Ganadería “O Cobelo”: Apuesta por la energía solar y por el cebo de terneros

Visitamos esta ganadería con 120 vacas en ordeño que se encuentra en el ayuntamiento ourensano de Sarreaus. Hace un año instalaron un sistema de placas solares para reducir la factura eléctrica. También ceban los terneros en la propia explotación

Ganadería “O Cobelo”: Apuesta por la energía solar y por el cebo de terneros

Rosa Pérez Rúa en su ganadería

Ganadería “O Cobelo” es una explotación de vacuno de leche familiar situada en la aldea de Lodoselo, en el ayuntamiento ourensano de Sarreaus. Este es uno de los últimos reductos de la producción de leche en la provincia de Ourense, ya que solo en este lugar se contabilizan 4 ganaderías de vacuno de leche profesionales.

José Rúa comenzó con el vacuno de leche en el año 1985, con 2 vacas y 6 becerras en un pequeño establo pegado a la casa. “Entonces la leche era lo que daba más dinero, y aquí en la comarca de A Limia había muchas ganaderías, antes de que llegaran las cuotas y la reestructuración del sector, que llevó a muchas explotaciones a pasarse a granjas de porcino, de aves o aLl cultivo de la patata”, explica Rosa Rúa, una joven veterinaria que en el 2016 decidió tomar el relevo en la explotación familiar. “Es algo que me gusta, para lo cual estudié y, sobre todo, ya tenía la mayor parte de las inversiones realizadas”, explica. “Solo se trataba -subraya- de continuar con un negocio en el que mis padres habían invertido mucho dinero y esfuerzo”.

A día de hoy ganadería “O Cobelo” cuenta con 260 cabezas de ganado en un establo que construyeron en el año 2000, pero que ya se les está quedando pequeño. Y es que a lo largo de este año prevén pasar de 120 a 150 vacas en ordeño, con la consiguiente necesidad de más espacio. “Tenemos capacidad para crecer porque somos autosuficientes en forraje y en esta zona hay disponibilidad de parcelas de buen tamaño, llanas y también de abono ganadero”, destaca Rosa. En la granja trabajan ella, dos empleados y, a tiempo parcial, su marido, que también posee dos granjas de porcino con más de 2.000 cabezas.

Un sistema con el que esperan ser autosuficientes en energía eléctrica durante 6 meses al año

Uno de las inversiones más importantes que realizaron en los últimos años fue la instalación de un sistema de placas solares para autoabastecerse en energía eléctrica. “Veníamos pagando entre 1.000 y 1.200 euros al mes de factura a Fenosa. Es un gasto fijo muy importante y que queríamos reducir”, explica Rosa.

Baterías nas que almacenan a electricidade que xeran as placas solares

Baterías nas que almacenan a electricidade que xeran as placas solares

La idea surgió de un amigo de la familia, un ingeniero portugués que lleva años instalando este tipo de dispositivos en el país vecino. “Hacía años que nos hablaba del tema y el pasado mes de octubre nos decidimos a instalarlo”, comenta José Rúa, padre de Rosa.

Las 64 placas solares están instaladas en el techo del establo y cubren una superficie de unos 180 metros cuadrados. La energía fotovoltaica que producen se almacena en 48 baterías que proporcionan energía eléctrica tanto para el funcionamiento de la explotación (sala de ordeño, arrobadera, alumbrado, tanques de frío..etc.) como para la vivienda familiar.

 “De abril a octubre contamos cubrir el 100% de nuestro consumo eléctrico”

“En un día de pleno sol las placas solares producen unos 5.000 vatios por hora y cargan las baterías y para cubrir nuestras necesidades precisamos unos 15.000 vatios al día. Durante los meses de invierno estimamos que la factura se reduzca entre un 30 y un 50% y desde el mes de abril hasta octubre contamos con ser autosuficientes y no necesitar de Fenosa, a no ser que haya una avería”, añade.

Eso sí, de momento la energía eléctrica sobrante no pueden verterla a la red ya que en España, a diferencia de la mayoría de los países de nuestra entorno, se penaliza la producción de este tipo de energía por parte de particulares a la hora de venderla a las compañías eléctricas.

