“Más importante que el precio de la soja es lograr forrajes de calidad y a precio competitivo”

José María Viana es un rostro conocido en muchas ganaderías de vacuno de leche. Como especialista en este sector en la multinacional De Heus -antes Saprogal- conoce de buena mano cuáles son las fortalezas y las debilidades de muchas explotaciones.

Con él hablamos en esta entrevista de las claves para la mejora de la alimentación y de la rentabilidad en vacuno de leche y de los proyectos de innovación en los que está trabajando De Heus.

Llevas ya muchos años trabajando en el sector de la alimentación animal para vacuno de leche ¿Cuáles son los principales cambios que viste en las ganaderías y en que aspectos consideras que la evolución fue a mejor?
Desde mis inicios profesionales en la producción animal, en concreto de vacuno de leche, la alimentación siempre fue un tema a tratar por su importancia a nivel de resultados. Era impensable, ya entonces, querer alcanzar buenos resultados reproductivos o de sanidad de rebaño sin echarle una vistazo a la nutrición, por lo cual siempre fue un tema de estudio desde mi formación.

Pero sí es cierto que en el año 2005, con Saprogal en aquel momento, hoy De Heus, mi dedicación pasa a ser prácticamente en exclusiva hacia la nutrición de la vaca de leche.

La evolución en las ganaderías de vacuno de leche es una constante. A nivel de instalación y manejo, los últimos años fueron sorprendentes. Me gustaría destacar el gran esfuerzo que los ganaderos llevaron a cabo para alcanzar un producto de una calidad excepcional como la leche. A nivel de alimentación de la vaca de leche, entre muchos aspectos de la producción cabe destacar los cambios alcanzados para la vaca seca, que continuarán en los próximos años con la alimentación de la recría. Estos dos aspectos son fundamentales para lograr unas buenas producciones vitalicias en nuestras explotaciones, siendo la producción vitalicia un tema muy a tener en cuenta para valorar la viabilidad económica de las ganaderías lecheras.

“La producción vitalicia de las vacas es clave para la viabilidad económica de una ganadería”

No cabe duda que la producción de leche seguirá avanzando de la mano de las nuevas tecnologías, robots de ordeño y salas robotizadas donde De Heus tiene mucho que aportar, llegando a lo que ya se empieza a hablar de la alimentación de precisión.

Estás trabajando en De Heus, propietaria hoy de marcas tan emblemáticas como Biona o Pasaranda. ¿Qué cambios supuso vuestra integración en esta multinacional holandesa?
Hay que destacar que tanto Biona como Pasaranda son las marcas más antiguas que operan en el mercado peninsular, con una amplia cuota de mercado en un sector muy influenciado por el cooperativismo. Que una empresa como De Heus, siendo uno de los grandes operadores en la alimentación animal a nivel mundial, quisiera apostar por nosotros significa que tenemos un gran bagaje y que miramos cada vez más al futuro y al progreso del ganadero.

También cabe subrayar la filosofía de De Heus, ya que siendo una multinacional no perdió su esencia inicial. Se trata de una empresa familiar de las más antiguas de Europa, siendo su única actividad la fabricación de piensos compuestos y soluciones para el ganadero. Somos una empresa que tanto desde la visión holandesa como la ibérica no pensamos en el mercado de integración, sino que nuestro objetivo es dar soluciones al ganadero para hacer su negocio más rentable. Nuestro lema es “impulsando el progreso de la mano del ganadero”.

Uno de los productos que sacasteis al mercado con la integración en De Heus, fue el programa de recría de novillas Kaliber. ¿Qué mejoras aporta para la recría?
Kaliber® es una forma de trabajar con las novillas, con una visión común y, al mismo tiempo, distinta a la que tiene el sector. No hay duda que las primeras fases del crecimiento de un animal, y más en el caso de una becerra de leche, son fundamentales, y se han demostrado cómo decisivas para las producciones futuras.

Kaliber® viene a aportar algo más, una visión más allá del destete, siendo esa fase de una importancia imprescindible, no debemos simplificar las fases sucesivas. La simplificación llega a tal punto que, por ejemplo, parte de la recría se está manteniendo con unifeed de vacas de producción, cuando tanto económicamente como nutritivamente no es lo más adecuado, y así lo confirman también las investigaciones De Heus.

 “Alimentar la recría con unifeed de las vacas en producción no es lo más adecuado ni económica ni nutritivamente”

En este sentido, Kaliber® viene aportar nuevos criterios nutritivos para lograr que los factores epigenéticos iniciados con crecimientos acelerados antes del destete se continúen desarrollando en etapas posteriores con terneras con crecimientos idóneos y no engrasadas. Kaliber® proporciona unos muy buenos resultados de una forma uniforme y con costes comedidos, todo para lograr terneras sanas que alcancen unas muy buenas producción vitalicias, con raciones hechas a medida de las necesidades y condicionantes de cada explotación. Muchas veces la simplificación no es que las terneras coman lo mismo que las vacas de producción, sino que con una ración base para todo el rebaño de recría, con pocas complicaciones podamos suplementar a los restos de los grupos de la recría. Adaptándonos a los condicionantes de los rebaños y del ganadero podemos llegar a diseños muy sencillos que cubran el 100% los requerimientos de los animales.

