“El bienestar depende exclusivamente de las prácticas de manejo”

Existe mucho margen de mejora en bienestar animal de las ganaderías de vacuno de leche de Galicia y esto no es sólo cuestión de dinero, sino que depende, fundamentalmente, de las prácticas de manejo en cada explotación. Esta es una de las principales conclusiones de la tesis de Yolanda Trillo Dono, defendida recientemente en la Facultad de Veterinaria de Lugo, y en la que analiza los parámetros de bienestar animal en 73 ganaderías gallegas.

Tu tesis, que acaba de recibir la cualificación de sobresaliente cum laude, analiza los parámetros de bienestar de 73 ganaderías gallegas. En grandes líneas, ¿cuáles son los principales puntos en bienestar animal que se deben mejorar en las ganaderías de vacuno de leche analizadas?
Es preciso mejorar la sobrepoboación de los cubículos, ya que en un 31,5% de las ganaderías había más vacas que cubículos, así como la de las cornadizas, donde en un 26,0% también eran inferiores al número de animales.

Otras áreas en las que hay margen de mejora es en el escaso espacio frontal libre, ya que en el 90,4% de las ganaderías este era inferior a 90 centímetros. También detecté deficiente ventilación natural debido a establos cerrados, así como un diseño inadecuado del área de ordeño que no permite la circulación fluida de los animales por diversos motivos. Respecto a esto último, en casi la mitad de las granjas los giros en los pasos eran mayores a 90 grados, había ausencia de visualización de la sala de ordeño antes de la entrada en la misma en un 45% de los casos y el 52% de los ganaderos informaron de forzar las vacas para la entrada a la sala.

¿Y como afectan estas deficiencias en bienestar animal a las vacas?
Todas estas observaciones, entre otras, estuvieron afectando a las vacas del rebaños de diversas formas.

Así, en condición corporal, fue inadecuada al punto de la lactancia en el 52% de los casos en el momento del muestreo, y se observaron más vacas gordas que flacas. Esto pudo ser debido a problemas de acceso al comedero, a la composición nutricional o forma física (tamaño de partícula) de la ración, que no se pudo analizar en dichas ganaderías.

“El bienestar está en el entorno y depende exclusivamente de las prácticas de manejo”

Por otra parte, el 40% de las vacas por rebaño tenían lesiones de corvejón, lo cual se atribuye a inadecuados diseños del cubículo, normalmente de espacio reducido para el tamaño del animal albergado.

Las cojeras clínicas también tuvieron una prevalencia del 9%, pudiendo ser consecuencia de diversos factores como tipos de suelo, protocolos de recorte de pezuñas…etc.

Por último, el 73% de las vacas por rebaño calificaron con una falta de higiene corporal en las extremidades posteriores, mayormente debido a la ausencia de protocolos para la limpieza con arrobadera.

A veces los ganaderos justifican con los bajos precios de la leche La no realización de inversiones para realizar obras de mejora en bienestar animal. Sin embargo, mejorar el bienestar animal no siempre implica grandes inversiones..¿No es así? ¿Podrías poner algunos ejemplos?
Así es, concluimos que el bienestar está en el entorno y depende exclusivamente de las prácticas de manejo, por ejemplo, cambiando nuestra rutina o actitud en la sala, el ordeño puede verse afectado o favorecido. Por ejemplo, si el ordeñador está apurado o estresado las vacas no van a tener una liberación de oxitocina propicia para permitir la bajada de la leche o si no se realizan los protocolos de higiene existe una mayor tendencia a infecciones, con lo cual se pierde el bienestar en la sala (tranquilidad en el momento del ordeño o una vaca sana si evitamos las mamitis, respectivamente).

Del mismo modo, en la alimentación, cuando se logra la uniformidad de mezcla de la ración las vacas no escogen la comida por las partículas más finas y existe menor probabilidad de padecer cetosis, otra enfermedad que merma la producción láctea.

¿Cuáles son las claves, en tu opinión, para que los ganaderos y ganaderas se conciencien y se comprometan con la implantación de medidas de bienestar animal en vacuno de leche?
Existe una tendencia a querer escuchar que mejorando el bienestar animal se incrementan las ganancias; es decir, que hablemos de dinero. Y esto es muy difícil de probar cuando resulta imposible hacer un experimento en dos granjas exactamente iguales, siendo las prácticas de manejo las que condicionan los resultados. Esto se debe a la gran cantidad de variables implicadas y a que un mínimo cambio puede afectar a los resultados.

La única manera de ver cambios en una ganadería es analizando parámetros cuantificables y comparar su evolución en el tiempo, observando los cambios/mejoras y contrastando con lo que había anteriormente. De este modo se obtienen los resultados implicados en el bienestar, además de que nos permite aprender de los errores, localizar los puntos críticos que debemos controlar y también se encuentran oportunidades de mejora.

Para mí hay algo más importante que los beneficios económicos, motivo por el cual creé la página web www.lideresenbenestar.com. Estoy hablando del bienestar personal de los trabajadores, de trabajar a gusto haciendo lo que nos gusta, porque valoramos lo que tenemos y estamos motivados para seguir adelante y mejorar, no sólo profesionalmente sino también personalmente. Si yo trabajo con ganas, soy constante y me esfuerzo cada día por mejorar, todo lo que me rodee va a percibir y recibir lo que yo estoy poniendo de mi parte.

Con lo cual, la clave para los ganaderos es que piensen en ellos mismos primero, en su bienestar, y cuando entiendan que solo de su bienestar depende el bienestar de sus animales, obtendrán un beneficio mayor que el dinero, es lo que denominamos calidad de vida.

