Polilla guatemalteca: Hasta por lo menos el 2020 no se podrá plantar patata en las zonas afectadas

La plaga de la polilla guatemalteca permanece activa en Galicia, con capturas puntuales, por lo que hasta el 2020 como mínimo continuarán las restricciones. La Xunta advierte que intensificará los controles contra las plantaciones ilegales que implican multas de 3.000 euros

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Polilla guatemalteca: Hasta por lo menos el 2020 no se podrá plantar patata en las zonas afectadas

Patata con la polilla guatemalteca

A punto de comenzar la época fuerte de la siembra, en esta campaña se mantienen las prohibiciones de plantar patata en aquellas zonas de Galicia infestadas por la polilla guatemalteca, como informaron desde la Consellería de Medio Rural. En concreto, se mantendrá la prohibición en los más de 30 ayuntamientos que se había estipulado en un principio, en el Real Decreto aprobado en marzo de 2017, y al que se sumó en el 2018 Muxía, después de detectarse también en este punto la presencia del insecto.

Y es que la normativa comunitaria establece que para las plagas de cuarentena, como la polilla guatemalteca, deben pasar un mínimo de dos años sin que se registren capturas, para declarar la zona libre de esa enfermedad. El año pasado, y previsiblemente este año se seguirán registrando capturas, por lo que la prohibición va para varios años.

De este modo, actualmente la prohibición afecta a los municipios de A Capela, Ares, As Pontes, Cabanas, Cariño, Fene, Ferrol, Mañón, Mugardos, Muxía, Narón, Neda, Ortigueira, San Sadurniño y Valdoviño, en la provincia de A Coruña; y Abadín, Alfoz, A Pontenova, A Pastoriza, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, O Valadouro, O Vicedo, Ribadeo, Riotorto, Trabada, Viveiro y Xove, en la provincia de Lugo.

Las capturas puntuales de polilla en la zona infestada hacen que se mantenga la prohibición de plantar patata en esta campaña 2019

El Real Decreto, aprobado en marzo de 2017, prohibía plantar patatas en estas zonas, al menos durante dos años, por lo que la restricción inicial abarcaría como mínimo hasta marzo de este mismo año y, como concretaron desde la consellería, a lo largo de esta campaña se prolongará la prohibición en estas zonas ya demarcadas al continuar a detectarse la presencia del insecto en algunos puntos.

Control de las zonas tampón

Junto a la prohibición de plantar en estas área infestadas, también se está llevando a cabo un control de las plantaciones en las zonas colindantes denominadas zona tampón, en las que no se detectó la presencia del insecto pero se encuentran muy próximas al área afectada.

Las zonas tampón son: en la provincia de A Coruña la totalidad de la superficie de los ayuntamientos de As Somozas, Cedeira , Cerdido y Moeche, además de una franja de 5 km limítrofe con los ayuntamientos de las zonas infestadas que afecta a parcelas de los ayuntamientos de Pontedeume, Monfero, Vilarmaior, Miño, Cee, Corcubión, Camariñas , Carnota, Dumbría, Fisterra y Vimianzo. En la provincia de Lugo la zona tampón está formada por una franja de 5 km limítrofe con los ayuntamientos de las zonas infestadas que afecta a parcelas de los ayuntamientos de Xermade, Muras,Vilalba, Cospeito, Castro de Rei, Pol, Meira, Ribeira de Piquín y Fonsagrada.

En estas zonas tampón también continuarán las medidas de supervisión en esta campaña, aunque en estos espacios se permite la plantación de patata. Los agricultores deberán registrar en las oficinas agrarias comarcales sus plantaciones. Mediante el formulario habilitado por la Administración, tendrán que proporcionar la localización de la parcela dónde se sembrarán las patatas y el nombre del titular de la finca.

En las zonas tampón podrá plantarse patata pero deben registrarse las plantaciones

«Para controlar la plaga es preciso tener un registro de dónde se está plantando patata en estas zonas próximas a las infestadas y también un control de movimientos», explica el jefe del servicio de Sanidad y Producción Vegetal de la Consellería de Medio Rural, Víctor Novo. De este modo, los agricultores en zonas tampón podrán realizar plantaciones pero deberán registrarlas. «Las patatas producidas en las zonas tampón podrán entrar en la zona infestada pero nunca salir de ella», detalla Novo. Además, estos traslados de patata deben hacerse siempre con la patata tapada o ensacada, como recuerda el experto. Para no tener problemas en el caso de un control de carretera deberán llevar esa declaración oficial que les acredita para poder plantar en las zonas tampón.

