Lácteos Conchy, leche cruda de Friol a Madrid

Todos los miércoles por la noche sale de la pequeña parroquia de Madelos, en el ayuntamiento lucense de Friol, una furgoneta isotermo conducida por José Ángel Modia y cargada con leche acabada de ordeñar con destino a Madrid. Son 250 litros de leche cruda, sin más tratamiento que el enfriado y el envasado en botellas herméticas de litro y medio, directas a las neveras de consumidores que buscan un producto con todas las propiedades y el sabor de siempre.

La explotación familiar tiene en este momento 35 vacas en ordeño y produce unos 700 litros de leche al día. Con este tamaño parecería una explotación poco viable, pero sin embargo de ella viven siete personas. El secreto: controlar el producto de principio a fin (desde la producción, el envasado, el etiquetado, la comercializacion y mismo la distribución) para evitar intermediarios y hacerlo llegar directamente desde la granja al cliente final.

Hasta 2012 la explotación la atendía Concha. Su marido, José Ángel, tenía una pequeña empresa de excavaciones y los dos hijos del matrimonio, César y Genma, estaban estudiando, él un ciclo superior de Delineación y ella Administrativo. Pero la crisis dio al traste con el negocio de José Ángel y César y Genma no lograron encontrar trabajo en cuanto acabaron de estudiar. Así que entre todos decidieron centrarse en la granja familiar y darle un impulso por la vía de la transformación y la venta directa.

Empezaron montando un puesto en el mercado de Ponferrada donde vendían pan de Ousá de la panadería Concha y queso de Friol de Pacita, además de otros productos gallegos. Lo atendía Genma y su padre José Ángel hacía la entrega a domicilio a los clientes. En el reparto le pedían leche, queso y requesón y en la casa de los Modia siempre se habían hecho quesos, así que se decidieron.

Partieron de la técnica de la abuela para la elaboración de queso artesano de Friol

Era la abuela, Carmen Corredoira, de 86 años, la que se encargaba de eso. El modo de elaboración era artesano, al estilo tradicional de la zona de Friol, pero la producción era únicamente para autoconsumo y para vender una vez al año en la Feria del Queso que este ayuntamiento lucense organiza en el mes de marzo. “Toda la vida hicimos queso en la casa, mi abuela comenzaba en el mes de octubre a hacer quesos, uno o dos diarios, y les hacía una cama en el hórreo, donde les iba a dar la vuelta todos los días, para guardarlos para la feria del mes de marzo. Y debía tener buena mano para los quesos, porque los vendía todos en la primera hora”, recuerda César.

Así que con ese Know how en la casa, a finales del 2012 hicieron una inversión de 60.000 euros y montaron una pequeña quesería pegada a la nave de la explotación. “El primer año fue de pruebas, muchos quesos tiramos”, reconoce César. Pero en el 2014 la técnica ya estaba perfeccionada y comenzaron a vender los quesos y también leche cruda, para lo cual habían conseguido el registro sanitario en abril de 2013 después de pasar unos parámetros de calidad muy exigentes y unos controles de calidad continuos (de hecho, todos los días mandan una muestra de la leche a analizar al Ligal).

Hoy venden unos 400 litros de leche cruda envasado a la semana (250 litros en Madrid y 150 en Ponferrada) a un precio de 2,40 euros la botella de litro y medio. En Lugo también lo tienen en varias tiendas y en el supermercado E-Leclerc pero prácticamente no venden nada. “Nos aprecian mucho más el producto en Madrid o Ponferrada que aquí”, lamenta César.

“Nos aprecian mucho más el producto en Madrid o Ponferrada que aquí”

Todas las semanas reciben los encargos a través del teléfono móvil, el email o el facebook (https://www.facebook.com/lacteosconchy/), preparan los pedidos y los van a entregar directamente al cliente. Los lunes y viernes en Lugo, los miércoles y sábados en Ponferrada y los jueves en Madrid. Y a partir de este mes quieren ampliar también la distribución con entregas un día a la semana en A Coruña y en Santiago.

Los clientes son variados, desde domicilios particulares a tiendas de alimentación, bares y restaurantes o grupos de consumo responsable. “Incluso hay algún gimnasio en Madrid que nos pide leche para sus clientes, porque es una fuente muy importante de proteína”, cuenta Carlos.

El suyo es un producto natural, directo de la vaca al consumidor y sin ningún tipo de tratamiento, pero desde luego no es un producto kilómetro cero. Desde Friol a Madrid hay unos 500, así que para rentabilizar el viaje en la furgoneta llevan también otros productos gallegos para sus clientes. De otro modo, con leche sola, posiblemente el viaje no fuese rentable ni el negocio viable.

Producto del día y bajo pedido

Tanto la leche como el queso fresco que Lácteos Conchy vende es bajo pedido. “Son productos del día, la leche envasada es acabada de ordeñar y el queso se hace ese mismo día y su caducidad es corta, en el caso de la leche solo dos días, así que tiene que ser a demanda, porque no podemos volver con sobrantes porque tendríamos que tirarlos”, explica Concha.

Ella es la encargada de hacer los quesos junto a su hija Genma, que es quien le ayuda. Hacen queso cinco días a la semana con la leche que acaban de ordeñar por la mañana. Entre la leche que venden cruda y la que precisan para hacer los quesos logran gastar un 60% del total producido en la explotación; el otro 40% de excedente lo venden a la cooperativa Agris.

“Este mes comenzarán a vender en Santiago y en A Coruña”

Hacen también queso cremoso, con 15 días días de curación en una pequeña cámara que tienen al lado de la zona de elaboración y de envasado de leche. En total, producen unos 200 quesos frescos a la semana y otros tantos curados. No están en la denominación de origen Arzúa-Ulloa y justifican su decisión: “Mi denominación es Conchy, queso de Friol; tengo mi marca y los hago a mi manera”, argumenta Concha.

As vacas de Lácteos Conchy están en pastoreo