“Los cruces triples y la retrocruza con Holstein son los más productivos en pastoreo”

Entrevista al ingeniero agrónomo Walter A. Mancuso, investigador del centro público argentino INTA de investigación agraria. Este año presentó en el Campus Terra de la USC su tesis sobre "Evaluación y comparación de grupos genéticos lecheros en un sistema a pastoreo de la comarca lechera de Entre Ríos, Argentina"

“Los cruces triples y la retrocruza con Holstein son los más productivos en pastoreo”

Walter A. Mancuso, investigador del INTA.

Walter A. Mancuso es investigador del centro público argentino INTA de investigación agraria y desarrolla su trabajo en la Estación Experimental Agropecuaria Paraná. Tanto en su provincia, Entre Ríos, como en el conjunto de Argentina la producción de leche de vaca se basa en buena medida en el pastoreo.

En este sentido, y ante la inquietud de los ganaderos por producir leche con más sólidos lácteos y con vacas más adaptadas al pastoreo, este año presentó en el Campus Terra de la Universidade de Santiago de Compostela su tesis sobre «Evaluación y comparación de grupos genéticos lecheros en un sistema a pastoreo de la comarca lechera de Entre Ríos, Argentina».

¿Por qué elegiste Galicia, y en concreto el Campus Terra de la USC para realizar tu tesis de doctorado?
Todo comienza luego de conocer a las Dras. Marta López Alonso y Marta Miranda Castañón, durante una visita que ellas realizaron a Argentina en 2011, como parte de un Proyecto de trabajo que se llevaba adelante entre la Facultad de Veterinaria de Lugo y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Durante esa estadía, recorrimos algunos establecimientos lecheros que manejan rodeos con cruzas entre diferentes razas lecheras, dentro de los cuales estábamos realizando algunas evaluaciones de producción y reproducción, junto con el Dr. Pablo Marini (Univ. de Rosario).

A partir de allí, surge la inquietud de integrar en el estudio otras variables, vinculadas con el metabolismo comparativo entre los diferentes grupos genéticos de vacas lecheras, en cuanto a energía, proteínas y –especialmente- minerales, donde la Facultad de Veterinaria y el Campus Terra de Lugo son de referencia internacional. Así, realizamos las gestiones a nivel de ambas instituciones (INTA y Universidad de Santiago de Compostela) para lograr el reconocimiento de mis títulos de grado y posgrado, ya que hasta allí tenía una Maestría en Producción Animal lograda en Argentina, y me incorporé a la etapa de Tesis en este Doctorado a mediados de 2012.

Bajo el título de «Evaluación y comparación de grupos genéticos lecheros en un sistema a pastoreo de la comarca lechera de Entre Ríos, Argentina». ¿De donde surge el interés por esta temática?
Desde hace varios años, en la cuenca lechera de la provincia de Entre Ríos se vienen planteando dudas crecientes acerca de la adaptación de la raza Holstein, predominante en la región, al esquema de manejo pastoril que se realiza en la mayor parte de las granjas.

Así, se han incorporado paulatinamente otros genotipos de ganado lechero en algunas empresas, llegando a conformar rodeos cruzas, que presentarían especialmente mayor estabilidad en la producción y mejoras importantes en reproducción y sanidad, permitiendo el crecimiento genuino de los rodeos propios, sin tener que recurrir a compras de animales para la reposición. Esta inquietud sobre la adaptación y respuesta productiva de las cruzas lecheras, nace especialmente desde los mismos productores y llega como demanda a las unidades Académicas y al Instituto en el cual desarrollo mi actividad profesional, solicitando que se evalúen dentro de sistemas comerciales de producción.

“En Argentina hay dudas crecientes sobre la idoneidad de la raza Holstein para manejo en pastoreo”

A partir de esto, se han llevado a cabo estudios experimentales y/o a relevamientos prediales de diferentes grupos genéticos para producción de leche, especialmente con ganado Holando, Jersey, Pardo Suizo y sus cruzas, generando algunas informaciones que requerían ser discutidas y validadas con mayor rigurosidad.

Por ello, se organizaron ensayos mejor diseñados y más controlados, a fin de poder discernir con precisión las ventajas e inconvenientes de estas modificaciones sobre la base genética de los rodeos locales. La complejidad del tema hizo que se convoquen grupos de trabajos de tipo interdisciplinario, incluyendo aquí a las especialistas de la Facultad de Veterinaria de Lugo, dado que se pretende comprender la respuesta de diferentes grupos de animales en diferentes ambientes, las interacciones entre éstos y la sustentabilidad económica y ambiental de estos sistemas de producción.

