“Con el actual marco normativo, la regulación de excedentes corresponde a las organizaciones de productores y a las cooperativas”

El director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, señala la necesidad de una mayor coordinación de los ganaderos para negociar en el mercado y para gestionar sus volúmenes de producción

“Con el actual marco normativo, la regulación de excedentes corresponde a las organizaciones de productores y a las cooperativas”

Luis Calabozo, director general de la Fenil.

El caso de la cooperativa Codegui (Guitiriz, Lugo), que desde este lunes tiene que vender su producción para leche en polvo, a 18 céntimos litro puesta en la fábrica, ejemplifica un grave problema de desequilibrio en el mercado lácteo español y, en particular, en el gallego. Los precios medios cobrados por las granjas no están muy lejos del promedio europeo, pero a diferencia de lo que sucede en Europa, en Galicia la saturación del mercado se plasma en precios ruinosos, como los de Codegui, para una parte de las ganaderías. Hablamos con el director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, para conocer sus opiniones sobre la actual coyuntura.

El análisis del director general de la Fenil aborda las posibilidades de mejorar la situación de mercado en España en un contexto europeo de dificultades generalizadas. “La situación de mercado es similar en toda Europa, con un aumento de la oferta más amplio de lo esperado teniendo en cuenta la caída de precios de la leche” -valora Luis Calabozo-. «Los aumentos de la producción están generando graves problemas en granjas de países como Alemania o Dinamarca, a pesar de que en el norte de Europa hay grandes cooperativas que se encargan de gestionar los excedentes, lo que difumina el coste de regulación entre todos los socios y, en consecuencia, el impacto directo sobre el ganadero es menor».

«Las industrias, una por una, están enviando señales de mercado para penalizar el aumento de producción»

Control de la producción
La primera cuestión a solventar tanto a nivel europeo como español es el aumento progresivo de la producción, que en Europa subió el 5,5 % en noviembre en relación al mismo mes del año anterior. «Es necesario que la oferta reaccione a la situación», considera Luis Calabozo. «Las industrias, una por una, están enviando señales de mercado, con contratos que en algunos casos pagan la producción por tramos, con un último tramo de menores precios, ligado a las cotizaciones de la leche en polvo. Las penalizaciones al aumento de producción son un mensaje y una manera de proteger el mercado».

La ralentización de la producción, sin embargo, se hace esperar más de lo esperado por las industrias. «En España siguen creciendo las entregas de leche. Ante una caída de precios que se podía considerar transitoria, las explotaciones optaron por acelerar la producción para generar más tesorería», explica Luis Calabozo. «Esa situación dura más de lo esperado. Hay un retraso en el descenso de la producción», valora. La continuidad de los bajos precios llevará probablemente a esa merma de las entregas, al entender del director general de la Fenil. «Cuando los ingresos de las granjas no den para afrontar pagos, habrá que reducir producción», pronostica.

Gestión de excedentes

La segunda cuestión que preocupa en el mercado es la búsqueda de salida para los excedentes lácteos. «En España hay una situación muy dual, con mucha diferencia de precios», reconoce Luis Calabozo. «La mayoría de la leche nacional tiene un precio estable por encima del retorno que ofrecen en el mercado la grasa y la proteína de esa leche. Tenemos precios por encima de otros países europeos competidores», subraya el director general de la Fenil. «Hay otra parte de la leche, la conocida en Europa como leche spot, que es la que transmite la volatilidad al mercado», explica Calabozo.

«El coste de regulación de la leche se repercute sobre unos pocos ganaderos, pero no hay mecanismos para hacerlo de otra forma»

El precio de la leche spot, que depende de la cotización puntual del mercado, se llegó a mover en Holanda en el entorno de los 15 céntimos por litro semanas atrás, si bien esos precios, a diferencia de lo que pasa en Galicia, se diluyen entre todas las granjas. «En España, el coste de regulación de los excedentes no se repercute directamente entre toda la masa de leche, sino sobre unos pocos ganaderos, pero no hay mecanismos para hacerlo de otro modo», considera Luis Calabozo.

«Una solución podría ser una gran cooperativa que, legalmente, con diversificación de compradores y de mercados, pudiera ordenar el concentrado de la leche sobrante y su venta en cisternas spot» -señala Luis Calabozo-. «La otra alternativa es a través de las organizaciones de productores, que podrían gestionar sus excedentes a maquila en torres de leche en polvo», sugiere.

