“Con el pastoreo nuestra ganadería es más rentable”

Visitamos Granxa Vidueira SC, en Ortigueira (A Coruña), una ganadería que mantiene altos niveles de producción y de rentabilidad, combinando el pastoreo con el suplemento de forrajes y cereales. Andrés Saavedra, uno de los titulares, cuenta como trabajan.

“Con el pastoreo nuestra ganadería es más rentable”

Andrés con las vacas en el prado. Al fondo se divisa Ortigueira y el mar

Granxa Vidueira SC es una ganadería singular por varios motivos. Situada en la aldea de O Ermo, en el ayuntamiento de Ortigueira, es una de las pocas explotaciones de vacuno de leche que queda en la hace unas décadas potente comarca lechera de Ortegal. Pero además, trabaja en un sistema mixto de pastoreo y alimentación intensiva que le permite alcanzar un promedio de 36 litros por vaca.

La carretera que lleva hasta esta ganadería discurre por montes ahora ocupados por el monocultivo del eucalipto, salpicados de vez en cuando por praderas naturales de algunas ganaderías de vacuno de leche y de carne, auténticos islotes en medio de las plantaciones forestales. Una paradoja en una comarca con óptimas condiciones para la producción de leche y carne de calidad en base a pastoreo. Y es que la humedad marítima permite aquí disponer de pastos verdes casi todo el año.

Andrés Saavedra, de 38 años, es la segunda generación de ganaderos profesionales que está al frente de esta explotación que cuenta con 140 animales, de los que 70 son vacas en ordeño. Manejan unas 45 hectáreas de base territorial, de las que 35 se sitúan en un radio de 1 kilómetro alrededor del establo, y son la que se dedican a pastoreo y a producir hierba tanto para ensilar como seca.

La ganadería para Andrés fue una elección: “Las vacas me gustaron desde pequeño y me formé en la Efa Fonteboa, donde tuve la oportunidad de ampliar mi amplitud de miras tanto a nivel profesional como personal. Tras trabajar cinco años en empresas del sector, el 2004 decidí incorporarme a la ganadería de mis padres”, explica.

A lo largo de estos años su estrategia fue seguir perfeccionando un sistema de producción característico de esta zona con importante desnivel de las fincas y que se basa fundamentalmente en el pastoreo.

“Gracias al pastoreo producimos una leche de mayor calidad”

“Gracias al pasto puedo decir que la explotación es rentable, ganamos dinero, la salud de las vacas mejora mucho y producimos una leche de mayor calidad, con más ácidos grasos omega 3”, explica.

Así, las vacas y las novillas están todo el año fuera en pastoreo día y noche, desde comienzos de abril hasta mediados de noviembre, excepto entre mediados de diciembre y mediados de marzo, en que permanecen estabuladas. Realizan dos ordeños, a las 7 de la mañana y a las 6 de la tarde, y antes de los mismos las vacas en lactación reciben una ración del carro mezclador y que consiste en 20 kg de silo de maíz, 10 kilogramos de silo de hierba, 5 kilos de harina de maíz y 3,2 kilos de colza, más algo de paja cuando el pasto está muy tierno. En invierno, cuando están estabuladas, les suben a 25 kilos en el forraje de maíz y la 15 en el caso de la hierba. El silo de maíz lo compran a agricultores de la comarca de Ferrol, mientras que los cereales los adquieren mediante contratos a un año.

En cuanto a las terneras, desde que se les detecta la preñez permanecen en un lote con las secas, también día y noche en pastoreo -su principal fuente de alimentación-, excepto un suplemento a base de harina de maíz y paja que les proporcionan los lunes, miércoles y viernes.

Emplean alrededor de 250 gramos de concentrado por litro de leche para una producción de 36 litros

Este sistema que combina el pastoreo con la alimentación del sistema intensivo les permite alcanzar altos rendimientos en producción, con un promedio de 36 litros por vaca y una producción total anual de unos 900.000 kilos. Es decir, en Granxa A Vidueira emplean alrededor de 9 kilos de concentrado por vaca y día, lo que da un promedio de unos 250 gramos de pienso por litro de leche, inferior al promedio de una explotación en intensivo pero con los mismos rendimientos gracias al pastoreo.