¿Cuáles son las conclusiones en cuanto a los cruces de vaca lechera que mejor se adaptan a las condiciones de pastoreo y manejo de Entre Ríos?
Nosotros evaluamos cinco tipos de cruzamientos: una cruza simple entre Holstein Americano con Jersey Americano (cruza que llamamos “F1”); tres “triples cruza”: de hembra F1 con Guernsey, de hembra F1 con Montbéliarde y de hembra F1 con Pardo Suizo y, finalmente, la retrocruza de las hembras triple cruza nuevamente con machos Holstein.

 “Los cruces triples y la retrocruza con Holstein son los más productivos en pastoreo”

Todas las vacas evaluadas estuvieron juntas, dentro de rodeos lecheros más amplios y fueron manejados y alimentados de igual manera, abarcando en definitiva 3 años de seguimiento a diferentes grupos de vacas. En el sistema pastoril considerado y con los grupos genéticos analizados, podemos decir que las triples cruzas y la retrocruza con Holstein, en general, se comportaron mejor en aspectos productivos y reproductivos a la simple cruza entre Holstein y Jersey.

Además, si comparamos los resultados obtenidos con lo que ocurre en la cuenca, podemos afirmar que, en general, todos los cruzamientos se comportaron mejor que los rodeos de raza Holstein habituales en la región. Todos los genotipos cruza lograron niveles de producción de leche y sólidos útiles (grasa y proteína láctea) superiores a los modales de la comarca, con menores recuentos de células somáticas; llegaron a menor edad a su primer parto y tuvieron mejores indicadores reproductivos.

¿Hacia qué objetivos cree que se orientará la selección genética de vacuno de leche en Argentina en los próximos años? O dicho de otro modo, ¿Qué tipo de leche cree que demandará la industria en Argentina en los próximos años?
Argentina tiene una larga tradición lechera, donde la raza inicial por excelencia fue la Holando-Argentino, originada a partir de ganado introducido desde los Países Bajos en la década de 1880 y que fue casi exclusiva en la región pampeana argentina hasta mediados de la década de 1990.

Luego, la importación masiva de semen Holstein Americano-Canadiense durante más de veinte años, que aún continúa, cambió sustancialmente el componente racial y hoy, en los sistemas lecheros de Argentina, predomina el ganado lechero Holstein. Esto, en los sistemas pastoriles con suplementación de nuestra cuenca lechera, donde no siempre es posible cubrir adecuadamente sus requerimientos, ni balancear los componentes de las dietas e incluso darles las condiciones de bienestar que requieren, llevó a un mejoramiento importante en los niveles de producción individual de leche, junto a un deterioro en aspectos vinculados a lo reproductivo y a la salud general de las vacas. Además, suelen observarse problemas de bajos contenidos de sólidos y/o inversiones entre los contenidos de grasa y proteína en la leche.

A futuro, se observa cada vez más la diferencia entre quienes trabajan en base a sistemas pastoriles, con suplementación media a baja de concentrados, que poseen un interés creciente por incorporar genética quizás mejor adaptada a los sistemas pastoriles argentinos: Jersey, Sueca Roja y Blanca, “ganado Kiwi” de origen neozelandés (Jersey, Holstein y cruzas); y aquellos otros productores que apuestan por la productividad individual, basada en genética Holstein americano-canadiense en esquemas parcial o totalmente estabulados, con alta inversión en alimentación suplementaria y en infraestructura y equipamiento dentro de las granjas.

“En Argentina la industria láctea demanda leche con más sólidos, sobre todo proteína”

Por su parte, las industrias lácteas están cada vez más interesadas en abastecerse de leche con mayor concentración de sólidos, en especial proteína, que les permita mejorar los rendimientos en sus procesos de transformación.

Además, el actual sistema de pago obligatorio estipulado por el Ministerio de Agroindustria de Argentina, se basa especialmente en la cantidad de sólidos, el cual es premiado con bonificaciones crecientes por parte de las empresas receptoras de leche.

Para aprovechar esto, en la práctica los productores pueden ajustar ciertos factores como la alimentación, la sanidad y la mejora genética dentro de la raza Holstein predominante, pero para obtener incrementos sustanciales y con relativa rapidez en el contenido de sólidos, se debe pensar en cambiar el componente racial del rodeo, lo cual solo es factible mediante cruzamientos.

Raza Holando Argentina.

Raza Holando Argentina.

