Loureiro, la última cooperativa lechera que queda en Ourense

La Cooperativa láctea Santa Mariña de Loureiro, en O Irixo, es la única que continúa operativa en la provincia, después de ser de las primeras de Galicia, hace más de 50 años. Fueron también pioneros en elaborar kéfir, que continúan preparando con leche ecológica de las ganaderías de la zona

Loureiro, la última cooperativa lechera que queda en Ourense

Gloria Bernárdez, técnica responsable del control de calidad en el laboratorio de la cooperativa de Loureiro, en O Irixo.

La Cooperativa de Santa Marina de Loureiro, en O Irixo (Ourense), fue una de las primeras de Galicia y hoy, es la única del sector lácteo que sigue operativa en la provincia. Case 53 años separan la actualidad de aquellos primeros pasos para fundar la cooperativa, pero su filosofía no ha cambiado: ofrecer a los vecinos de la parroquia una oportunidad de futuro vinculada al campo.

Antonio González, vecino y párroco de Loureiro, fue el fundador de la cooperativa

Esa fue la intención de su fundador, Antonio González, vecino y párroco de Loureiro y que, a sus 87 años, ya jubilado, continúa aún asesorando en el día a día de la cooperativa. «Hablarles de Dios era muy importante pero también era preciso ayudarles a vivir mejor», recuerda Antonio los motivos que lo llevaron a comenzar a trabajar por la cooperativa.

Trazabilidad e innovación, desde los primeros tiempos

Una de las antiguas envasadoras de leche continúan funcionando desde su adquisición hace casi 40 años.

En aquellos primeros tiempos la cooperativa se centró en la venta de ganado y en conseguir que los más de 50 socios consiguieran precios adecuados y sin intermediarios. «Por aquel entonces, salía de Loureiro un camión de terneros cada 15 días», apunta Antonio.

Al poco, ya en el 1968, comenzaron con la producción de leche. «Empezamos como en una lechera pero sin ninguna autorización, porque éramos de los primeros, no solo de Galicia sino de España, y apenas había regulación», comenta Antonio. No fue hasta el año 75, cuando lograron el título de central lechera, luego de una visita a las instalaciones de representantes del Ministerio de Agricultura.

Cada ganadería contaba con un código propio que se imprimía en las tapas para identificar el origen de la leche

En estos primeros años comenzaron envasando la leche en botellas de cristal procedentes de Vigo. Contaban ya con un sistema de cierre en el que se incluía un código de identificación para cada ganadería,con el que poder localizar y atajar los problemas que se habían podido detectar. «Era ya un sistema de trazabilidad de la leche para tenerlo todo a raya», explica Gloria Bernárdez, ingeniera técnica agrícola, responsable del control de calidad de la cooperativa.

Poco después se vieron obligados a dejar de embotellar en botellas de cristal y pasaron a la bolsa de polietileno, en el 1970. «Le comprábamos las botellas a la Álvarez de Vigo, que las hacía de manera artesanal pero, cuando industrializó la producción, el precio se nos disparó y ya no pudimos seguir envasando en cristal», indica Antonio.

El sabor tradicional de la leche

Gama de produtos envasados en las instalaciones de la cooperativa.

La leche Loureiro, entera y semidesnatada, es de las pocos que se sigue comercializando en estas bolsas de polietileno en un mercado donde predominan los tetrabriks.

«Hubo un momento en el que se barajó volver a emplear las botellas de vidrio pero decidimos seguir con la bolsa porque ya era un envase tradicional y que se identificaba con nuestra leche», argumenta Gloria.

Este tipo de bolsas también ofrece ventajas para su almacenamiento, al ocupar menos espacio. Este motivo también sumó para que siguieran con este envase.

En la cooperativa, la leche se somete a un proceso de pasteurización, lo que ofrece una caducidad de entre 5 o 6 días. «Apostamos por no homogeneizar la leche, aunque esto permite incrementar la vida útil, para que nuestra leche conserve su sabor tradicional», reivindica Gloria.

Gloria Bernárdez: «Apostamos por no homogeneizar la leche para que conserve su sabor tradicional»

Este mínimo tratamiento permite que la leche siga, por ejemplo, a generar nata. NNuestra leche es muy apreciada en repostería e incluso hay clientes que siguen a hacer mantequilla con ella», explica la técnica. También es frecuente que se detecten variaciones en el sabor propias de los cambios de alimentación estacionais, que son valoradas también por el consumidor.

Kefir-Cooperativa-Loureiro-

El kéfir es uno de los productos con mayor demanda de la cooperativa que producen con leche ecológica de las ganaderías socias.