“Las calidades son de un 3,3 % de proteína y con el pastoreo lo que más varía es la grasa, que oscila entre el 3,8% en invierno y el 3,1 en primavera”, explica Andrés.

Otra ventaja del pasto, según este ganadero, “es que las vacas funcionan mucho mejor en cuanto a reproducción, y en eso tiene que ver el betacaroteno de la hierba fresca”. En concreto, consiguen un 30% de tasa de preñez y un 52% de tasa de fertilidad.

“Tenemos muy buena fertilidad y prácticamente no hay problemas de patas”

También notan una notable mejoría en la salud podal de las vacas. “El ejemplo más claro es que cuándo están estabuladas en invierno aparecen problemas de laminitis, porque las camas de goma que tenemos no son las más idóneas, pero es empezar a salir al pasto y en 15 días ya desaparece el problema”, cuenta Andrés. “Las vacas están hechas para el pasto, les cambia el pelo”, subraya.

Los efectos del pasto también se notan en la fertilidad, con un promedio de 3 partos por vaca y alrededor de un 25% de tasa de reposición. “Pienso que lo más importante para medir la rentabilidad de una vaca son las lactaciones vitalicias y con 5 lactaciones ganas dinero y amortizas realmente la reposición”, destaca. La mayor longevidad también les permite inseminar con razas de carne un promedio del 20% de las vacas adultas, aquellas menos rentables.

En cuanto a la genética, en Granxa Vidueira SC emplean toros completos, sin grandes defectos, y sobre todo tienen en cuenta el carácter de patas, marcando una puntuación mínima de 2 en este rasgo. Por lo que respecta a los caracteres secundarios , como la longevidad, Andrés Saavedra reconoce que “no los tengo muy en cuenta porque tienen muy poca heredabilidad, de alrededor del 30%”.

“El jabalí nos obligó a dejar de cultivar maíz en esta zona”

Hasta el pasado año este ganadero sembraba unas 7 hectáreas de maíz, que rotaba con una mezcla de veza y avena para alimentar a las becerras. Sin embargo, los reiterados ataques de los jabalís hicieron que este año decidiera no plantarlo. “Aquí el jabalí es una auténtica plaga, tiene refugio en los eucaliptales, pero allí no encuentra comida, y los pocos que cultivamos algo pagamos las consecuencias. Y este año, al estar prohibido plantar patatas, va a ser peor, por lo que decidí dejar de sembrarlo”, explica Andrés.

 

As vacas saen ao prado despois de muxilas

Futuro: Ganar en calidad de vida y reducir carga ganadera

En cuanto al futuro, en Granxa Vidueira SC lo ven con optimismo gracias a un sistema de pastoreo que les permite reducir costes de alimentación y mejorar las propiedades nutricionales de la leche, con más ácidos grasos saludables Omega 3.

Sus objetivos a medio plazo son ganar calidad de vida y reducir carga ganadera. En cuanto a lo primero, para tener más tiempo libre para conciliar con la vida personal, van a incorporar próximamente otro empleado -en la explotación trabajan Andrés, su madre y un empleado- gracias a las ayudas del Plan de Empleo Local de la Diputación de A Coruña.

También tienen previsto reducir la carga ganadera mediante la incorporación de 2 hectáreas de terreno y la bajada del número de cabezas del rebaño. “Quiero reducir la carga ganadera y poder acceder así a las ayudas agroambientales, lo que me permitirá ganar lo mismo y con menos trabajo”, destaca Andrés.

En definitiva, la apuesta de Granxa Vidueira es por mejorar la sostenibilidad económica, medioambiental y social de la ganadería, teniendo el pastoreo como su principal activo.

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