Competencia

El sector ganadero entiende que, a corto plazo, la solución pasa porque la Administración intermedie entre las industrias para posibilitar una gestión colaborativa de los excedentes, pero desde la Fenil descartan esa opción. «Carecemos de marco legal. Sería precisa una iniciativa europea con marco regulatorio, con el visto bueno de Competencia, y que fuera incentivada después a nivel nacional», advierte Calabozo.

«Antes, si una industria dejaba ganaderos, podía ayudarles a buscar otro cliente, pero esa práctica fue penalizada»

El director general de la Fenil incide en que las industrias tienen las manos atadas por Competencia. «Antes, si una industria tenía que dejar ganaderos, podía tratar de ayudarlos a encontrar otro cliente que les comprara la producción, pero esa práctica fue sancionada por Competencia y se eliminó terminantemente, siguiendo las instrucciones de los gabinetes jurídicos de cada industria».

Organizaciones de productores en Galicia
La opción sugerida por la Fenil de una gestión de excedentes a través de las organizaciones de productores (OPs) choca con la nula operatividad de las dos organizaciones de productores constituidas en Galicia, Ulega, ligada a Unións Agrarias-Upa, y Aprolact, de base cooperativa. Ambas organizaciones han advertido de manera reiterada de la negativa de las industrias a negociar, negativa evidente en los correos electrónicos remitidos al respecto por algunas industrias.

«Para poder negociar con una OP, las industrias deben saber qué leche compran y en qué condiciones»

Preguntado por esta cuestión, Calabozo aboga por un fortalecimiento de las organizaciones de productores. «En España, ya hay casos de éxito de organizaciones de productores», defiende. «Las organizaciones de productores deben tener poderes ejecutivos, delegados por cada socio, y una estructura y gerencia que les permitan capacidad de negociación y de gestión de volúmenes de leche. Para poder negociar, las industrias tienen que sentarse con una organización de productores con la que puedan negociar exactamente qué leche compran y en qué condiciones», advierte el director de la Fenil.

Las industrias abogan, por tanto, por OPs que tengan la capacidad de firmar acuerdos ejecutivos en nombre de sus socios. En Galicia, Aprolact, la OP de las cooperativas, ya cuenta con esa capacidad teórica, si bien tampoco fue capaz de llegar a acuerdos con las industrias. Cuestionado por esa circunstancia, Calabozo señala que desconoce las particularidades de las organizaciones de productores de Galicia, pero se reafirma en lo dicho, que las industrias necesitan OPs fuertes.

Lactalis, un conflicto «desenfocado»

El conflicto que mantienen los ganaderos gallegos con Lactalis es visto por el director general de la Fenil como un problema que sitúa al margen de los temas de calado que deben preocupar al sector. «El sector tiene que tener unas expectativas realistas de la situación de mercado y tomar medidas ejecutivas y operativas. Las industrias están mandando señales claras», apunta Calabozo en alusión a la necesidad de reducir la oferta.

«Las industrias tratan de evitar que este ciclo condicione el futuro de las granjas porque su leche será necesaria»

La aceleración de la producción -señala- no va en consonancia con una aceleración de la demanda, una cuestión que liga al contexto de bajos precios. «Ir en España contra la tendencia general del mercado no es posible en el largo plazo porque nos sacaría del mercado», advierte Calabozo. «En la Interprofesional Láctea, ganaderos e industrias tenemos una interlocución profesional y las industrias están concienciadas en tratar de evitar que este ciclo condicione el futuro de las granjas porque su leche será necesaria más adelante» -valora-, “pero debemos trabajar en los ajustes y transformaciones en los que podamos actuar».

Calabozo, que no entra a analizar el trasfondo del conflicto con Lactalis, entiende que el problema se está abordando de una forma y en un marco de negociación «desenfocado». «Hemos firmado un acuerdo lácteo en el que exprimimos los límites de la legalidad» -sostiene.- «Debemos actuar con ese marco operativo y legal allí donde se pueda actuar y tener unas expectativas realistas», valoró en la mañana del viernes, horas antes de la concentración ganadera ante la planta de Lactalis en Vilalba.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información