La falta de base territorial reduce la competitividad de las granjas de vacuno de leche gallegas

Fue una de las conclusiones de las XIV Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro. La comparación de las explotaciones lácteas de Galicia con Bretaña, revela que esta tiene menores costes de alimentación porque produce más forrajes propios al disponer de más superficie

La falta de base territorial reduce la competitividad de las granjas de vacuno de leche gallegas

Mesa redonda celebrada este jueves en las Xornadas Técnicas de Vacún de Leite de Seragro

La falta de base territorial para producir más forrajes propios lastra la competitividad de las ganaderías lácteas gallegas frente a otras regiones productoras de leche de la Unión Europea, y en concreto la Bretaña francesa.
Esta es una de las conclusiones de la mesa redonda celebrada este jueves en Lugo con expertos gallegos, españoles y franceses dentro de las XIV Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche de Seragro.

Los costes de producción en Bretaña, según explicó Stéphane Saille, responsable de Márketing e Innovación de BCEL Ouest, una empresa que presta servicio a más de 5.500 productores, se sitúan en este momento 316 euros por cada 1.000 kilos de leche. En Galicia está en 363 euros según los datos aportados por Gonzalo Gómez Grobas, ingeniero del área de gestión Técnico Económica de Seragro, a partir de los datos de sus granjas en gestión.

¿Y que provoca estas diferencia de costes de producción, crucial en un nuevo escenario de precios de la leche muy variables? La disponibilidad de base territorial. Mientras que en Bretaña la media es de 67 animales por explotación y de 89 hectáreas de base territorial -de las que hasta 26 se llegan a dedicar a cultivos para la venta, sobre todo cereales- en Galicia la media ronda las 40 cabezas, pero la superficie media apenas supera las 20 hectáreas, según datos del sector

Esta menor disponibilidad de tierras para el cultivo de forrajes aumenta en Galicia los costes de alimentación -el principal capítulo de gasto, alrededor del 60% del total-: unos 145 euros por cada 1.000 litros frente a los 94 euros por cada 1.000 litros de los bretones, según se desprende de los datos aportados por los técnicos de ambas regiones productoras.

Otro dato revelador es la utilización de concentrado: mientras que en Bretaña la media, según los datos aportados por Stéphane Saille está en 130 gramos por litro, en Galicia ronda los 300 gramos.

En Bretaña tienen menor coste de recría que en Galicia por el mayor uso de pastoreo

La falta de suficiente base territorial de las explotaciones de vacuno de leche de Galicia también repercute en el mayor coste de las novillas, el segundo mayor capítulo de gasto de una ganadería de vacuno de leche, después del de la alimentación. Así, y según los datos aportados por Gonzalo Gómez Grobas a partir de las explotaciones en gestión de Seragro, el coste de recría de una novilla para el primer parto se sitúa en 1.803 euros, mientras que en Bretaña baja a los 1.300 euros. “En Bretaña las novillas se alimentan principalmente en base a pasto, sobre todo de las parcelas más difíciles para el cultivo, y esto permite bajar los costes de recría hasta una media de 1.300 euros”, explicó Stéphane Saille. En cuanto a la alimentación, el técnico francés recordó que “en nuestras ganaderías de leche no se compran forrajes como alfalfa o paja, porque prácticamente todos los forrajes se producen en la granja”.

Por su parte, Gonzalo Gómez Grobas, de Seragro, subrayó que “la principal diferencia entre Galicia y Bretaña es que ellos tienen más disponibilidad de tierra y menores costes de alimentación, al trabajar con más forrajes propios y con menos concentrados, mientras que aquí tenemos un problema de falta de disponibilidad de tierra”, sobre todo en las ganaderías más dimensionadas, las que producen más de 1 millón de litros al año, que son las que tienen el mayor gasto en compra de comida.

Resumen de las ponencias de la primera jornada de las jornadas de Seragro

Unas mil personas pasaron este jueves por el auditorio de la Facultad de Veterinaria de Lugo para acudir a la sesión inaugural de las XIV Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche organizadas por la cooperativa Seragro.