Con tu experiencia, ¿Cuáles son las principales áreas en las ganaderías de vacuno de leche en las que hay margen de mejora, y por tanto de rentabilidad?
Relacionado con los temas que ya subrayé en un inicio, todo lo que nos lleve a unas mayores producciones vitalicias son temas muy interesantes y de mejora constante para la rentabilidad de una ganadería.

“Hace falta un mayor espíritu proactivo de previsión y dejar de un lado la gestión forense”

Pero dejando cosas ya evidentes, es cierto que las explotaciones ganaderas, sobre todo del norte peninsular, deberán seguir mejorando su capacidad de previsión y gestión de los recursos propios. Con esto me refiero, a que no cabe duda que los balances y la gestión económica de las explotaciones son importantes, y hoy por hoy de circunstancias tan cambiantes, deberíamos tener cómo objetivo una gestión a futuros. Y decir, por ejemplo, de poco nos vale saber como fueron nuestras cuentas el año pasado, si durante este año nadie se preocupó del tamaño de mi rebaño de recría, con la cantidad de hembras que nacieron. Está sobredimensionado, creándome unos problemas que me perjudican la recría por superpoblación y ya me condenan a empeorar los datos económicos actuales y de los próximos por años. Sin embargo, con una mayor previsión podría haber utilizado semen sexado para las novillas y un cruce industrial de fácil parto que me aportaría cash flow.

Resumiendo, hace falta un mayor espíritu proactivo de previsión y dejar de un lado la gestión forense. Toda empresa moderna, como nuestras ganaderías, deben pensar más en una gestión prospectiva que permita adelantarse a los acontecimientos. Una mayor previsión permite el aprovechamiento de la tierra, con cultivos alternativos, cosa que tendremos que llevar a cabo queramos o no por el cambio climático.

Siendo conscientes de que estamos alimentando rumiantes, considero que es mucho más importante una buena previsión para alcanzar forrajes de calidad a precio competitivo, que hacer un cierre de la soja. Pues la calidad de los forrajes en muchos casos es punto clave de mejora y mucho más definitorio para resultados tanto técnicos cómo económicos.

No olvidemos que la vaca de leche, las terneras, las secas, son rumiantes y su alimentación debe ser como mínimo un 40% de forraje. Optimicemos la tierra para sacar muchas toneladas de materia seca de forraje y con buena digestibilidad.

Una pregunta ineludible y que haría cualquier ganadero es si los precios del pienso van a subir. ¿Cuáles son las previsiones con las que trabajáis para el año 2018?
Sabemos que estamos en un mundo muy cambiante y acertar las expectativas de los precios resulta complicado ya que influyen muchos factores, tanto agronómicos, geopolíticos cómo económicos. Para prueba lo que acaba de acontecer, en una situación de cierta estabilidad por las buenas cosechas a nivel mundial, tanto de cereales como de oleaginosas, y con un cambio Euro/Dólar que lleva tiempo favoreciéndonos, sin embargo nos sorprende el cierre de año con una subida de las vitaminas por problemas productivos en China, fundamentalmente, lo que nos lleva al encarecimiento de los correctores a nivel mundial y por ende en los piensos compuestos, si queremos atender a las necesidades establecidas hasta el momento.

Por lo tanto, a medio plazo tendremos que estar atentos a las previsión de las cosechas en el hemisferio sur, y que no acontezcan factores distorsionantes inesperados, para que los precios se mantengan o sufran incrementos moderados.

En la formulación de los piensos en los últimos años fue incrementando el porcentaje de harina de colza. ¿Sigue estando sobrevalorada la soja en relación a su conversión en leche o carne respecto a otras proteaginosas?
La colza llegó definitivamente para quedarse, siendo nosotros unos de los primeros operadores que estuvimos trabajando con ella. Pero yo creo que el sector ya tiene madurez de sobra para no pensar en una única materia prima como fuente proteica. Al final tenemos que alimentar a los animales con proteína, ya venga de la soja, colza, girasol o cualquier otra.

“Se pueden hacer raciones más eficientes técnica y económicamente sin soja”

Y ya más al por menor e intentando llegar a una nutrición de precisión, remataremos hablando únicamente de perfiles de aminoácidos y digestibilidad. Concretando en la pregunta, ya hace años que Ternera Gallega, referente en la producción de carne a nivel nacional, introdujo la colza como una opción. En referencia a las vacas de leche, y aún con el buen precio de la soja durante buena parte del año, hoy en muchas explotación -y siempre mirando cada caso en particular : tipo y calidad de forrajes de la explotación- se puede trabajar con una fuente proteica que no venga de la soja. De hecho, hay numerosos estudios y experiencias a nivel de campo que demuestran que, en raciones equivalentes, cambiando la fuente proteica en base a la colza, en detrimento de la soja, las eficiencias nitrogenadas mejoran, y los resultados económicos también. Hay muchos recursos que tenemos que aprovechar para nuestras producciones, la clave es un buen estudio de los mismos, con un buen proceso de calidad en la recepción de la materia prima.

