normalmente matan a un bovino están presentes de manera habitual en su flora nasal y llegan al pulmón, por lo que un animal sano está expuesto constatemente a bacterias de su cavidad nasal y medioambientales. Por otra parte, los virus respiratorios con frecuencia cursan como una neumonía leve y transitoria, «un catarro» -en comparación de Alfonso López-, que desaparece con la respuesta inmune del organismo.

La cuestión es, por tanto, determinar qué factores combinados desencadenan las neumonías severas. En su intervención, que se prolongó más de una hora, López hizo un repaso por diversas circunstancias a considerar, como el impacto simultáneo de virus y bacterias, que determina una mayor reproducción y aumento de las bacterias en el organismo; o la llamada «fiebre de embarque», en animales de recría sometidos a transporte. «Durante el transporte, la población de bacterias de la macrobiota nasal aumenta, en tanto que la deshidratación lleva a una pérdida de viscosidad del moco, lo que facilita la penetración de las bacterias en el organismo», relató.

Procesos inflamatorios
Otro factor importante son los edemas pulmonares, que pueden estar producidos por diversas circunstancias (falla cardiaca, acidosis, sepsis, timpanismo, etc.). Finalmente, López destacó la inflamación como un problema asociado que impacta en la progresión de las neumonías. «Es importante controlar y detener la inflamación lo antes posible», valora el experto. “¿Qué sucede?. Que con frecuencia, por buscar un ahorro de dinero, el ganadero llama al veterinario clínico cuando ya se puede hacer muy poco por el animal», valora.

El patólogo mexicano cerró su intervención con cuatro preguntas:

– ¿Cuál es la causa de la muerte de un animal por una infección respiratoria viral en ausencia de complicaciones bacterianas?

– ¿Por qué muere un animal con una infección bacteriana si se le suministra un tratamiento correcto de antibióticos y a tiempo?

– ¿Por qué en un lote de 20 animales con complejo respiratorio bovino muere uno y el resto no?

– ¿Cómo se explica la muerte de un animal que no presenta lesiones internas?

«El problema no es la bacteria, es la respuesta inflamatoria contra la bacteria. Es importante detenerla lo antes posible»

«La respuesta es la misma para todos los casos. La sepsis. El problema no es la bacteria, es la respuesta inflamatoria contra la bacteria, que genera una reacción en el organismo que provoca una falla orgánica múltiple», explicó López. «En la primera fase del síndrome respiratorio bovino, hay una respuesta inflamatoria inicial, una fase en la que es importante trabajar porque permitiría reducir la mortalidad», subrayó. Si la inflamación continúa, llegándose a una sepsis moderada o a una sepsis severa, la mortalidad de animales será alta y el veterinario poco podrá hacer.

En neumonías, López advirtió por último de que existen enfermedades imitadoras de la neumonía, lo que complica los diagnósticos, y señaló también la necesidad de avanzar en el diagnóstico y conocimiento de neumonías por factores alérgicos o tóxicos.

Recomendaciones de manejo

Los principales periodos de riesgo de las neumonías se sitúan en los tres primeros meses de vida del animal, siendo un punto especialmente delicado el agrupamiento tras el destete, dado el estrés causado por los cambios y la circulación de patógenos respiratorios en el grupo. Otro periodo de riesgo a tener en cuenta será tras el primer parto del animal.

Para la prevención del síndrome respiratorio bovino, una cuestión vital será hacer un encalostrado correcto, pues las terneiras con fallos de encalostrado tienen más posibilidades de sufrir el síndrome respiratorio bovino.

En el manejo, será también fundamental reducir el estrés, siendo el destete un punto de especial riesgo, por lo que habrá que evitar la mezcla de animales con heterogeneidad de pesos y edades, así como mejorar la ventilación, la higiene y la alimentación. La vacunación es otra de las medidas que tiene demostrada su eficacia a la hora de prevenir la aparición de la enfermedad y reducir su gravedad.

Cambios en la prescripción de medicamentos veterinarios

La jornada concluyó con una exposición del veterinario Luis Miguel Cebrián sobre los cambios que se están produciendo en la prescripción de medicamentos veterinarios. Cebrián, que forma parte del Comité de Seguridad del Medicamento Veterinario y del Grupo Coordinador técnico del Plan Nacional de Lucha contra las Resistencias a los Antimicrobianos, analizó los cambios y expuso una serie de recomendaciones para los profesionales.

«El objetivo de la Administración es que toda prescripción de medicamentos se haga con un conocimiento directo de la situación sanitaria de la explotación, sobre todo en el caso de los antibióticos», explicó Luis Miguel, que incidió en que la Administración tiene detectada la práctica de las llamadas «recetas inversas», con las que quiere acabar.

Cebrián se mostró de acuerdo con esa filosofía general, pero demandó protocolos de buenas prácticas que regulen la aplicación de antibióticos en las explotaciones, pues «es imposible que el veterinario vaya ver cada vaca con mamitis o en secado», advirtió.

Novedades
Uno de los cambios que se avecinan es que desde comienzos de año, los veterinarios tendrán que notificar todas las recetas de antibióticos que expidan. Otra obligación será indicar si la prescripción de un medicamento es ordinaria o si es excepcional, es decir, en dosis más altas a las indicadas en la ficha técnica o para enfermedades en las que hay un vacío sanitario.

Cebrián recordó que los veterinarios están obligados a comunicar a Farmacovigilancia todas las reacciones adversas o la falta de eficacia de un producto, una cuestión que consideró importante a cara descubierta a actualizar fichas técnicas de medicamentos que se encuentran obsoletas.

Los cambios legislativos representan, a entender de Luis Miguel Cebrián, una oportunidad para mejorar los servicios veterinarios y el estatuto del veterinario clínico, siempre que se solucionen los vacíos legales aún existentes. También considera que los cambios pueden representar un revulsivo para el ganadero, que tendrá que centrarse más en la prevención, con un mayor cuidado de aspectos como el bienestar animal o los programas de vacunación.