Cultivo de haba y de guisante forrajeros

La ponencia inaugural corrió a cargo de la investigadora del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo de Asturias (Serida), Adela Martínez-Fernández, que abordó el cultivo de leguminosas forrajeras adaptadas a las condiciones agroclimáticas de la Cornisa Cantábrica en rotación con el maíz. Entre las que suponen una alternativa al raigrás italiano están la haba y el guisante forrajero.

Del haba, la experta destacó su alta producción y aportación proteica, que permite reducir la cantidad de concentrado de la ración, y su adaptación a todo tipo de suelos. En el caso del guisante, subrayó su alto valor nutritivo y su buen funcionamiento en asociación con cereales forrajeros como la avena o el triticale, si bien requiere terrenos bien drenados porque no tolera el encharcamiento.

Cría de novillas y problemas podológicos

Pedro Codesido durante su ponencia.

Pedro Codesido durante su ponencia.

A continuación fue el turno de uno de los ponentes más esperados, la del doctor veterinario Robert Corbett (EE. UU.). Su charla estuvo centrada en cómo hacer una recría eficiente desde el nacimiento de la ternera hasta el parto a través del manejo y de la alimentación, atendiendo a aspectos como la importancia del calostro, el planteamiento adecuado de los lactoreemplazantes, la frecuencia y el volumen de las tomas, el momento ideal del destete, la composición nutricional de los piensos de arranque, la composición de las raciones o el programa de vacunaciones.

Lo relevó en el estrado el técnico de Podología de Seragro Pedro Codesido, que habló de la importancia de dedicarle tiempo a la recogida de información dentro de la granja para descubrir las múltiples razones de las lesiones podais y su relación con factores como la edad, la producción, la genética, la lactancia, la fertilidad o la época del año.

Estos datos le permitirán al ganadero valorar con rigor a problemática en cada caso y tomar la decisión más acertada. La reflexión de Codesido se centró en la prevención, pero no solo sobre la pezuña sino a partir del conocimiento de los factores que están creando problemas en cada caso.

Gestión de las explotaciones y situación de la ganadería de vacuno de leche en Bretaña

La sesión vespertina puso el foco en la gestión técnico-económica de las explotaciones. El ingeniero agrónomo Gonzalo Gómez, responsable de este área dentro de Seragro, abrió el bloque de sesiones de tarde. Insistió en la importancia de conocer a fondo los diferentes gastos e ingresos de las explotaciones para ver cuáles son sus puntos fuertes y débiles y analizar dónde se puede actuar. Entre los puntos débiles de las ganaderías gallegas, Gómez consideró la escasez de tierras como el más importante.

El siguiente en participar fue Stéphane Saille, otro técnico de gestión que desempeña su actividad en una empresa de servicios de la Bretaña francesa a la que están asociados 5.500 productores de leche con un total de 385.000 vacas.

Saille expuso las principales tendencias del sector en esta región gala y repasó los factores clave de su desarrollo. Destacó la buena articulación del sector y las muchas posibilidades que tienen los ganaderos para asesorarse; el dinamismo del tejido económico; el clima propicio para la producción de forrajes; la modernización de las granjas y el buen nivel técnico en alimentación, calidad de la leche y recría, entre otros.

“El ganadero es ante todo un empresario y como tal debe actuar”

El contrapunto vino de la mano del economista, profesor y asesor de granjas Antonio Pallarés, que abordó la producción láctea como un negocio que, como tal, debe tener su visión estratégica, económica y empresarial.

El experto hizo hincapié en que “el ganadero es ante todo un empresario y como tal debe actuar”. Su principal función es dirigir, actividad que se concreta en tres niveles: planificación, fijación de objetivos y, en último término, ejecución.

Pallarés insistió en conceptos como la definición de negocio y las estrategias competitivas, que dividió en estrategias por liderazgo de costes y estrategias por diferenciación. También explicó algunas claves para afrontar la crisis de precios pero concluyó con la máxima de que “lo importante es tener clara la estrategia y los objetivos”.

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