Cultivos alternativos para el pago verde de la PAC: la colza

El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) presentó este año una serie de fichas de cultivos forrajeros que podrían emplearse para cumplir con los requerimientos de diversificación del llamado pago verde. Seguimos la serie de cultivos de invierno con la colza

Cultivos alternativos para el pago verde de la PAC: la colza

Finca experimental de colza en el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo

La colza es uno de los cultivos en expansión en Europa ya que, está desplazando a la soja como fuente de proteína para alimentación animal. Su cultivo en Galicia se ha ensayado con éxito por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo y los requerimientos del pago verde de la PAC abren una oportunidad para este cultivo.

Requerimentos edafoclimáticos y fertilización:

La colza es una planta herbáca anual de la familia de las crucíferas, que puede emplearse como forraje de un único corte destinado a ensilar o para la producción de grano.

Este cultivo no soporte temperaturas inferiores a -2 grados desde su nascencia hasta el estado de cuatro hojas, pudiendo resistir después temperaturas de hasta -10 grados en estado de roseta. Las bajas temperaturas y los días cortos retrasan su maduración. Durante la floración no convienen las temperaturas altas para que no se acorte el ciclo y se produzca mejor formación del grano.

Se puede cultivar en cualquier tipo de suelo con Ph de 5,5 a 8, descartando los que encharcan o los que forman costra impidiendo la nascencia. Su raíz pivotante prefiere suelos profundos y con buen drenaje.

En cuanto a la fertilización, responde bien a los aportes de fertilizantes orgánicos como el purín. Para una producción de 3.000 kilogramos de semilla por hectárea y suelos con un nivel de fertilidad medio, se puede seguir el siguiente plan de abonado: en fondo 30 kg/ha de N, 75 kg/ha de P205 Y 75 kg/ha de K20. En cobertera, aportar 100 kg de nitrógeno por hectárea al inicio de la formación de los tallos. En el período de mayor consumo de nutrientes (desde el inicio de la formación de los tallos hasta la floración y maduración del fruto), el abonado debe estar garantizado. La colza es un cultivo exigente en azufre, y deben aportarse entre 50 y 60 kg de azufre por hectárea, por lo que se recomienda utilizar superfosfatos que lleven este nutriente en su composición.

Control de malas hierbas:

Debido a que la colza consigue una gran altura, de 65 a 90 centímetros, ahoga muchas malas hierbas y ayuda a su control. En las experiencias realizadas en el CIAM hasta la fecha no se utilizaron herbicidas para este cultivo. Sin embargo, siembras poco densas o mal establecidas pueden requerir el empleo de herbicidas. Las materias activas Metazacloro en preemergencia y Propizamida en postemergencia controlan especies gramíneas y de hoja ancha.

Variedades y siembra

Existen dos tipos de variedades de colza: variedades de invierno y de primavera, diferenciándose por su período de vernalización (horas de frío necesarias para florecer). La siembra de otoño se deberá hacer lo más temprano posible, preferentemente en el mes de septiembre, para que la colza alcance el estado de roseta (6 a 8 hojas verdaderas) antes de que lleguen las heladas del invierno.

Las semillas de colza son pequeñas, su tamaño oscila entre 1,5 y 2 milímetros, por lo que 1.000 semillas pesan de 4,5 a 5,5 gramos. Se puede emplear la misma sementadora de cereal, ya sea la convencional o en siembra directa. Las sementadoras neumáticas van a hacer una siembra precisa en cuanto a dosis y profundidad, mientras que las de chorrillo precisan unas dosis mayores. La profundidad recomendada es de 1 centímetro y la separación entre renglones de siembra puede ser entre 24 y 40 centímetros. La dosis de siembra para la producción de grano es de 10 kilos por hectárea.

Las labores de preparación del lecho de siembra son similares a las llevadas a cabo para los cereales.

Cosecha:

La cosecha del grano es una de las operaciones del cultivo que requiere más atención, ya que las silicuas (donde se albergan las semillas) tienden a abrirse y se pueden reducir considerablemente los rendimientos si no se realiza en las mejores condiciones y fechas.

El momento óptimo de cosecha debe realizarse cuando los granos de las silicuas centrales de la planta cambian su color de verde a negro azulado, debido a la reducción del contenido de humedad, oscilando entre el 9 y el 14%. Adelantar la cosecha antes de ese estado haría que muchas silicuas no desgranasen y una cosecha posterior nos haría perder gran parte del grano al caer al suelo. La cosechadora es la misma que se emplea en los cereales, pero modificando los siguientes elementos:

-La velocidad del molinete debe ser menor o igual que la velocidad de avance para que no se golpeen excesivamente las silicuas antes de entrar en la máquina.

-La aproximación entre el cilindro y el cóncavo debe ser de 1 a 1,5 milímetros para que no pasen silicuas sin desgranarse.

-El caudal de aire también deberá regularse al mínimo para evitar la expulsión de la semilla por la parte trasera de la máquina.

Manejo fitosanitario, enfermedades y plagas

Aunque en los ensayos realizados en Mabegondo y en Pobra do Brollón no se detectaron plagas y enfermedades destacables en este cultivo, podría sufrir daños por las enfermedades habituales en Galicia en otras crucíferas, como son:

Mancha negra de la colza (Alternataria sp.): Se recomienda destruir los restos de cultivos anteriores, utilizar alternativas que distancien crucíferas susceptibles, eliminar crucíferas espontáneas que puedan servir de huésped y utilizar variedades resistentes.

Pie negro de la colza (Phoma lingam): La rotación del cultivo por lo menos cada tres años es esencial. También es conveniente que no queden restos del cultivo en la superficie del suelo.

Hernia de la col (Plasmodiophora brassicae)
Gorgojos: Son posibles los ataques del gorgojo del tallo, el gorgojo de la yema terminal y del gorgojo de las silicuas.

Falsa potra (Ceurthorrrhynchus pleurostigma): Las larvas viven en las raíces y ocasionan nódulos semejantes a los de la potra. Para el control es importante la rotación y la destrucción de los nódulos.

Pulguillas: La pulguilla de la colza y la de la col se pueden tratar con deltrametrin.

Rendimiento y valor nutritivo:

Las experiencias realizadas en el CIAM con el cultivo de colza fueron para la producción de grano. Como media del rendimiento de 16 variedades de invierno en la localidad de Mabegondo se obtuvieron 4 toneladas por hectárea y en la Pobra de Brollón un promedio de 2,2 toneladas. La composición media de la semilla de colza procedente de los ensayos del CIAM expresada en porcentaje sobre la materia seca es cómo sigue: materia orgánica (95,5-96,6%), proteína bruta 14,1 a 19,9%, fibra ácido detergente 17,1 a 28,5%, fibra neutro detergente 18,4 a 34,5% y extracto etéreo de 41 a 51%.

La planta de colza se puede también ensilar para forraje en cualquier momento de su ciclo, preferentemente tras la floración. Su elevado contenido en humedad y las dificultades para el presecado, aconsejan el uso de conservantes tipo ácido fórmico, para garantizar una buena fermentación.

Como valores medios de la composición y valor nutricional de la colza en tres estados fenológicos, se pueden tomar los de la siguiente tabla del INRA francés:

colza_taboa

Descarga aquí la ficha de cultivo elaborada por el CIAM

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