¿Es el pastoreo una alternativa para las ganaderías actuales en Galicia?

El especialista Eloi Villada Legaspi aborda las posibilidades que ofrece el pastoreo a las granjas de vacuno de leche gallegas. Los precios de los forrajes y la hierba, la disponibilidad de pasto o las demandas del consumidor son algunos de los aspectos a valorar en una transición hacia el pastoreo

¿Es el pastoreo una alternativa para las ganaderías actuales en Galicia?

«La hierba ha dejado de tener interés para la inmensa mayoría de las ganaderías de vacuno de leche», apunta Eloi Villada Legaspi, quien trabajó hasta su jubilación en el Fondo Gallego de Garantía Agraria (Fogga) a la par de haber sido presidente de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes (SGPF). El experto indicaba en las jornadas sobre Pastoreo celebradas recientemente en Lalín (Pontevedra), que en los últimos tiempos «se ha perdido la cultura de la hierba» y con ella los conocimientos sobre su gestión y manejo para conseguir una mayor eficiencia en el rebaño.

«En los últimos tiempos se ha ido perdiendo la cultura de la hierba», Eloi Villada, expresidente de la SGPF

El experto apuntó en esta jornada algunos aspectos a tener en cuenta para valorar, como ya están haciendo otros países europeos, una vuelta al pastoreo, incluso para aquellas ganaderías que optaron por sistemas más intensivos. Cuestiones como los precios de los forrajes, la disponibilidad de pasto en Galicia o las peticiones del consumidor motivan que el pastoreo sea una opción a considerar.

El pastoreo en Europa

En Galicia abundan y proliferan las ganaderías que optan por sistemas intensivos de producción donde el pasto ha quedado relegado. Mientras, en Europa, aunque también hay una tendencia a que las ganaderías de pastoreo vayan a menos, están haciendo esfuerzos por impulsarlas. Es el caso, por ejemplo, de los Países Bajos, donde en 1995 las granjas en las que las vacas salían a pastar suponían menos del 10% y en el 2015 representaban más del 30%. «El prestigio de este tipo de producción o el respeto a la biodiversidad son algunos de los motivos que hicieron volver al pastoreo en Holanda», explica Eloi.

Holanda impulsó en el 2012 el llamado Pacto del Pastoreo que, de no producirse dilaciones, comenzará a ser obligatorio en el 2020. «Manejaron unos tiempos de transición largos para conseguir la adaptación de los productores», apunta Eloi. El pacto obliga a que las ganaderías holandesas tengan que pastar un mínimo de 6 horas al día durante 120 días.

Las ganaderías holandesas tendrán que pastar un mínimo de 6 horas al día durante 120 días a partir del próximo año

Esta obligación se tradujo en un incremento de los precios de la leche que ya comenzaron a comprobar los productores. La Friesland Campina, considerada la mayor cooperativa de Europa, abonaba una prima de 0,5 céntimos de euro el litro de leche a sus productores en el 2012 y en estos años los precios están situándose ya en 1,5 o incluso han llegado a 1,8 céntimos de euro a mayores por litro, como apunta Villada.

En Francia, el pastoreo está siendo una opción cada vez con mayor apoyo, puesto que alrededor del 92% de las ganaderías llevan las vacas al pasto. «Está mal visto no pastorear», indica Villada. Pese a que las sequías del verano reducen las posibilidades de pastoreo en zonas del país galo, las producciones más abundantes durante los otoños de los últimos años están compensando la situación, según explica el experto.

Otras zonas como Irlanda ya apostaron hace tiempo también por el pastoreo incorporando sistemas de ordeño robotizado en el prado o de cierres virtuales que facilitan el manejo del rebaño en el pasto.

Razones para volver al pastoreo

Villada recuerda la rápida evolución que el sector lácteo experimentó desde los años 60 que llevó tanto a la reducción del número de granjas como al incremento e intensificación de estas, así como a los cambios en la alimentación. «Durante años estuvimos buscando el óptimo aprovechamiento de la hierba y el uso eficaz del concentrado para poder producir», rememora el experto el trabajo de la Agencia de Desarrollo Ganadero.

