¿Por qué casi desaparecieron los olivos de Galicia?

Pese a que apenas existe investigación al respeto, Galicia fue en otro tiempo tierra de olivos. También hay evidencias de elaboraciones olivícolas como pone de manifiesto el historiador Lourenzo Fernández que recompuso las piezas del pasado de los olivares gallegos para dar con algunas de las claves para que este cultivo perviviera

Publicidade
¿Por qué casi desaparecieron los olivos de Galicia?

Antiguo molivo de aceite de oliva

Hace poco más de unos cinco años, el cultivo de olivos y la producción de aceite en Galicia comenzó a estar de actualidad, en parte por lo novedoso que resulta la producción de aceite, un cultivo mediterráneo, en estas latitudes. Sin embargo, pese a las limitaciones dada la escasa documentación e investigación que existe, Galicia cuenta con vestigios que dan buena cuenta de que los olivos y la producción de aceite fueron antaño un cultivo de estas tierras. Así lo puso de manifiesto el historiador de la USC Lourenzo Fernández, durante las jornadas organizadas en Pontevedra por la Xunta y centradas en los olivos.

“No hay investigación histórica, ni bibliografía específica que abordara la presencia de olivos en Galicia”

“No hay investigación histórica, ni bibliografía específica que abordara la presencia de olivos en Galicia, es un tema desconocido y poco explorado. Lo que sabemos es poco y fragmentario”, explica Lourenzo refiriendo el punto de partida a la hora de ahondar sobre los olivos en Galicia.

Sin embargo, algunas de las publicaciones recientes dan cuenta desde distintas prismas de los olivos en Galicia. Así, el trabajo fotográfico de Xurxo Lobato muestra algunos de los olivos centenarios como los del Pazo de Santa Cruz Rivadulla, ejemplares antiguos ligados a las clase altas y a los pazos gallegos. Por otra parte, desde un punto de vista arqueológico y etnográfico el trabajo de Estanislao Fernández de la Cigoña y Xoán Martínez de Tamuxe, dan muestra de la elaboración de aceite en Galicia, con la recopilación de antiguos lagares o molinos de aceite.

La toponimia, evidencia de los olivos

Ante la falta de trabajos de investigación previos, uno de los puntos de partida para ratificar la presencia de olivos en Galicia es la toponimia. El recuento realizado por el historiador deja unos 70 topónimos relacionados con el mundo olivícola tales como el olivo (44), olivares (12), aceite (10), olivar (3) y un topónimo de belotas, otro de los nombres para referirse a las olivas.

En Galicia existen unos 70 topónimos relacionados con los olivos repartidos en distintas zonas, sobre todo en el valle del Barcala

Sí bien es cierto, si se compara con otros topónimos con una honda tradición gallega, como xunqueira, bosque, devesa o carballeira, estos términos llegan a más de varios cientos de registros.

Estos topónimos referidos al olivo se localizan en la zona de Vigo y en valles como el del Ulla, del Xubia o del Barcala, donde se concentra el mayor número de registros sobre este tema. “Existe en Galicia esa zona más mediterránea en medio de un espacio atlántico como es el gallego, y ese claramente es el espacio de los olivos”, matiza el historiador.

La desaparación de los olivos

En Galicia los vestigios del cultivo de olivos que existen en la actualidad atienden a dos realidades diferentes que tienen que ver con intereses y formas de producción y manejo muy dispares. Por una parte los olivos del valle del Sil, donde sigue habiendo un aprovechamiento agrario, y por otra, los ejemplares singulares vinculados a los pazos.

Para abordar la supuesta eliminación de los olivos gallegos, una de las explicaciones que se lleva dado tiene que ver con la “doma y castración de Galicia”, una expresión empleada por Castelao y que hace referencia a las políticas durante el reinado de los Reyes Católicos. Después del 1486, de la derrota de la nobleza partidaria de Juana La Beltraneja, la situación en Galicia cambia y esto también afectará a este cultivo, como apunta el historiador.

Pero para comprender porqué son tan pocos los olivos que quedan en estas tierras entran en juego diferentes hitos históricos no todos ellos acontecidos en Galicia pero que tuvieron repercusiones en esta zona. Uno de los hechos a tener en cuenta es la construcción del imperio americano en el 1500. También la Revuelta Irmandiña que tiene lugar en Galicia y que hará reducir la presión de los nobles sobre los labradores es determinante así como la importante crisis demográfica que se origina en ese tiempo. Todos estos acontecimientos originan que en el 1650 se produzca una reconfiguración de cultivos.

La reconfiguración de cultivos que se produce en el 1650 provoca que el olivo quede relegado frente a la patata o el maíz

A partir del s. XVIII se conforma el sistema de policultivos, que implica la rotación compleja de plantas en las que ya se introducen especies de origen americano. Los ganaderos gallegos cuentan también con una cabaña conformada por distintos animales, lo que les proporciona abono y les permite obtener alimentos con mayor facilidad. Esta situación implica el abandono de algunos cultivos, entre los que el olivo resulta en la lista de los descartados. “En ese cambio de cultivos, el olivo va quedando relegado con la introducción de otros como el maíz o la patata”, apunta Fernández.

Una escasa y puntual documentación del s. XVIII da cuenta de la presencia de olivos en Galicia. Entre las referencias destaca el Catastro de Ensenada de 1752, uno de los documentos más fidedignos según el historiador, que recoge ya la existencia de una plantación de 3.000 ferrados de olivos en la provincia de Ourense.

Antiguo molino de aceite en Quiroga.

Antiguo molino de aceite en Quiroga.

“El hecho de que el cultivo de los olivos no se expandiera cuando lo hicieron en otras zonas de España demuestra que en Galicia no se daban ni las condiciones meteorológicas, ni sociales, ni mercantiles para que se produjera tal expansión”, ratifica Fernández. “Podemos echarle la culpa a los Reyes Católicos, a la castración de Galicia o al clima atlántico pero se trata de una realidad más compleja la que motivó que no se haya expandido”, sentencia el experto. En esta ecuación entra también otro factor: la agricultura atlántica europea. Galicia se especializa en este tipo de agricultura donde apenas existen los cultivos arbustivos, a diferencia del tojo, y el olivo queda de nuevo fuera.

¿Para que se empleaban los olivos en Galicia?

Aunque quedan por responder preguntas claves sobre el pasado del olivo en Galicia, otro de los aspectos fundamentales para desgranar la presencia de este cultivo en estas tierras son los usos para los que se destinaban estos árboles, según explica el historiador. El aceite procedente de los olivos gallegos se reduce en el 1880 a los mercados locales, un momento que podía haber sido clave puesto que es cuando las conserveras del sur de Galicia comienzan a demandar aceite. Sin embargo, esa demanda se cubre ya con el aceite que procede de las plantaciones del sur de España. “No había producción bastante en Galicia para cubrir la demanda de las conserveras”, explica Fernández.

El uso del aceite gallego se relega a la iluminación y una parte mínima a usos culinarios, ya que en la cocina en esa época ese hueco lo llenaban las grasas animales o la mantequilla. Ya en el siglo XIX con la ampliación de los mercados “cada vez más se reduce la capacidad del aceite gallego a competir, ya que en estas grandes ferias comienza a aparecer el aceite traído de otras zonas ligado al pimentón, a la sal y al pulpo o a la carne al caldero, que perviven hasta nuestros días”, concluye el historiador.

Todos estos factores dan forma al pasado de los olivos en Galicia, pero como apunta el historiador también dejan entrever que la producción de aceite de oliva en tierras gallegas debería estar ligada a la originalidad, a la calidad y a la diferenciación para poder asentarse en el mercado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información