Ganaderos del Deza denuncian ataques «casi a diario” de los lobos y piden a la Xunta que intervenga

Ganaderos del Deza denuncian ataques «casi a diario” de los lobos y piden a la Xunta que intervenga

Novilla devorada por los lobos ayer en Rodeiro

Ganaderos de la comarca del Deza denuncian los crecientes ataques de manadas de lobos al ganado vacuno, mismo a la plena luz del día. El último fue la pasada tarde, en la aldea de Barregallos, en el ayuntamiento de Rodeiro, cuando una manada de estos cánidos mató a una novilla que pacía en un prado. Se trata del segundo ataque en 15 días a la misma explotación, una ganadería de 70 vacas de leche, propiedad de Carlos Daparte. Se da el caso de que esta ganadería tampoco puede sembrar maíz forrajero debido a los ataques del jabalí.

En esta comarca, al igual que en otras de Galicia con vocación ganadera, es frecuente hacer pastoreo con las vacas secas y con las novillas durante el día, una práctica que cada día se está volviendo más difícil por la presión de los lobos.

El secretario de ganadería de UPA, Román Santalla, visitó esta mañana a la ganadería afectada para mostrarle su apoyo. Santalla aseguró que “los ganaderos de las comarcas del Deza, Tabeirós y Terras de Montes estamos muy preocupados porque últimamente está habiendo ataques de los lobos al ganado casi a diario, incluso a plena luz del iba, y eso que calculamos que sólo se notifican ante la Xunta de Galicia alrededor del 25% de los ataques”.

 “Está habiendo ataques de los lobos a plena luz del día”

Santalla considera que esta situación “hasta cierto punto era previsible porque hay un aumento clarísimo de las manadas de lobos en la comarca y estos no tienen que comer, ya que el ganado que muere no se puede llevar al monte y el jabalí es una presa difícil para el lobo en una zona boscosa y con mucho matorral como esta”.

Le demandan a la Xunta que actualice las indemnizaciones, contemple el lucro cesante y controle la sobrepoblación de lobos

Ante esta situación, el responsable de ganadería de UPA le pidió a la Xunta de Galicia, y en concreto a la Consellería de Medioambiente, “que pague los daños provocados por el lobo en tiempo y forma, sin racanerías en las valoraciones, y en un plazo razonable, porque los ganaderos no pueden esperar hasta dos años para cobrar la indemnización”.

Además, Santalla le reclama a la Administración autonómica que actualice las ayudas para que las peritaciones se adapten al valor real del ganado -para una novilla de menos de 2 años la indemnización establecida es de 871 euros, cuando su precio en el mercado suele superar los 1.400 euros- y se contemple también el pago del lucro cesante. “No es sólo la novilla o el becerro que se pierde por el ataque de los lobos, sino que después los animales no comen, y es frecuente que haya abortos en las vacas preñadas del resto del rebaño, así como reabsorciones embrionarias en las que están recién preñadas”, advierte Santalla.

Por último, el responsable de ganadería de UPA le reclama a la Xunta que “con los estudios científicos pertinentes, realice medidas de control de la población de lobos, ya que en estas comarcas del Deza, Tabeirós y Terra de Montes hay una clarísima sobrepoboación”.

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