Las pérdidas en el maíz por la sequía ponen de manifiesto el descuido de los regadíos en Galicia

La producción en veranos como el actual llega a reducirse en algunas parcelas en más del 40 por ciento. El sector sugiere acometer pequeñas obras hidráulicas para almacenar excedentes invernales de agua de las lluvias, así como impulsar las energías renovables para sistemas de riego. Unións pide ayudas como las de Baleares para la compra de alimentos para el ganado

Las pérdidas en el maíz por la sequía ponen de manifiesto el descuido de los regadíos en Galicia

El maíz presenta una alta variabilidad de rendimientos en función de las lluvias.

Cuando viene un verano seco, como el actual, la producción de maíz puede caer en más de un 40 por ciento. La alta variabilidad de rendimientos del cultivo representa un serio revés para las explotaciones lácteas, que tienen en el maíz una parte fundamental de la ración de las vacas a lo largo de todo el año. El problema de las sequías estivales, que previsiblemente irá a más con el cambio climático, pone de manifiesto el descuido de los sistemas de regadío en el campo gallego.

Esta primavera, cuando las dificultades venían de la lluvia que retrasó la siembra, el jefe del Departamento de Pastos y Cultivos de Mabegondo, Gonzalo Flores, advertía en unas jornadas en Lalín de la importancia del agua estival para el maíz. «El 77% de la variabilidad de la producción anual de maíz se explica por las precipitaciones del mes de julio», concluía Flores en base a las investigaciones desarrolladas por el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM).

«El 77% de la variabilidad en la producción de maíz se explica por las precipitaciones de julio» (Gonzalo Flores, CIAM)

«Esa merma de la producción puede reducirse en parte con riegos estratégicos. Una buena opción consistiría en almacenar parte de los excedentes de la lluvia invernal en pequeñas obras hidráulicas», valoraba.

El julio más seco desde 1873
La construcción de balsas de almacenamiento de agua, que podrían ser financiables con cargo al Plan de Desarrollo Rural, permitiría afrontar años como el actual, con el julio más seco desde 1873, según el observatorio de datos que mantiene en A Coruña la Agencia Española de Meteorología (Aemet). Este julio, el 80% de las estaciones de medición de la Aemet en Galicia registraron menos de 6 litros por metro cuadrado. Un julio normal, las precipitaciones superan los 30 litros.

Así las cosas, en el campo se dan ya por seguras fuertes pérdidas, sobre todo en la producción de maíz, pero también en otros cultivos como la patata. Los regadíos en la comunidad son escasos, salvo en comarcas como A Limia, y en el caso de productores aislados que optaron por acometer riegos en sus parcelas de maíz, los costes eléctricos se han disparado este verano.

Las penalizaciones al autoconsumo energético lastran la implantación de energías renovables en regadíos

Desde el proyecto Resfarm, que coordina Unións Agrarias y en el que también participan Sindicato Labrego y Agaca, abogaban esta primavera por impulsar las energías renovables en los regadios, si bien también advertían de que con los actuales impuestos del gobierno al autoconsumo de energía, el periodo de amortizaciones de unos paneles fotovoltaicos se duplicaba.

Proyecto de la USC sobre agricultura adaptada al clima

La Universidad de Santiago (USC) informa hoy de que la Escuela Politécnica Superior (EPS) de Lugo liderará un programa europeo dirigido a identificar prácticas e innovaciones que contribuyan a fomentar una agricultura adaptada al clima. En el proyecto, denominado Afinet, participan universidades y centros de investigación de nueve países.

Su plazo de ejecución va del 2017 al 2020 y cuenta con un presupuesto de tres millones de euros. Coordina el proyecto la profesora del Departamento de Producción Vegetal de la EPS Rosa Mosquera.

Petición de Unións de ayudas para alimentación del ganado

La mala cosecha de este año obligará a las explotaciones ganaderas a un aumento de la compra de piensos y forrajes. El problema llega justo en un ciclo en el que las granjas de leche se ven apretadas por los bajos precios de la leche, que se prolongan desde hace más de un año, y por las deudas que arrastran, entre otras, con las empresas suministradoras de alimentación animal.

Baleares aporta hasta un 40% del coste de alimentación de los animales a causa de la sequía

Ante esta situación, Unións Agrarias pide que la Xunta habilite ayudas para la alimentación del ganado, como ya hizo este año el Gobierno de Baleares. El Gobierno balear abrió líneas de subvenciones por la sequía destinadas a las explotaciones de ganado vacuno, ovino, caprino y porcino extensivo de las islas. Las ayudas cubren hasta el 40% de los costes de alimentación, con un tope por animal.

Unións también emplazó a la Consellería de Medio Rural a habilitar en Galicia una mesa de seguimiento de los efectos que está teniendo la sequía. La organización agraria advierte de su impacto tanto en la producción de forrajes como en la hortofrutícola, en la de patatas y previsiblemente en el viñedo.

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