Evolución y control de la plaga

«La plaga se está controlando, pero eso no significa que seamos ya una comunidad libre de la plaga, ya que siguen apareciendo trampas con polilla en algunos ayuntamientos», apunta Víctor Novo. En estos momentos se está frente a una plaga con presencia, sobre todo en los almacenes, con apenas capturas en campo, segundo explica. Pero, desde la consellería también valoran que, en cuanto mejore el tiempo, estos insectos pueden salir al campo y registrarse capturas en las trampas de campo.

Aunque su presencia sea sobre todo en almacén, el insecto puede seguir reproduciéndose en estas condiciones, mientras haya patata, por eso es fundamental evitar que en estas zonas haya plantaciones que permitan que la población continúe a proliferar, de ahí la cuarentena estipulada.

«Este año mantendrán activas las 1.170 trampas que tienen en campo en toda Galicia y las 655 colocadas en almacenes»

Este año mantendrán activas las 1.170 trampas que tienen en campo en toda Galicia y las 655 colocadas en almacenes. En el momento en que en alguna de estas trampas de campo se capturan ejemplares de la polilla guatemalteca se colocan nuevos dispositivos en las cercanías. Estas trampas están diseñadas para atraer a los machos pero «basta que quede un macho sin capturar para que pueda fecundar hembras que ponen unos 200 huevos fértiles, pudiendo haber hasta 4 generaciones al año, por eso estas plagas de cuarentena son tan difíciles de erradicar», apunta Novo.

Sanciones para las plantaciones ilegales

El experto también recuerda que desde la Consellería se continúa a vigilar la presencia de plantaciones ilegales en estos ayuntamientos, que puedan favorecer que la plaga continúe a tener presencia. «Sigue habiendo plantaciones ilegales, sólo así se entiende que haya capturas puntuales en campo o en almacén», apunta.

«Sigue habiendo plantaciones ilegales, sólo así se entiende que haya capturas en campo o en almacén»

La consellería también anuncia que en esta campaña volverán a intensificar los controles contra estas plantaciones ilegales. «Hay personal de la administración rastreando el campo en busca de estas plantaciones ocultas y va a seguir habiendo sanciones para esas plantaciones ilegales», ratifica Novo. Las sanciones para estas plantaciones ascienden a 3.000 euros que pueden incrementarse en caso de reincidencia.

Levantamiento de las restricciones

«La Xunta no sólo pretende cumplir esta normativa de cuarentena durante dos años, sino que también quiere ser prudente a la hora de levantar la prohibición», concreta Novo. De este modo, el levantamiento de las restricciones de plantar patata en las zonas demarcadas se estudiará a partir del próximo año en base a la evolución de la plaga. «No sirve de nada levantar la prohibición y que en marzo o en abril vuelvan a detectarse capturas en campo y haya que volver a iniciar el proceso y no dejar plantar patata de nuevo», matiza Novo.

La prohibición nunca se levantará por ayuntamientos sino por grupos de ayuntamientos o por comarcas que estén totalmente libres de la polilla

Desde la consellería también concretan que el levantamiento de la prohibición nunca se hará por ayuntamientos, de manera independiente y puntual. La supresión de las restricciones deberá tramitarse por medio de una resolución administrativa de la Dirección General en respuesta al Real Decreto que la impulsó e «intentará hacerse por grupos de ayuntamientos o por comarcas donde se pueda asegurar que no hay polilla, porque ya no haya ninguna captura», puntualiza Novo.

«Todo el mundo quiere volver a plantar lo antes posible, pero hay que esperar para asegurar que las poblaciones de polilla no sobreviven. Por ahora, están afectadas zonas donde este cultivo es para autoconsumo por lo que debemos ser lo más cautos posibles para evitar, por todas las maneras, que la plaga llegue a zonas productoras de patata como A Limia o Bergantiños donde una cuarentena de este tipo puede suponer un verdadero problema para las familias centradas en la producción de la patata», reflexiona Novo.

Muxía, el último ayuntamiento afectado

Muxía fue el último ayuntamiento donde se decretó la prohibición de plantar patatas después de constatarse la presencia de este insecto. En este municipio las restricciones comenzaron el pasado mes de marzo de 2018 por lo que la prohibición se mantendrá ya de manera inicial incluyendo también la campaña de 2020. «Hoy por hoy, aún se están detectando algunas capturas en almacén pero fue un municipio en el que la población fue muy consciente de la importancia de la cuarentena», apunta Nuevo.

El responsable recuerda que sólo en Muxía se retiró la mitad de la patata que se decomisó en toda la zona infestada en Galicia. «La gente entendió muy bien que era necesario hacerlo y que la polilla era difícil de detectar por lo que era preciso incluso entregar aquellas patatas que aparentemente no estaban afectadas y no volver a plantar en este tiempo», detalla Nuevo. Las capturas de polilla guatemalteca también están disminuyendo en este ayuntamiento coruñés.

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