Tratamientos silvícolas en el castaño para la producción de madera

El árbol, cultivado en buen terreno, puede cortarse para sierra a partir de los 35 años. Resumimos las recomendaciones de manejo del castaño que recoge una guía editada por la Asociación Forestal de Galicia

Tratamientos silvícolas en el castaño para la producción de madera

En sotos de densidades altas, habrá que aplicar claras.

La plantación de castaños para la producción de madera o para la producción mixta de madera y fruto constituye una opción atractiva para el propietario, pues el árbol puede conseguir turnos de tala para sierra similares a los del pino del país, alrededor de los 35 años. Es necesario, eso sí, contar con terrenos de buena aptitud forestal y con planta de calidad, así como estar dispuesto a hacer un buen manejo de podas y rareos en la plantación.

Detallamos a continuación algunos de los factores a tener en cuenta en la plantación y en el tratamiento silvícola del castaño orientado a producción de madera. Las recomendaciones son un resumen de una guía de cultivo del castaño editada en su día por la Asociación Forestal de Galicia (AFG) y coordinada por Fernando Molina, ex-director del Centro de Investigación Forestal de Lourizán.

Estaciones forestales
El frío y la sequía son los dos factores climáticos que más limitan la presencia del castaño. Sin embargo, en los climas templados y húmedos es donde la enfermedad de la tinta actuó con más virulencia, por lo que en la Galicia litoral hay que emplear castaños híbridos resistentes a la tinta.

El castaño puede llegar hasta altitudes de 700 metros en la mayor parte de la comunidad, si bien en la zona oriental de Ourense puede conseguir los 1.000 metros con orientación sur, más soleada. En cualquier caso, el árbol preciso de lluvias suficientes a lo largo del año y también durante el verano.

Elección del lugar de plantación
El castaño es un árbol que admite mal la presencia de caliza activa en el suelo. Esta característica se deriva de su facilidad para absorber el calcio, lo que puede llevar a que absorba de más, produciéndole problemas. En terrenos excesivamente ácidos, también pueden aparecer carencias nutritivas para el castaño Lo ideal es un pH del suelo entre 4,5 y 6,5.

El castaño necesita suelos profundos, fértiles, bien drenados y con abundancia de agua

Es preciso además un suelo con profundidad de al menos 50 centímetros y bien drenado. La abundancia de agua y una buena fertilidad son otros factores a tener en cuenta en el suelo.

Características de la madera
La madera de castaño es muy apreciada por su durabilidad. Los troncos del árbol tienen un gran porcentaje de cerne (la madera más interior), en tanto la albura (parte exterior) ocupa sólo entre tres y cinco anillos.

El defecto que presentan algunos troncos, que los inutiliza para aplicaciones de mérito, es el acebollamiento, que consiste en hendiduras curvas, separando los anillos de crecimiento. Otros defectos típicos son hendiduras radiales y podredumbres, que pueden ser causadas por daños de poda, fauna o por otros factores.

La probabilidad de defectos aumenta con la edad del árbol y también en suelos pobres, terrenos mal drenados o muy inclinados. Para reducir los riesgos, se recomiendan rareos que mantengan uniforme el crecimiento de la masa y los troncos verticales, así como turnos inferiores a 50 años. Hay que tener en cuenta que los posibles defectos de la madera sólo se descubren tras la corta.

La elección del lugar de plantación es clave para garantizar un buen desarrollo de los árboles. Las zonas llanas, con poco drenaje y muy expuestas al viento no son lugares propicios para el castaño.

Densidad de plantación

A la hora de escoger la densidad de plantación, hace falta dejar siempre más de 3 metros para permitir la circulación de maquinaria forestal sin herir a los árboles. El castaño lleva mal las heridas, ya que son una vía habitual de entrada de hongos y enfermedades.

Los marcos de plantación aconsejados para la producción de madera son los siguientes:

– Calidad de planta media, poca poda: 3,5×3 o 4×2,5 metros, lo que supone unos 1.000 pies por hectárea.

– Alta calidad de planta y podas frecuentes: 5×5 o 4×4 o 4×3. Estos marcos representan entre 400 y 830 pies por hectárea. Un marco habitual en Galicia para la producción de madera es el de 4×4 metros.