Cuanto más alta es la ingesta de pasto en la dieta de las vacas menores son los costos y mayores los beneficios de la ganadería

En esta época, Villada apunta que era preciso centrar los esfuerzos en eso puesto que el kilo de concentrado llegaba a valer el triple del litro de leche. «Los precios se fueron equilibrando, dependiendo de la época. Ahora la mayoría de las granjas son más grandes, tienen más ganado en menos superficie pero también emplean muchos inputs», explica.

En esta línea, el precio de las materias primas y el consumo del concentrado es una de las razones que apunta Villada para valorar el empleo del pastoreo. «El kilo de materia seca de hierba verde en el pasto es el más barato de todos los forrajes», apunta Villada. Así, según los datos manejados también por expertos internacionales en un estudio desarrollado entre 2012 y 2013, se estima que el ahorro económico es de 8,2 céntimos por litro en granjas en las que las vacas pastan entre 1.000 y 2.000 horas al año. «Cuanto más alta es la ingesta de pasto en la dieta de las vacas menores son los costos y mayores los beneficios de la ganadería», concluye Villada.

«Al igual que hacen en otros países, como Holanda, deberíamos centrar los esfuerzos en conservar sólo lo que sobra»

Junto al precio, otra de las ventajas que ofrece el pasto en Galicia es la disponibilidad. «El clima que tenemos nos sirve para tener pastos de calidad», indica Villada. Además, el aprovechamiento de la hierba en el prado puede hacerse durante 8 o incluso 11 meses, con lo que esa rentabilidad se prolonga durante la mayor parte del año.

El pastoreo lleva también una reducción de hasta un 50% de la necesidad y costos de los forrajes. «Al igual que están haciendo en otros países, como Holanda, deberíamos centrar los esfuerzos en conservar sólo lo que sobra, en vez de procurar forrajes como objetivo de la campaña», reflexiona Eloi.

A la par de reducir los costos de los forrajes, el pastoreo también implica una reducción de los purines y de la acumulación de gases de efecto invernadero en la granja puesto que ya se está haciendo un abonado de las praderas de forma más sostenible. Asimismo, como indica Villada, bajan los consumos energéticos en la granja y los asociados a la maquinaria, puesto que los animales permanecen fuera buena parte del tiempo.

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Ganaderos y ponentes participantes en la jornada de pastoreo celebrada en Lalín.

La apuesta por el pastoreo

Como destaca Villada cada vez se están viendo más casos de ganaderías que apuestan por volver a llevar las vacas al pasto. «El pastoreo ya no es cosa de ganaderías pequeñas sino que cada vez más rebaños de mayor tamaño salen al pasto, pese a las limitaciones de tierra idónea que podemos tener en Galicia», explica.

«El pastoreo ya no es cosa de ganaderías pequeñas sino que cada vez más rebaños de mayor tamaño salen al pasto»

Así, el experto da cuenta de algunos casos de ganaderías que optaron recientemente por el pastoreo. Uno de los ejemplos señalados por Villada fue el de una ganadería de A Pastoriza (Lugo) con un rebaño de 120 vacas que lleva al pasto. Hay también quien opta por reducir animales antes de comenzar con el pastoreo o quien apuesta por sistemas de alimentación que permitan suministrar el pienso en la sala de ordeño, en función del pasto.

Villada reconoce que uno de los mayores obstáculos del pastoreo es que se trata de un sistema complejo, que requiere de mayor formación especializada, ya que es más variable que otros sistemas de alimentación. A esto se añaden las dificultades de disponibilidad de tierra que se encuentran en muchas zonas de Galicia.

Las dificultades para contar con parcelas adecuadas para el pasto y la falta de formación sobre el sistema son algunas de las trabas al pastoreo

Esta fue precisamente una de las dificultades que refirieron ganaderos de la zona del Deza (Pontevedra) como José Ojea, con una ganadería en Lalín, o Alberte Lamazares, de Rodeiro, que participaron también en la jornada exponiendo su experiencia como ganaderías en pastoreo.

«No es fácil que los ganaderos optemos por el pastoreo. Yo tengo parcelas a las que no puedo llegar a ellas con el pastoreo, y como a mí le pasa a muchos ganaderos. Si no se mira por facilitar el pastoreo, cada vez van a ser menos las ganaderías que apuesten por el», apunta Ojea. Lamazares coincide en señalar que «es preciso que no nos pongan más trabas a la gente que optamos por el pastoreo. Se necesita asesoramiento y formación para aquellos que nos decidimos por este sistema», reclama el ganadero.

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