A nivel de forrajes, ¿Como es la alimentación y el manejo del ganado de vacuno de leche en Entre Ríos? ¿Cómo se aprovechan las praderas?
En general, los sistemas lecheros de esta Cuenca se caracterizan por ser pastoriles, sobre pasturas plurianuales (duran entre 3 y 5 años) en base a alfalfa, cebadilla, tréboles y festuca; verdeos de invierno (avenas y raigrás) y de verano (sorgos y soja forrajera); con suplementación de silajes (especialmente de maíz y sorgo planta entera), henos y concentrados (granos de maíz y sorgo, además de subproductos de la agroindustria local).

Esto define un rasgo importante de la lechería zonal, que es su natural estacionalidad, asociada a curvas de crecimiento de los pastos con picos de máxima producción en la primavera. Al compararlos con las demás cuencas lecheras del país, los sistemas tamberos entrerrianos poseen menor superficie (en promedio 120 ha totales), menos vacas totales (90 entre ordeño y secas), los de menor carga (1,0 vacas totales/ha de vaca total) y de más baja productividad por vaca (19 l/VO).

Además, cerca del 80% de las 1100 granjas lecheras entrerrianas son manejadas por sus propios dueños, con mano de obra familiar y producen en promedio menos de 1500 litros diarios.

¿Hay competencia por el uso de la tierra en Argentina entre las ganaderías de vacuno de leche y los cultivos de soja?
Si, esto es particularmente fuerte en el área típica de la Pampa Húmeda (grandes regiones de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba), dónde la calidad y el valor de la tierra es muy alto y se requieren muy buenos niveles de productividad en las granjas lecheras, para competir con la renta que puede ofrecer la agricultura basada en soja y maíz.

 “La soja y el maíz está desplazando a las ganaderías de vacuno en la Pampa”

En el caso de Entre Ríos, ubicada en el extremo sur de la Mesopotamia Argentina, posee una franja de suelo franco-arcilloso de alta calidad (similar a la de la pradera típica pampeana) cerca de la costa del río Paraná, donde se dio esa competencia y ya casi no existen granjas lecheras. Pero ese suelo se va transformando en cada vez más arcilloso y pesado a medida que avanzamos hacia el centro y nordeste provincial, lo cual genera restricciones para el uso agrícola, sumado al riesgo creciente de erosión debido a un paisaje con lomadas y lluvias que suelen superar los 1200 mm anuales, todo lo cual baja la presión de los agricultores para arrendar tierras en esta provincia.

Por otra parte, Entre Ríos se caracteriza por tener una importante subdivisión de los establecimientos rurales, con un buen porcentaje de productores familiares que aún residen en el campo o en los pueblos cercanos y que utilizan esa mano de obra familiar especialmente en la actividad lechera, que se convierte en una alternativa productiva viable para una gran cantidad de establecimientos y todo esto no estimula a la agricultura en gran escala, que puede ser más rentable pero que requiere mayores inversiones en maquinarias y capital operativo y que no puede absorber a toda esa mano de obra propia de cada granja.

¿Qué ventajas les aporta el sistema de pastoreo en Entre Ríos? ¿No se está intensificando la producción lechera mediante la estabulación, como se realizó en Europa en las últimas décadas?
En general, las condiciones agroecológicas para la producción lechera son favorables en Entre Ríos, permitiendo el acceso mediante pastoreo directo de las vacas a las pasturas y verdeos durante todo el año. No obstante, como mencionaba antes, una de las principales limitantes se relaciona con el tipo de suelos arcillosos que predominan en la cuenca, que generan problemas serios de encharcamiento y barro en épocas lluviosas, complicando tanto el manejo como la salud del rodeo en el predio, así como también el acceso a los tambos por parte de los camiones recolectores de leche.

Si bien la gran mayoría de las granjas lecheras se basan en el pastoreo, con suplementación de silajes de maíz y/o sorgo en planta entera y la oferta de diferentes tipos de alimentos concentrados (granos de maíz y/o sorgo, afrechillo de trigo o arroz, expeler de soja o girasol, semilla de algodón y/o piensos comerciales).

En Entre Ríos, como en otras regiones de Argentina, también hay quienes tratan de organizar sistemas más intensificados, con áreas o corrales donde se estabula parcial o totalmente al rodeo, pero las complicaciones que generan en esta cuenca la combinación de clima húmedo y cálido, más los suelos “pesados”, son muy importantes y obligan a fuertes inversiones en afirmado de calles y corrales, sombras, aspersores y ventiladores en los corrales de ordeño, a fin de lograr un cierto bienestar para los animales.

