Un grupo de ganaderos de las comarca del Deza llegaron a un acuerdo con agricultores de la comarca de A Limia para que estos les cultiven maíz forrajero para su ganado. Se trata de seguir el modelo puesto en marcha en otras zonas, como Covap en Córdoba, y externalizar la producción de este cultivo, que en los últimos años redujo sus producciones en la provincia de Pontevedra debido a los ataques de los jabalís y a la sequía estival.
En este proyecto piloto participan diez ganaderías, unas socias de la cooperativa Cobideza y otras afiliadas a Unións Agrarias, y 3 agricultores de A Limia que producen patata.
En este primero año el compromiso es producir en A Limia 2.000 toneladas de maíz forrajero
Los agricultores limianos se comprometen a producir en este primera fase unas 2.000 toneladas de maíz forrajero, con unas calidades mínimas del 30% de almidón y del 30% de materia seca. El precio será variable en función de las calidades y de si Cobideza realice también la cosecha con su maquinaria o no.
“Llevamos ya tiempo hablando de este acuerdo y este año dio sus frutos con un contrato firmado entre las dos partes. Va a ser beneficioso para ambos: a los ganaderos nos permitirá asegurar una producción de maíz forrajero de calidad y en cantidad, aunque seguiremos cultivando maíz, pero solamente en las parcelas más aptas y donde esté asegurado un buen rendimiento, destinando las otras a hierba o a pastoreo. Y para los agricultores de A Limia les va muy bien, pues les permite rotar las parcelas con el cultivo de patata y cereales, evitando problemas fitosanitarios”, explica Román Santalla, presidente de Cobideza.
La comarca de A Limia fue escogida también por la disponibilidad de regadío -se hará mediante goteo- que asegura rendimientos superiores a las 50 toneladas de materia húmeda por hectárea, y por las buenas comunicaciones, a través de la autovía A-52 y de la AP-53, sin peajes hasta Lalín. Además, la disponibilidad de purines ganaderos en la comarca, fundamentalmente de porcino y de avicultura, permite bajar los costes de producción.
En el acuerdo firmado, a parte de estipular el número de toneladas y los precios, también se detallan las calidades e incluso el calibre del picado. Si esta prueba piloto funciona satisfactoriamente la intención de las dos partes es ampliarlo en los próximos años.