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Un grupo de tres ganaderos de la directiva de la cooperativa Cobideza visitó este lunes la comarca ourensana de A Limia para ver in situ la evolución de los cultivos de maíz forrajero que por segundo año consecutivo cultivan en la zona.
En total, este año participan 6 ganaderías de vacuno de leche de la comarca del Deza que comprarán el maíz forrajero al agricultor Luis Carlos Fernández. Mediante un contrato entre ambas partes, el agricultor limiano se compromete a proporcionar a los ganaderos 2.000 toneladas de maíz forrajero picado, con unas calidades de alrededor del 33% de almidón y con un precio puesto en destino de 54 euros la tonelada.
«El resultado del año pasado fue muy bueno y este año repetimos porque la comarca de A Limia, por sus condiciones climáticas, de grandes parcelas y de disponibilidad de regadío, nos permite acceder a un forraje de buena calidad», destaca Román Santalla, presidente de Cobideza.
Los motivos que llevaron a los ganaderos de vacuno de leche del Deza a externalizar la producción de maíz son variados: el más común es el problema de los ataques de los jabalís a los cultivos, pero también los hay que lo hacen por falta de tiempo o para reducir la superficie dedicada a este cultivo y sólo sembrarlo en las parcelas que aseguren el mejor rendimiento. A partir de mediados de mes se prevé que se inicie la cosecha del maíz forrajero en A Limia con destino a las ganaderías dezanas.
Carlos Fernández, agricultor que cultiva maíz forrajero para los ganaderos, en una de sus fincas