Tambo familiar en Entre Ríos.

Tambo familiar en Entre Ríos.

Estos esquemas, en general, están en las áreas de mejores suelos, cerca de caminos asfaltados o afirmados y pertenecen a empresarios con mayor capacidad económica y/o que intentan diversificar y dar valor agregado en forma de leche a su principal producción, que es la agricultura.

Por otra parte, una consideración que se debe tener muy en cuenta en Argentina cuando se realizan este tipo de inversiones, es la gran variabilidad que poseen los mercados y los precios, tanto de la leche como de los insumos utilizados en las granjas (combustibles, granos, piensos, mano de obra), con lo cual se producen variaciones muy fuertes en los costos de producción, que muchas veces superan el precio recibido por la leche y, en esquemas intensificados y rígidos de alimentación y manejo, provocan quebrantos muy serios durante períodos que suelen ser largos.

Por ello, los granjeros medianos y pequeños tratan de no entrar en esos esquemas, a menos que tengan otro tipo de producción complementaria (agricultura, carne bovina, avicultura), que les permita superar esas crisis y poder aprovechar luego los momentos de buenos precios que suelen acontecer a continuación, cuando baja la producción de leche y/o cierran varios tambos en la zona.

¿Cómo funciona el sistema de asesoramiento agrario a los ganaderos en Argentina (si es público o privado) y qué papel desempeña el INTA?
En Argentina convive la asistencia técnica directa a productores agropecuarios desde el Estado Nacional con el asesoramiento privado. Desde el Estado, lo hace el Ministerio de Agroindustria, a través de diferentes Programas de Intervención en los Territorios, dónde el INTA da el apoyo técnico-científico y administra los recursos presupuestarios.

Especialmente, se apoya desde el Estado a productores de segmentos medianos a pequeños agrupados, durante períodos de 3 o 4 años, siendo ellos de base familiar y cuya continuidad en el sector está en riesgo, ya sea por diversas ineficiencias técnicas y económicas como por su baja escala.

 “En Argentina el asesoramiento público se centra en las pequeñas y medianas explotaciones, mientras que las grandes recurren al asesoramiento privado”

En general, desde el sistema público se los estimula a asociarse para mantener esa asistencia técnica a futuro, comprar y utilizar maquinaria en común, realizar compras de insumos y ventas de productos a mayor escala, a capacitarse y participar en organizaciones intermedias de representación agropecuaria.

Desde lo privado, existen numerosos profesionales de las ciencias agropecuarias (especialmente médicos veterinarios, ingenieros agrónomos e ingenieros zootecnistas) que ofrecen sus servicios en forma individual, otros lo hacen desde empresas o cooperativas de venta de agroinsumos y, una selecta cantidad de productores, forman parte de un sistema privado de asistencia técnica grupal, denominado “Asociación Argentina de Consorcios Regionales Agropecuarios” (AACREA).

El INTA es un organismo autárquico del Estado Nacional, que fue creado en 1956 y posee 22 Institutos de Investigación, 52 Estaciones Experimentales y más de 350 Unidades de Extensión distribuidas en todo el territorio argentino, por lo cual posee una buena cobertura geográfica. Sus esfuerzos se orientan a la innovación como motor del desarrollo e integra capacidades para fomentar la cooperación interinstitucional, generar conocimientos y tecnologías y ponerlos al servicio del sector a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación.

Con su larga trayectoria como investigador en el sector, ¿Que fortalezas y debilidades ha detectado en el sector lácteo gallego en general, y en las ganaderías en particular?
El poco tiempo que estuve en Galicia lo he dedicado en su mayor parte a tareas de laboratorio y gabinete dentro de la Facultad de Veterinaria en Lugo, vinculadas a mi tesis, matizadas con visitas puntuales a algunas granjas lecheras y al Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, por lo cual solo puedo dar una impresión muy parcial del sector lechero gallego.

En particular, me llamó la atención la gran cantidad de granjas lecheras que posee Galicia: 8 veces más que Entre Ríos en menos de la mitad de superficie, y su baja escala promedio, tanto en número de vacas como en superficie ocupada, muy dependientes de la mano de obra familiar y donde lograr un precio que retribuya el esfuerzo de lograr cada litro de leche no es tan sencillo. Esto, salvando las distancias y escalas, es muy similar a la realidad de mi zona de trabajo, con gran cantidad de tambos familiares y baja entrega diaria de leche.