A partir del análisis que has realizado tanto en ganaderías gallegas como de California, ¿Se podría cuantificar de alguna forma el beneficio económico que supone para el ganadero invertir en el bienestar animal de sus vacas?
El análisis global del bienestar en granja es complejo y dudo de la existencia de una fórmula que pueda abarcar esos cálculos ya que existen muchas variables implicadas, como vengo mencionando, y cambios pequeños pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, la orden de carga de los ingredientes en el carro: no se consigue la misma homogeneidad de la mezcla cuando el concentrado se carga al principio en lugar de añadirlo hacia el final. El concentrado es un ingrediente pesado y que resbala en partículas pequeñas hacia el fondo con facilidad, con lo cual se aconseja añadirlo después de un ensilado o alimento húmedo para que las partículas se adhieran a otras y no tiendan a escurrir hacia el fondo. De lo contrario, de cargarlo primero, también se va a descargar en primer lugar en el pesebre ya que no sube hacia arriba para mezclarse. Esta manera, se observaría cómo el concentrado supone la mayoría del alimento en las primeras descargas, y las vacas que coman en ese lado del pesebre pueden desenrollar acidosis.

“El concentrado en el carro se aconseja añadir hacia el final, después de un ensilado o alimento húmedo”

Sin embargo, sí se pueden cuantificar las pérdidas económicas de manera individual en pequeñas tareas, como por ejemplo, el hecho de añadir un ingrediente en exceso o en defecto con respecto al formulado, ambas suponen una pérdida económica bien sea por malgasto de alimento cuando pasamos del peso objetivo o bien por merma de la producción o enfermedad de las vacas si hay que tratarlas.

Por eso, propongo una forma bien sencilla, realizando auditorías frecuentes del estado de los animales; es decir, puntuar parámetros cuantitativos y observables sobre las vacas como la condición corporal, podología e higiene, que proporcionan una gran información del tipo de manejo que se está realizando.

Obviamente, se requiere de alguna observación más en la ganadería para conocer el origen de los resultados pero estos parámetros ya se pueden correlacionar con datos de producción y reproducción. Haciendo esto de forma continuada en el tiempo y aplicando medidas para mejorar los resultados de la auditoría anterior se puede determinar el beneficio económico de invertir en mejorar el manejo que, repito, en mi opinión, es el único que determina el nivel de bienestar, ya que por buena maquinaria o instalaciones que existan si no sabemos emplearlas y cuidarlas correctamente, no obtendremos el máximo rendimiento de ellas.

A nivel de salud, se suele afirmar que «El bienestar animal es la ausencia de estrés» y esto repercute en un mejor estado sanitario y de longevidad del rebaño. ¿Qué conclusiones sacaste en tu tesis sobre la relación entre bienestar animal y reducción del gasto veterinario en una ganadería?
No fue ese el objetivo del estudio, pero es una pregunta muy interesante. Yo pienso que el bienestar es cuestión de prevención y control, y no se trata de obtener el bienestar a través de tratamientos y visitas frecuentes del veterinario pautando medicamentos. Considero que el bienestar de los animales depende exclusivamente de lo que se involucre el empresario.

Los consumidores demandan cada vez más garantías de bienestar animal. ¿Crees que a medio plazo se implantarán sellos de bienestar animal en la leche y en los productos lácteos y que estos serán un factor de competitividad para las ganaderías?
Es muy probable, pues ya lo están haciendo en Cataluña Leche ATO, que fue la primera en recibir certificación Aaenor de Bienestar a través del Irta, siguiendo el modelo de evaluación Welfare Quality, que es el modelo europeo en el que se está trabajando para llegar a una uniformidad de evaluación.

“Creo complicado un consenso de evaluación global del bienestar animal para todas las ganaderías”

Sin embargo, desde mi punto de vista, llegar a un consenso de evaluación global del bienestar de los animales para todas las ganaderías es complicado por los motivos que expliqué anteriormente (variación en las prácticas de manejo inter ganadería) así como a la variabilidad en los tipos de explotaciones (tipo de estabulación, tamaño de rebaño….etc) que influyen en el bienestar de los animales.

¿Cómo crees que evolucionará la legislación en España y en Europa en cuanto a bienestar animal en ganado vacuno?
Actualmente pienso que está estancada. A nivel Europeo crearon el Welfare Quality Protocol relativamente rápido, pero hay problemas en su implantación ya que requiere de entrenamiento debido a las complejas fórmulas que en el se procesan, con lo cual entiendo que los costes son elevados y no puedo predecir su evolución.

Por último, de las ganaderías analizadas, ¿Cuál te sorprendió más positivamente en bienestar animal y por que?
Debo añadir que todas las ganaderías analizadas estaban en estabulación libre con cubículos, pero previamente había hecho un estudio pequeño en establos trabados y hoy, solo recuerdo una explotación trabada que estaba impecable, no tenía problemas mayores de salud en las vacas, el establo estaba muy limpio y con unas producciones elevadas. El motivo, estoy convencida que era la ganadera, una mujer tranquila y curiosa que se involucraba en cada detalle y a la que además le gustaba lo que hacía.

¿Algo más que quieras añadir?
Simplemente dirigir unas palabras al sector ganadero y pensando que si de forma individual aportamos un poco cada día, al final entre todos conseguiremos mucho. Estamos en crisis, pero siempre tenemos un motivo para estar en crisis, de nosotros depende hacer que esa tormenta siga creciendo o que merme poco a poco. Para conseguir reducir un problema a la mitad, depende de la disciplina que impongamos a nuestro trabajo diario, eliminarlo es cuestión de la unión de todos nosotros en la búsqueda de un mismo objetivo.