La cantidad de gramos de concentrado por litro de leche varía mucho según los países. ¿Cuál sería el nivel recomendado para el modelo de ganaderías de Galicia y de la Cornisa Cantábrica?
Nosotros hemos establecido que entre 400-480 gr./l. es la ratio que se maneja en la ganadería en España a nivel de promedios por comunidad (producción de piensos/litro producido). Sorprendentemente, no hay tantas diferencias entre comunidades como entre explotaciones. Al final, el concentrado o subproductos utilizados en la explotación no son más que una forma de regular el consumo de materia seca en el pesebre, sencillamente una forma de que las vacas ingieran lo que necesitan para llegar al objetivo marcado. Es un dato interesante para calcular cuotas de mercado para operadores del sector, poco más.

 “Lo importante es el dinero que le quedan al ganadero después de alimentar cada vaca, y no tanto los kilos de pienso”

Pero sinceramente creo que el sector está alcanzando un nivel de madurez tal que este índice resulta muy poco aclaratorio. Lo que al ganadero le interesa saber es el nivel de conversión de Kg. de ingesta, la eficiencia del nitrógeno, la producción vitalicia, el coste por litro de leche y, en definitiva, el dinero que le quedan después de alimentar cada vaca -margen por vaca-.

Hablar de gramos de concentrado por litro de leche, a mí no me dice nada si cada vez se está utilizando más silo de maíz, más gramo húmedo, más ensilados de pulpa fresca. ¿Donde introducimos esas materias primas? ¿Se pueden considerar semiconcentrados?. O si estamos hablando de granjas en pastoreo o ecológicas, donde nuestro objetivo no es llegar a ingestas altas y por lo tanto producciones más bajas.

Como dije, este es el típico índice de gestión forense, que sacas después de balance anual pero con el que no puedes ir tomando decisiones para una gestión proactiva, ni te garantiza que una ganadería sea competitiva o viable. No me atrevo a decir el nivel recomendado cómo cualquiera de los otros índices que sí le puedes dar un valor de referencia.

¿Cuál sería el nivel de proteína bruta recomendado el pienso en vacuno de leche? ¿Habría que puntear según el estado de la vaca (comienzo o cola de lactacion..etc.?
Entiendo que con esta pregunta haces referencia al nivel de proteína de las raciones finales para vacas de leche…el pienso solo viene a incrementar la ingesta y complementar los niveles de nutrientes, entre ellos la proteína, a los que no llegamos con los forrajes presentes en la explotación.

De este modo, con los concentrados adecuados para cada rebaño y situación, intentamos llegar a unos niveles de P.B., que en ración final pueden situarse alrededor del 14%-17% P.B., y que variará dependiendo del nivel de ingesta, producciones objetivo, digestibilidad de los forrajes, posibilidad de suplementar vacas y demás.

“Con el ordeño robotizado estamos volviendo al punteo del pienso”

Sobre este último punto, también llamado “punteo”, fue una opción que sí estuvo contemplándose al inicio de la utilización de carros mezcladores. Pero en los últimos tiempos, donde el manejo de los rebaños mejoró sustancialmente, tendió a desaparecer. No siendo una mala opción, pensando en una alimentación de precisión, se empezó a descartar por costes y con el objetivo de simplificar el trabajo del ganadero. Pero no cabe duda de que, sin quererlo, estamos volviendo al sistema, ya que los actuales sistemas de ordeño robotizado no dejan de ser un punteo y con un criterio muy técnico. Este sistema nos da un plus más: información y control sobre la alimentación individualizada de la vaca para atender sus necesidades específicas según el estado productivo.

¿Cómo se puede mejorar la proteína metabolizable, para evitar que parte de la proteína de la ración se excrete por las orinas?
Es cierto que trabajar para evitar que la vaca descarte proteína en forma de urea resulta bastante gratificante en cuanto a como influye en los resultados globales de explotación. Nosotros entendemos que la forma de caminar por esta senda es con raciones individualizadas por ganadería en función de los forrajes presentes y necesidades productivas del rebaño.

En De Heus estamos trabajando con el sistema “SYncroFos®” que nos permite tener más control sobre las velocidades de degradación ruminal, fundamentales para llegar a la optimización proteica. El funcionamiento ruminal es el primero de los imperativos que tenemos que atender cuándo alimentamos rumiantes, siempre buscando un objetivo, pues es distinto alimentar un rumen de cebo, que un rumen de ternera en crecimiento, que una vaca seca. El primer objetivo es llegar a una optimización ruminal donde el sistema que De Heus considero que ofrece muchas ventajas.

En este misma dirección llevamos tiempo trabajando con aminoácidos esenciales, para lo cual es importante utilizar, como ya hablamos, fuentes proteicas variadas. No es solo la inclusión de aminoácidos sintéticos, va mucho más allá, acabaremos hablando de perfiles de aminoácidos de los alimentos y disponibilidad de los mismos, y no tanto de proteína metabolizable.