Entiendo que actualmente ha mejorado un poco el precio recibido por la leche en las granjas gallegas, pero que igual es menor al de otras comarcas lecheras de España (País Vasco o Asturias, por ejemplo) y no termina de cubrir todos sus costos de producción (piensos, fertilizantes, salud y reproducción, energía, maquinaria y mano de obra).

 “La realidad de las ganaderías de vacuno de leche gallegas guarda parecido con las de Entre Ríos, en Argentina”

Pude observar que existe una tendencia a aumentar la escala productiva, mediante arriendo de más campo en algunos establecimientos, mayor número y carga de animales e incluso fusiones entre granjas vecinas. Esto, junto a la continua profesionalización que se estaría dando en los ganaderos en cuanto a manejo del ganado y de aprovechamiento del suelo, le daría más sustentabilidad a la empresa, mejorando sus niveles de eficiencia productiva. Esto es importante, siendo que algunos estudios muestran a las granjas gallegas como las más pequeñas e intensivas de España, pero con la más baja productividad, especialmente de la mano de obra, con lo cual un buen número de ellas tendrían serias dificultades para lograr rentabilidad con su negocio, al recibir precios medios en origen que no alcanzan a cubrir sus costos de producción.

Un problema que surgió en varias de las conversaciones que mantuve con granjeros y asesores, fue que el precio que recibe el productor desde la industria se reciente mucho al bajar el precio internacional de los lácteos, pero cuando aquellos suben significativamente, apenas mejora lo que reciben los productores –si lo hace-, tal como ocurre en estos últimos meses. En tal sentido, entiendo que el cooperativismo está muy arraigado en Galicia, pero que maneja muy poca proporción del segmento industrial elaborador de lácteos, situación que estaría mejorando, a partir de que se han dado fusiones entre cooperativas lecheras, tendiendo a mejorar su posicionamiento dentro del sector.

Por otra parte, pude compartir ideas y recorridas de campos con profesionales dedicados a la investigación y asistencia técnica de granjas bovinas, tanto de leche como de carne, orientadas a dar una diferenciación a su producto, sea a través de identificarlo como ecológico u orgánico y/o mediante denominación de origen (el caso de la carne de “Ternera Gallega”), iniciativas muy adecuadas para el tipo de granjas familiares y de baja escala que posee esta Comarca.

Aunque resulta difícil hacer predicciones, ¿Cuáles cree que serán los principales cambios que experimentarán las ganaderías de vacuno de leche en los próximos años para poder seguir siendo competitivas?
Luego de un período importante de caída de precios internacionales, la actividad lechera a nivel mundial se encuentra en una etapa de recomposición. Esa crisis aceleró en muchas cuencas lecheras la tendencia de reducción en la cantidad de establecimientos tamberos que se da, en mayor o menor medida, en los principales países productores. Al mismo tiempo, la producción de leche en esos mismos países se mantiene e incluso aumenta, lo cual implica que cada granja posee mayor escala de producción, sea por aumento en el número de animales, como por aumentos en la individual de producción.

De allí que aquellas ganaderías que quieran mantenerse dentro del sector, deberán definir su propia estrategia de crecimiento, ya sea en escala y/o eficiencia productiva, como en el valor de la leche que producen. Esto último es para tener muy en cuenta, especialmente en regiones como Entre Ríos en Argentina y, me animo a opinar, en Galicia, donde las escalas son muy difíciles de aumentar y el trabajo está basado en el esfuerzo familiar.

“Creo que Galicia debería diferenciarse por la calidad de su leche y por producir en ecológico”

En estas granjas se puede intentar diferenciar la calidad de leche producida, sea por su calidad y contenido de sólidos, por el tipo de sistema en el cual se produce (orgánicos o ecológicos) o incluso por la región y raza utilizada (identificación o denominación de origen). Sobre esto último, aquí en España, sobran los ejemplos y pueden mostrar el camino a nuestros productores entrerrianos. En general, dentro de la lechería argentina, con su diversidad de agroecosistemas y formas de organización, se plantea que el sistema “ideal” para todos los productores no existe.

Cada propietario o responsable de la empresa debe conformarlo, buscando una escala económica que responda a sus intereses, priorizando el armado de equipos de trabajo motivados y capacitados, dentro de un esquema productivo flexible, con alta eficiencia en la producción y aprovechamiento de los recursos forrajeros, cuidando de lograr una adecuada relación costo:beneficio. Cualquiera sea la elección de sistema a desarrollar, con diferentes niveles de intensificación y escalas, siempre deberán desenvolverse en un contexto altamente competitivo, con restricciones cada vez más precisas en término de inocuidad, ambiente y bienestar animal.

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