El kéfir, su producto estrella

Junto con la leche, en la cooperativa también elaboran yogur natural, requesón y Kéfir, un producto lácteo semejante al yogur que se elabora con la acción de bacterias y levedos. Fueron pioneros en preparar el kéfir y hoy es su sello de identidad. «Empezamos con él cuando en Galicia aun no se sabía ni lo que era», recuerda Antonio.

Para la elaboración del kéfir emplean la leche de las ganaderías en ecológico de Loureiro

Su conocimiento y gusto por este preparado lácteo llevó a Antonio a investigar y a proponer comenzar a elaborarlo en la cooperativa. En cuanto consiguieron las bacterias comenzaron a producirlo. «Yo fui haciendo siempre mis pruebas. Era muy escrupuloso con la higiene, a pesar de que no tenía conocimientos específicos como los que tienen hoy para los procedimientos de laboratorio. Siempre quise ir haciendo mis propias experiencias y luego las fuimos llevando a cabo en la cooperativa», comenta Antonio.

El kéfir, que comercializan en envases de cristal de 340 y 185 gramos, centra su producción. «Empleamos la leche de nuestras ganaderías en ecológico para elaborar el kéfir. Esta producción ecológica está teniendo un gran respaldo en el mercado», apunta Gloria. Junto con la producción en ecológico, en la cooperativa también envasan leche de la cooperativa lalinense Queixos Hoxe, con la que comparten una estrecha colaboración.

Proceso de envasado del Kéfir en las instalaciones de la cooperativa Loureiro.

Proceso de envasado del Kéfir en las instalaciones de la cooperativa Loureiro.

También trabajan para incrementar la producción de requesón, que elaboran a la manera más tradicional. «Lo hacemos con la leche como hacían nuestras abuelas antes en la casa, añadiendo cuajo y algunas de las bacterias que empleamos en el kéfir para que también tenga un efecto probiótico», detalla Gloria. Además, cuentan con una producción reducida de quesos, sobre todo Tetilla.

Tanto la leche como los productos lácteos que elaboran los comercializan en los supermercados gallegos de las cadenas Eroski, Gadis y Froiz. Además, aún conservan uno reparto tradicional en comercios especializados, pequeñas tiendas y pastelerías de la ciudad de Ourense. Así, la cooperativa cuenta con un plantel de 8 trabajadores que se encargan de los distintos procesos.

Ganaderías de pastoreo y ecológico

Las ganaderías de la cooperativa son de tamaño pequeño o medio y producen en ecológico o pastoreo. «Tenemos mucho minifundio en esta zona y eso dificulta mucho la actividad para estas ganaderías», indica Gloria.

Desde la cooperativa intentan contribuir a reducir las dificultades para las ganaderías y la entidad actúa como central de compra para conseguir precios más competitivos para los ganaderos en los forrajes y ofrece también asesoramiento y apoyo directo a los socios.

Buena parte de las ganaderías activas pertenecen a las hijas y nietas de los primeros socios de la cooperativa y que continuaron con la actividad pese al importante éxodo que se dio en esta zona no sólo cara Ourense sino hacia países como Alemania.

El relevo en el campo, el reto para la cooperativa

Para Antonio, este párroco vinculado de una manera activa al rural durante toda su vida, su mayor preocupación a día de hoy es la falta de relevo generacional que está atravesando el sector primario en Galicia. «Cada vez hay menos gente que quede en la aldea y más que se marchan a malvivir en la ciudad. No ven las oportunidades que aún hay en el campo», reflexiona.

Al amparo de la cooperativa, el párroco apostó siempre por la formación de los chicos de la parroquia como herramienta para garantizar ese futuro. «Muchos consiguieron estudiar y tener una formación aunque, en algunos casos, eso también los alejó de Loureiro», reflexiona el párroco.

La cooperativa también contó con una fábrica de piensos y una granja

«La apuesta de don Antonio y la de la cooperativa siempre fue por diversificar y no estancarse», comenta Gloria, que conoce la trayectoria de buena tinta, ya que es una de las descendientes de los primeros cooperativistas y vecina de la parroquia. A lo largo de estos años hubo también otros proyectos parejos a la cooperativa lechera como fue una fábrica de piensos y una granja.

El relevo en la propia cooperativa fue durante años también uno de los temores para la continuidad de la entidad. Hoy, con la incorporación de algunos de los descendientes de aquellos primeros cooperativistas y con el respaldo que sus productos, especialmente el kéfir, tienen en el mercado, se centran en favorecer que más jóvenes escojan el rural para garantizar el futuro en la cooperativa y en la parroquia.

Una idea sobre “Loureiro, la última cooperativa lechera que queda en Ourense

  1. Joseman

    A desafección polos produtos galegos vese nas estanterías dos nosos supermercados. O kefir industrial das marcas como nestle xa sustitue ao excelente kefir Loureiro . En supermercados xa non se encontra o tamaño grande.

    Contestar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información