“Tenemos problemas en el monte que hay que reconocer y afrontar”

La secretaria general de Confemadera Galicia, Ana Orons, explica en esta entrevista la decisión de la patronal de la madera de abandonar los foros de interlocución con la Xunta. “Se debe pasar de las palabras a los hechos”, demanda

La decisión de Confemadera Galicia de abandonar los foros de interlocución que mantenía con la Xunta, tales como la Mesa de la Madera o el Consello Forestal, es un golpe encima de la mesa que trata de llamar la atención sobre unos problemas, los del monte, en los que la patronal de la madera entiende que ya se acabó la época de contemporizar. Dicen sentirse “desatendidos” por la Administración, a la que critican por “pasividad”. Hablamos con la secretaria general de Confemadera Galicia, Ana Orons, para que explique la situación.

Ana Orons, secretaria general de Confemadera Galicia.

Ana Orons, secretaria general de Confemadera Galicia.

Vuestra ruptura con la Xunta sorprendió a parte del sector, no tanto porque no estén justificadas vuestras demandas, sino por la contundencia de la decisión. ¿A qué podemos atribuir el detonante de que cortéis la interlocución con la Administración?
– No hay tanto un detonante, al final es el paso del tiempo y que uno se siente impotente y no sabe que hacer para lograr que la Administración pase de las palabras a los hechos. Hay que pensar que nuestra actividad está altamente intervenida porque antes de que una de nuestras empresas encienda una motosierra o una máquina el lunes por la mañana tiene que hacer multitud de trámites ante la Administración. Hasta ahora tuvimos con la Xunta una interlocución no constructiva; es verdad que sí había reuniones y tenemos un contacto personal cordial, pero nos planteamos cómo hacer que se pase de las palabras a los hechos. Entonces, no es que no nos volvamos a sentar más con ellos, pero sí que decidimos dejar de asistir a reuniones infructuosas en tanto no veamos un cambio de actitud.

«El principal problema es el ‘batiburrillo’ legal en el que tienen que moverse las empresas»

Para explicar vuestra decisión, echáis mano de varios documentos donde exponéis alrededor de una quincena de demandas. ¿Cuáles destacaría como principales preocupaciones de las empresas?
– En primer lugar, nuestras demandas las pusimos ya por escrito en el 2009. Se analizaron los problemas del sector forestal, las posibles soluciones y se llegó a un acuerdo con la Administración sobre como ir implementando las medidas año a año. Transcurridos varios años, lejos de implementarse, se suman nuevos problemas en el día a día, como fue la falta de interlocución con la Xunta para la elaboración del Plan de Desarrollo Rural (PDR). Ahora bien, de todo el abanico de problemas, yo diría que el principal, en el día a día de las empresas, es el ‘batiburrillo’ legal en el que nos tenemos que mover, con multitud de legislaciones, tanto sectoriales como transversales, a nivel autonómico, estatal, provincial y también municipal.

«El lío es de tal calibre que para cortar un árbol podemos tener que iniciar hasta 20 trámites distintos»

¿La Lei de Montes de Galicia del 2012 no contribuyó a aclarar el panorama legislativo?
– Uno de los problemas con el que nos encontramos, y que confiábamos que solucionase la Lei de Montes, es el de la proliferación de ordenanzas municipales que graban la corta de madera. Son un tipo de normativas que comenzaron a surgir cuándo se inició la crisis; nosotros entendemos que en un intento de los ayuntamientos de buscar vías alternativas de financiación. En la Lei de Montes hay una disposición transitoria que deroga estas ordenanzas municipales, pero en la práctica la ley es un mero papel si nadie vela por su cumplimiento.

¿Que respuesta os da la Xunta a este problema?
– Abordamos el problema con la Xunta y hay buenas palabras pero no avances. Para que nos hagamos una idea, el ‘batiburrillo’ legal en el que nos movemos es de tal calibre que para cortar un árbol podemos tener en Galicia, en algún caso, hasta 20 trámites distintos que iniciar. Necesitamos que se agilicen los trámites y que se aclaren competencias, también entre los distintos departamentos de la propia Administración, que no están coordinados en procedimientos y plazos. Hay otras medidas que pueden llevar más tiempo, pero esta es una cuestión de voluntad.

«En Galicia hay 600.000 propietarios forestales, pero ¿cuántos son silvicultores?»

