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La Federación Rural Galega (Fruga) está detectando nuevos problemas en la recogida de la leche. Un primer comprador de la comarca del Deza está comunicándole a parte de los productores que lleva que les dejará de recoger la leche a partir del 1 de julio, lo que obliga a los ganaderos a maniobrar estos días para buscar a un comprador para la leche, una situación complicada en el actual contexto.
La organización agraria critica también las presiones que entiende que está introduciendo Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), propietaria de las marcas Larsa y Clas, ya que está advirtiendo a los ganaderos de que sólo recogerá un 5% más de los volúmenes contratados, por lo que en caso de sobrepasar esas cantidades, podría dejar de llevar la leche de las explotaciones afectadas.
Desde el sector recuerdan que Capsa ya está pagando sólo el precio de mercado por el 80% de la leche recogida, en tanto el otro 20% se paga a precio referenciado a los productos industriales (leche en polvo, mantequilla). Se critica también el diferencial de precios entre los ganaderos asturianos de Capsa y el precio que esta empresa paga en Galicia.
Desde la Fruga, su coordinador, Manuel Dacal, se muestra preocupado por la «incapacidad» de la industria española para abastecer el mercado interior, deficitario en productos lácteos y netamente importador. «Teniendo un mercado español deficitario, esta situación en la que parece que sobra leche en el campo no se entiende. Es precisa la actuación de las Administraciones», demanda.
