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Leche Celta, propiedad de la cooperativa portuguesa Lactogal y con planta en Pontedeume (A Coruña), es hoy una de las principales industrias lácteas de Galicia, disputándose el segundo puesto en recogida de leche con Corporación Alimentaria Peñasanta.
Con alrededor de 1.000 ganaderos que le suministran materia prima en Galicia, y unos 460 millones de litros recogidos en el último año a nivel nacional, una de sus apuestas estratégicas es la producción de leche ecológica.
José González Vila, jefe de compras de Leche Celta, explicó en la pasada III Reunión de Primavera de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes, que se celebró en Friol (Lugo), que es lo que ofrece esta empresa a las ganaderías de vacuno de leche que se quieren pasar a ecológico. Con él hablamos de este nuevo mercado y de la situación del sector lácteo en general.
¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a Leche Celta a entrar en el mercado de la leche ecológica?
Entramos en abril de 2016 a recoger la primera leche ecológica, y en las mismas fechas empezamos a tener contactos con ganaderos que estaban en convencional para que se pasaran a ecológico. En este momento Leche Celta se provee de leche ecológica de 7 ganaderías: tres de Galicia,una de Madrid y tres de Asturias.
A lo largo de 2017 nuestro objetivo es envasar 3,4 millones de litros de leche ecológica, lo que supondrá un incremento de un 80% con respecto al 2016. Nuestro plan es seguir creciendo, sobre todo en 2018, pues tenemos que tener en cuenta que en este momento tenemos 40 ganaderías en conversión a ecológico.
Es decir, podríamos en 2018 multiplicar por tres nuestra producción de leche ecológica, hasta el entorno de los 11 millones de litros anuales, siempre y cuando los ganaderos en ecológico sigan en este sector y que ninguno de los que están en conversión se quede por el camino en este proceso. Hay que tener en cuenta que algunos expertos advierten de que entre un 25 y un 30% de las ganaderías que en Galicia se apuntaron a pasarse a ecológico, finalmente no seguirán, por diversos motivos.
¿Donde se encuentra el mercado de vuestra leche ecológica?
Es un mercado exclusivamente nacional: empezamos envasando leche ecológica para una gran cadena de distribución y ahora ya tenemos dos. Y eso lo podremos completar con nuestra marca propia de Leche Celta. Es decir, estamos apostando por este sector para quedarnos.
El potencial de crecimiento del mercado de producción de leche ecológica en España queremos que sea sobre todo en la Cornisa Cantábrica y en Galicia. Tenemos que acompasar la producción a la fuerte demanda que hay a nivel internacional. El consumidor cada vez valora más el bienestar animal, la protección del medio ambiente y ver esa imagen de las vacas pastando.
Vemos que globalmente desciende el consumo de leche líquida, pero aumenta en leche ecológica y queremos aprovechar ese mercado.
¿Qué condiciones contractuales les ofrece Leche Celta a los ganaderos en ecológico?
No tenemos ningún límite a medio y largo plazo porque necesitamos más ganaderos de vacuno de leche que quieran producir en ecológico. De momento, no hay limitación ni de número de ganaderos ni de litros por parte de nuestra empresa.
En cuanto a los precios, están en el entorno de los 0,50 euros por litro, más calidades. Esa es ya una realidad que ya estamos practicando. Los contratos que tenemos son por dos años de conversión más dos años en ecológico. Estamos hablando de contratos a 4 años, y si algún ganadero lo quisiera alargar a 5 años también estamos dispuestos.
«A los ganaderos en ecológico les ofrecemos un precio fijo a 4 años e incluso a 5»
Garantizamos por tanto un precio para los próximos 5 años y a nivel global veo mucha estabilidad de los precios en los próximos 4 o 5 años. Para eso tenemos el respaldo de una gran distribución que es la que nos marca las directrices de por donde va el mercado y el consumo.
En la última actualización de contratos lácteos en febrero, Leche Celta fue una de las pocas empresas que no aplicó subidas en los precios de la leche para este año…
Todo lo contrario, Leche Celta fue una de las pocas industrias lácteas que aumentó el precio de la leche en los contratos de seis meses, de marzo a agosto, a precio fijo y con un incremento que roza los 1,5 céntimos, hasta situarse ahora en los 0,28 céntimos por litro, más primas fijas por explotación.
¿Cómo prevéis la evolución del mercado lácteo en 2017?
Con mucha incertidumbre en leche convencional. Los precios van a depender de las producciones, de la salida de producto industrial y de la situación del mercado internacional. En el sector sigue habiendo mucha incertidumbre.
Lo que se anunciaba antes del fin de las cuotas, de que íbamos a entrar en una situación de alta volatilidad de precios, se está cumpliendo. La estabilidad de precios en esta primavera en precios al ganadero se debe a que hay contratos estables hasta septiembre y a que la leche spot o leche a granel mejora con respecto al año pasado gracias al valor de la materia grasa. Si se puso de moda y hay consumo se mantendrá, pero de todas formas hay que esperar. Pero sin duda las buenas cotizaciones de la mantequilla están ayudando a mantener los precios.
“Las buenas cotizaciones de la grasa están ayudando a mantener los precios”
¿Cuáles son los proyectos en los que está trabajando Leche Celta para los próximos años?
De lo que puedo hablar es de un creciente acercamiento con los ganaderos para que tengan la mayor estabilidad en los precios. Estamos trabajando en proyectos para darle más valor a la leche y a los productores gallegos.
Por último, por parte de las organizaciones agrarias se critica que el sistema de indexación del precio en Galicia, el del Observatorio Gallego del Sector Lácteo, es fijado unilateralmente por la industria, al referenciarse a los precios de los últimos meses pagados por la propia industria. ¿Cuál es su valoración?
Yo entiendo su postura y es cierto que hay unos índices ya en Galicia, como es el caso del Xacobea, desarrollado por la Xunta de Galicia, y los índices de la Inlac. Pero para una industria de leche líquida estos índices no tienen coincidencia entre los meses que se publican y los meses que se pagan, con un decalage de dos o tres meses entre ambos. Por lo tanto, no se adaptan realmente a una industria como la nuestra. Por eso, en Leche Celta de momento no aplicamos ningún índice: simplemente en vez de ir a un contrato a un año vamos a un contrato a seis meses y a precio fijo.
Por otra parte, veo que es lo que nos demandan los ganaderos. Pienso que mientras que la industria seamos capaces de predecir un precio hizo a tres o seis meses, el productor ve este sistema más satisfactorio.