En cuanto al coste de todo el equipo y de la instalación ascendió a 64.000 euros, y contaron con una subvención del 50% por parte del GDR Limia-Arnoia. “Estas tecnologías se abarataron en los últimos años y pienso que es algo que se va a pagar solo. Si se cumplen las previsiones, en 3 años tendríamos amortizada la inversión”, destaca José Rúa.

La apuesta de Ganadería “O Cobelo” por la solar fotovoltaica sirvió de ejemplo en la comarca y de hecho ya son varias las granjas y también otros negocios, como restaurantes o talleres, los que están instalando también placas solares.

As placas solares ocupan uns 180 metros cadrados no teito do establo

As placas solares ocupan uns 180 metros cadrados no teito do establo

La importancia de la calidad de los forrajes

Pero la principal energía para que funcionen los 260 animales de ganadería O Cobelo sigue estando en la tierra, en las 140 hectáreas, la mitad en alquiler, con las que producen los forrajes para alimentar al ganado. En 60 hectáreas siembran maíz forrajero, normalmente ciclos largos, excepto en un año como este. Reservan para este cultivo las tierras más húmedas y de mayor calidad de forma que , a pesar de no contar con regadío, logran una producción media superior a las 50 toneladas de materia húmeda por hectárea, con un 33% de almidón.

En las otras parcelas siembran raigrás y una mezcla de avena y veza para ensilar. “Es un forraje que aporta mucha calidad proteica, con lo que ahorramos en pienso”, destaca Rosa.

 “Ensilamos un forraje de veza y avena porque aporta mucha proteína”

De esta forma, la ración para las vacas en producción en esta ganadería es de 30 kilos de silo de maíz, 13 kilos de hierba, veza y avena; 1,5 kilos de hierba seca y 10 kilos de pienso, que baja a 2,5 kilos para las vacas secas.

Con este menú en Ganadería O Cobelo logran una producción media de 38 litros por vaca y día con unas calidades media de 4,2 de grasa y 3,5 de proteína. “Tenemos las calidades altas gracias tanto a la genética cómo a la alimentación. La industria a la que le vendemos la leche, Leche Celta, prima las calidades y vamos a seguir por ese camino”, afirma.

Todos los trabajos, excepto el ensilado del maíz y de la hierba, los hacen con maquinaria de la propia explotación, y para hacer la ración emplean un carro arrastrado

Cebo de los terneros en la propia granja

En cuanto a los acoplamientos, en Ganadería O Cobelo buscan ante todo caracteres funcionales: buenas patas, buenas ubres, producción y calidades. En las novillas emplean semen sexado y en las vacas de mejor genética y en las primerizas ponen semen de toros de buena clasificación. “En el resto, en alrededor del 25% de las vacas, inseminamos con Limousin y Angus, sobre todo por la facilidad de parto”, explica Rosa Pérez Rúa.

Precisamente, otra característica diferenciadora de esta ganadería es que ceban los becerros en la propia explotación. “No compensa mucho vender los novillos a 100 euros, por lo que decidimos desde hace años cebarlos en la propia granja. Tenemos forraje en abundancia -solo de maíz recogen unas 2.500 toneladas- y eso nos permite abaratar los costes”, reconocen.

«Cebamos los becerros porque tenemos forraje de sobra y nos suponen un ingreso complementario”

En total, venden unos 50 becerros cebados al año, lo que supone un ingreso interesante, sobre todo en épocas de bajos precios de la leche.

Hasta ahora los vendían directamente la carnicerías de la comarca, pero desde hace unos meses los comercializan a través de COREN, la cooperativa que también les suministra el pienso y les presta el servicio de nutrólogo. “Decidimos venderlos a través de COREN por la comodidad, ya que de una vez ya llevan todos los becerros y no tienes tu que andar buscando salida a cada uno”, reconoce Rosa.

Futuro: Seguir creciendo y mejorar las instalaciones

En cuanto al futuro, en Ganadería O Cobelo prevén construir unas nuevas instalaciones para las novillas y para los terneros. Y a corto plazo, en los próximos meses ampliarán el establo para las vacas en producción, con más cornadizas y camas para llegar a 150 vacas en ordeño a finales de este año.

Como conclusión, Rosa Pérez Rúa destaca que sus claves para la rentabilidad en su ganadería son “buena salud de patas y pezuñas, calidad y buena conservación de los forrajes, un buen encalostrado de los becerros y realizar desparasitaciones”.

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