Español
La crisis de la leche cruzó todas las líneas rojas en los últimos meses sin que las organizaciones agrarias reaccionaran con la contundencia que exigía el problema. Fue la gota que colmó el vaso de un descontento muy extendido con los sindicatos.
En Lugo hay ahora varios cientos de tractores dando la vuelta a la muralla en el tercer día de la tractorada, prolongada al margen de la convocatoria de las organizaciones agrarias, y fueron más de un millar de ganaderos los que se juntaron en la asamblea de anoche. Los productores consideran ya un logro la autoorganización que están iniciando y de la que son los protagonistas.
Hablando con los ganaderos que quedan estos días en Lugo, pocos dicen algo bueno de las organizaciones agrarias. La idea de que “no nos defienden» está muy extendida y sobran también los que sostienen directamente que «están vendidos» a la industria y a la distribución o que actúan por «intereses políticos». Con todo, también hay entre los manifestantes afiliados a los sindicatos y los que consideran que «hacen lo que pueden». Sí hay unanimidad, en cualquier caso, en que su acción fue insuficiente ante la actual crisis de la leche.
Cartel en un tractor en la muralla.
Los responsables de las organizaciones agrarias se pasaron esta primavera amagando con convocar protestas por la bajada de precios pero sin convocarlas, ya que, sostenían, no había ambiente de movilización en el campo. Llegó finales de junio y julio y Leche Río comenzó a abandonar la recogida de leche en granjas de Curtis, Rodeiro o Santa Comba sin que las organizaciones agrarias actuaran.
En Ávila, ante una situación similar, medio ciento de ganaderos bloquearon durante 36 horas una factoría láctea, hasta lograr una solución. En Galicia, los sindicatos escudaban la falta de acciones directas en el miedo a la conocida como Ley Mordaza, que agrava las sanciones en protestas no autorizadas.
«Ahora que no tengan miedo de ir a la cárcel, que ya los echamos de aquí y ya somos nosotros los únicos responsables de lo que pase en la tractorada», proclamaba uno de los coordinadores de la protesta, Roberto López, en una de las asambleas de la tractorada de Lugo.
Tractores de Guntín y de Curtis llegaron a la muralla a media tarde.
Desde las organizaciones agrarias quieren hacer valer el calendario de protestas organizado en julio y agosto. Ya van nueve movilizaciones realizadas y entre el lunes 7 y el jueves 10 se prevén cuatro días más de protestas en Santiago de Compostela. Advierten también de que las reivindicaciones que llevan al Ministerio y a la Xunta de Galicia son las mismas que las de los concentrados en Lugo. Precios justos y medidas que garanticen la negociación y el respeto a los contratos por parte de las industrias.
Uno de los lemas más coreados estos días en la tractorada es el de que ‘La unión hace la fuerza’, aunque, valoran algunos productores, «los primeros en desunir fueron los que echaron a los sindicatos».
Organización propia
El grupo que estuvo coordinando estos días la protesta, liderado por Roberto López, reveló en la noche del viernes uno de los objetivos con los que se embarcó en la movilización: constituir una organización agraria propia o bien sumarse a una ya existente de carácter independiente, con toda probabilidad la Organización de Productores de Leche (OPL).
En la tarde de hoy, está produciéndose una reunión de representantes por ayuntamientos para coordinar la protesta. Se espera una asamblea a las 11 de la noche para abordar el escenario actual de la tractorada.
Por ahora, la tractorada se acerca a su tercera noche en la Muralla con más tractores entrando en Lugo. Muchos marcharon anoche porque como recuerdan los ganaderos, «las vacas comen y el purín hay que sacarlo”, pero fueron muchos los que volvieron hoy y otros más que no estaban ayer se sumaron a la protesta. Pasadas las cinco de la tarde, entraba en la Ronda de la Muralla una treintena de tractores procedente de Guntín y Curtis y a partir de ahí el goteo de máquinas se sucedió toda la tarde.
Los concentrados en Lugo están cumpliendo con lo acordado en la asamblea del jueves. Los tractores se quedan y vienen más. En aquella asamblea, un masivo y muy coreado ‘Sí se puede’, fue todo un mensaje para los políticos y para los sindicatos.
