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El 2015 se recordará como uno de los mejores años en cuanto precios de la patata en A Limia, la principal comarca productora de Galicia con más de 90.000 toneladas que se prevén recoger en esta campaña. Si el pasado año llegaron a pagarse a 5 céntimos el kilo, este año el precio de salida en las de contrato entre productor y almacenista fue de 12 céntimos y en este momento ya supera los 20 céntimos.
Las razones de esta mejoría están, según los sindicatos y los productores, en la menor cosecha en Europa, especialmente en Francia, principal exportador de patata a España, mientras que para los almacenistas la causa está más bien en que esta campaña la cosecha de las distintas áreas productoras no salió al mismo tiempo al mercado.
Sindicato Labrego: “La previsión es que los precios sigan subiendo”
Para Anxo Pérez, responsable del Sindicato Labrego Galego (SLG) en A Limia, “los precios de lo que están en contrato, estuvieron entre los 12 y los 18 céntimos el kilo, según la variedad y la calidad, y previsiblemente seguirán subiendo pues este año hubo una baja producción de patata en toda Europa”.
Además, destaca que “los mayoristas son menos exigentes, ya que si el pasado año hacían descuentos por la vía de destinar para destrío hasta el 50% de las patatas entregadas por los productores, este año prácticamente no hacen penalizaciones”, algo a lo que también contribuye el bueno estado sanitario y de calidad de la patata.
En cuanto a la producción, asegura que bajó un promedio de un 20% debido a la sequía aunque osciló según las variedades: en la Kennebec, más sensible a la climatología, su producción cayó sobre un 30% respecto al promedio de los últimos años, mientras que la Agria aguantó mejor. En total, según el responsable comarcal del SLG, la previsión es recoger en A Limia unas 90.000 toneladas de tubérculo, unas 10.000 menos que la pasada campaña.
Patatas Paz: “No se están solapando las producciones y eso explica los buenos precios”
Desde los almacenistas, Francisco Paz, propietario de Patatas Paz, uno de los principales de la comarca de A Limia, califica esta compaña como “positiva, sobre todo por los precios que permiten compensar a los productores por la campaña desastrosa del pasado año”.
Su empresa prevé comercializar varios miles de toneladas de tubérculo que destinarán fundamentalmente a las cadenas de distribución y a la industria, tanto de España como de Portugal.
En cuanto a las causas de este año de vacas gordas en A Limia, Francisco Paz lo atribuye más que a la caída de la producción en Europa -algo que minimiza,”?ya que no fue tan importante”-, “a que no se están solapando las producciones con otras, sino que la patata de las distintas zonas productores se va sacando al mercado de forma escalonada”, lo que evita la acumulación de stocks.
Francisco Paz: “Es difícil racionalizar el mercado pues depende del nivel de consumo y de la climatología”
De cara a el futuro, Francisco Paz vé difícil evitar los dientes de sierra en los precios de la patata. “La racionalización del mercado de la patata es compleja pues incide mucho la climatología y el nivel de consumo, y ambos son difíciles de prever”, asegura. Respecto al primero, recuerda que “la producción varía mucho de un año a otro en función de la climatología; por ejemplo, el pasado año hubo un 15% de producción y eso fue lo que estropeó la campaña”. Y de cara al consumidor, Francisco Paz muestra su preocupación porque “en los últimos años observamos un descenso importante del consumo de patata”.
“En la venta a fruterías el precio ronda los 30 céntimos”
¿Y como valoran esta campaña los productores? Luisa Mayo y su marido se dedican al cultivo de la patata en el ayuntamiento de Trasmiras, en la comarca de A Limia. Este año sembraron unas 35 hectáreas y su cosecha se vio bastante afectada por la sequía ya que diversas fincas no cuentan con sistema de regadío.
Con todo, Luisa reconoce que “con respecto al año pasado, en el que quedamos empeñados, este está siendo un buen año en cuanto a precios”.
La mayor parte de su producción la vendieron bajo contrato, con precios fijados en 12 céntimos para la variedad Agria y 15 para la Kennebec, casi el triple que los 5 céntimos a los que las llegaron a vender el pasado año. “No obstante, a medida que avanza la campaña los precios fueron subiendo a 20/22 céntimos para la Agria y a 25 para la Kennebec”, asegura.
Luisa Mayo: «El año pasado quedamos empezados, este está siendo un buen año»
Al igual que otros productores de A Limia, en la explotación de Luísa también venden patatas a particulares, sobre todo a fruterías de la Provincia de Pontevedra, un mercado más rentable en el que este año las patatas de Kennebec están alcanzando los 28/30 céntimos para el productor.
“Ojalá tuviéramos más producción porque la mayor parte ya la tenemos comprometida en el contrato con el mayorista y tenemos poca cantidad para vender a particulares”, reconoce esta productora.
Mientras tanto, estos días se recogen las últimas patatas en A Limia, en una campaña que finalizará antes por la buena climatología, y que se recordará por sus buenos precios.