Para producción de fruto, las separaciones son mayores, de hasta 10×10 metros.

La planta de castaño tiene un arraigo difícil, por lo que resulta conveniente plantarla a final de otoño o comienzo del invierno, para que le dé tiempo a instalarse bien en el terreno antes del verano.

En sotos con elevadas densidades, habrá que hacer rareos.

En sotos con elevadas densidades, habrá que hacer rareos.

Dada la sensibilidad de la cáscara del castaño a las altas temperaturas, es recomendable proteger el pie de las radiaciones solares. Los tubos de protección de 1,20 metros aportan esa protección y también defienden la planta de la acción del corzo.

En el momento de la plantación, se debe hacer una fertilización con abono complejo de liberación lenta en el fondo del agujero.

El castaño es muy sensible durante los primeros años a la competencia de la hierba y del matorral, por lo que hace falta eliminar la vegetación de competencia, bien con una desbrozadora de cadenas, bien con herbicidas. La utilización de la grada de discos o de fresadoras no se recomienda debido a que los castaños tienen las raíces superficiales y pueden ser dañadas por estos aperos.

Podas de formación
En los sotos dedicados a la producción de madera, la poda de formación debe comenzar a partir del establecimiento de la planta. Su objetivo es la formación de un tronco vertical, derecho, sin bifurcaciones y con una guía terminal bien diferenciada.

Pie con un fuerte ataque de chancro. / Imagen: AFG.

Pie con un fuerte ataque de chancro. / Imagen: AFG.

Se aconseja hacer la poda de formación de la guía todos los años o, como mucho, cada dos, a comienzo del verano y sólo en los pies que se bifurcan. Si por descuido, no se consiguen más de 400 pies por hectárea con buena guía, conviene recurrir a la tala de los pies defectuosos para hacerlos ahijar.

En una cepa bien enraizada, el brote que produce puede llegar a los 2 metros al final del primer año y ser derecho y vigoroso.

Podas para la madera de calidad

Tras las podas de formación, es también fundamental aplicar podas normales para evitar que la madera presente nudos en los toros basales, que es donde se concentra la mayor cantidad de madera. La época más adecuada para efectuar la poda de calidad en Galicia es entre el 15 de marzo y el 15 de abril, pues la cicatrización será rápida.

Para reducir los riesgos del chancro, una de las enfermedades que más afecta al castaño, hay que podar el árbol preferiblemente con tiempo seco y soleado. Se pueden proteger también las heridas de poda con una pasta cicatrizante con función fungicida. Habrá que evitar además la poda de ramas gruesas y desinfectar las herramientas de poda entre cada árbol.

Los buenos árboles para sierra deben tener un diámetro de 35-40 centímetros, que se puede conseguir más o menos a los 35 años, con una densidad final de 200-250 pies por hectárea. Para toros con destino para chapa, se aconsejan diámetros de 45-50 centímetros, que requieren turnos superiores y densidades finales de 140-180 pies por hectárea.

Son turnos relativamente cortos en comparación con los que se aplican al roble y a otras especies de crecimiento lento y buena madera. Los rareos, que se ejecutan a partir de los 10 años, deben procurar conservar los pies con mayores crecimientos en diámetro.

La especie tiene turnos relativamente cortos, en comparación con otras frondosas, y además produce castañas

Los sotos gallegos dirigidos a la producción de madera presentan crecimientos anuales de entre 8 y 15 metros cúbicos por hectárea cuando se hacen en un terreno de buena calidad forestal y en densidades normales, manteniendo la tangencia de copas. En terrenos de calidad media, la producción se reduce a 4-7 metros cúbicos por hectárea y año. En cuanto a los terrenos de calidad baja, con suelos poco profundos y menos fértiles, debe evitarse la plantación del castaño, pues no tiene ningún porvenir.

De manera simultánea a la producción de madera, se pueden conseguir hasta 2.000 kilos de castaña por hectárea, que si bien no es tan sabrosa como las de las variedades habituales para fruto, sí tiene comercialización. Desde los 13 años de edad de la plantación, también se pueden obtener buenas producciones de setas.

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