Cuando abordáis la situación de fondo del monte en Galicia, describís un panorama de aprovechamientos forestales poco productivos y de poca calidad, pero un aspecto a tener en cuenta, que apunta la Xunta, es que se trata de un monte privado o vecinal en un 98% de la superficie.
– Hay que hacer un ejercicio de reflexión y reconocer que en la situación del monte todos tenemos un poco de mea ‘culpa’, pero por parte de la Consellería no vemos una especial autocrítica. En Galicia hay sobre 600.000 propietarios forestales, pero ¿cuántos de esos propietarios son silvicultores?. Tenemos un problema que hay que reconocer y para el cual hay que buscar soluciones, a veces con medidas a medio plazo, como la promoción de figuras de gestión conjunta del monte que sean operativas. Es la única manera de evitar el abandono del monte y la Administración pública tiene mucho que decir ahí. Por otro lado, es verdad que el monte en Galicia es mayoritariamente privado, pero la Administración gestiona, a través de convenios o consorcios con los propietarios, unas 300.000 hectáreas de los dos millones de superficie forestal que tiene Galicia y hay que decir que su gestión no es un ejemplo a seguir.

«El monte en Galicia es privado, pero la Administración gestiona 300.000 hectáreas que no son un modelo a seguir»

Explíquese
– Los montes de gestión pública deberían ser un ejemplo en el que los pequeños propietarios forestales vean un modelo a seguir y no es así. Difícil es convencer a un pequeño propietario de que tiene que certificar el monte y que tiene que apostar por la mejora genética y por los trabajos silvícolas si al lado hay un monte de gestión pública de docenas de hectáreas donde estas prácticas no se siguen. Los distritos forestales también tendrían que tener un papel clave en el apoyo a los propietarios, pero al final son solo departamentos de la Administración que se dedican a gestionar personal para la extinción de incendios.

En relación a vuestra decisión de romper el diálogo con la Xunta, trascendió estos días en los medios que Ence, que forma parte de la directiva de Confemadera, no estaba a favor de tal decisión. ¿Puede interpretarse que la actual situación del monte en Galicia, con una clara expansión del eucalipto, no preocupa tanto a Ence como a empresas de aserrado y madera técnica que precisan otras especies y otras calidades?
– Vayamos por partes. En cuanto al posicionamiento de Ence, hay que aclarar cómo tomamos los acuerdos en Confemadera. La adopción de acuerdos es por consenso. Hay un diálogo y un debate, pero las decisiones se toman por unanimidad. No se hace nada que no validen los órganos de dirección. En Confemadera representamos a todo el abanico de valor de la cadena y todos formamos parte de la misma cadena, todos somos imprescindibles y nada se hace sin que haya un acuerdo validado por todos. Si una empresa cree importante que se conozca su posición particular, nos parecen bien, pero queremos dejar claro que toda la dirección de Confemadera, Ence incluida, validó la decisión adoptada.

«Las decisiones en Confemadera se toman por unanimidad. Toda la dirección apoyó la medida, Ence incluida»

Y en cuanto a la distinta percepción que pueden tener las empresas sobre la situación del monte en Galicia, ¿estaría de acuerdo?
– La situación del monte le afecta a todas las empresas por igual. Es verdad que el eucalipto está en crecimiento, pero de qué manera. ¿Cuál es el estado sanitario de esas masas? La información que tenemos demuestra que está empeorando. Hay más volumen de madera, pero más atacada por plagas y con menos rendimientos. El ‘batiburrillo’ legal, que yo digo, afecta también a Ence por igual. Los problemas son comunes la todas las empresas.

La patronal de la madera de Lugo, encabezada por Daniel Villapol, que se escindió de Confemadera en los últimos meses, dio a conocer estos días que estaba en desacuerdo con vuestra decisión de romper el diálogo con la Xunta. Leí en un medio de comunicación una interpretación que ligaba vuestra decisión a un pulso con la Secretaría Xeral de Montes, que se entiende más próxima a Villapol. ¿Sería esa una interpretación correcta?
– No muy correcta. La patronal es una entidad independiente que se autofinancia y que se debe a sus asociados y a las necesidades que tienen. Decidimos dejar de participar en los foros de interlocución con la Xunta en tanto no haya un cambio de actitud. Ese es el único motivo. De otro lado, nuestras demandas vienen de mucho antes de que la patronal de Lugo se escindiera de Confemadera y durante todos estos años estuvieron de acuerdo con nuestras peticiones.

Una idea sobre ““Tenemos problemas en el monte que hay que reconocer y afrontar”

  1. pepe

    el globulus lo devora el gorgojo , el Eucalipto GRANDIS lo compraria ence para celulosa ?? ese no esta incluido en las especies que devora el gorgojo..

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