Quemas controladas en invierno, herramienta para la prevención de incendios

Las quemas permiten la obtención de pastos para el ganado o la caza menor. Los servicios de prevención y defensa contra incendios forestales ejecutan los trabajos, previa solicitud de los interesados

Quemas controladas en invierno, herramienta para la prevención de incendios

El servicio de prevención y defensa contra incendios se encarga de realizar las quemas controladas.

Cuando el matorral crece y gana espacio en terrenos de monte bajo, actividades como la ganadería extensiva o la caza salen perjudicadas por la falta de pastos para el ganado o para las especies cinegéticas. Para recuperar áreas de pasto, los servicios de prevención y defensa contra incendios de Medio Rural trabajan cada invierno en la ejecución de quemas controladas, realizadas a petición de los interesados. Las quemas controladas de una superficie continua, aparte de facilitar el uso ganadero o cinegético del territorio, reducen el riesgo de incendios, pues evitan la tentación de prender un fuego incontrolado para limpiar el monte.

Hablamos con el jefe del servicio de prevención y defensa contra incendios forestales en Ourense, Luis Miguel Segovia, para conocer más sobre las quemas controladas.

Procedimiento de solicitud y autorización

“Las solicitudes tienen que hacerse por escrito, explicando la superficie que se quiere quemar, así como sus características, y el motivo por lo que se solicita la quema” -explica Luis Miguel Segovia-. “Tras recibir la petición, el Distrito Forestal correspondiente estudia el lugar con los interesados y elabora una prescripción, en la que define aspectos como el punto de inicio de la quema, las líneas de defensa o las condiciones meteorológicas en las que se tiene que hacer. Por seguridad, se establecen unos rangos máximos de viento y temperatura y unos mínimos de humedad”.

Ejecución de las quemas controladas
Las quemas de superficie continua se hacen por personal del servicio de prevención y defensa contra incendios, de manera que haya en todo momento un control técnico sobre el fuego y un equipo de extinción.

“En general, las quemas que se nos solicitan rondan un promedio de superficie de 10 hectáreas” -valora Luis Miguel Segovia-. “Tratamos de hacerlas en mosaico, es decir, no se queman las 10 hectáreas de superficie continua, sino en manchas. La planificación depende también del motivo de la solicitud. Cuando se hace para ganado, enfocada a pastos, se elimina la mayor parte posible del matorral; en tanto que para caza, se busca dejar zonas que sirvan de refugio”.

Las quemas controladas -destaca Luis Miguel-, a diferencia de los fuegos incontrolados, tienen un impacto limitado sobre el medio natural. “No se trata sólo de que arda menos superficie que con un fuego intencionado, sino que las quemas se hacen en unas condiciones de temperatura y humedad que reducen el daño sobre el suelo. Es una técnica que los trabajos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán demuestran como idónea”.

Plazos
En Ourense hay cada año una alta demanda de quemas controladas, sobre todo por parte de comunidades de montes vecinales ubicadas en zonas ganaderas como el Macizo Central. Los servicios de defensa contra incendios atienden las peticiones en la medida en que el tiempo permite las quemas, una circunstancia que a veces retrasa el proceso.

“Evidentemente en días de lluvia no se pueden hacer quemas, pero también en días secos y de humedad alta puede haber dificultades. De otro lado, cuando hace buen tiempo, existe un riesgo de incendios forestales y si hay incendios, los efectivos que podrían hacer las quemas tienen que desplazarse a los fuegos”, explica Luis Miguel. A mayores, en verano, en la época de máximo riesgo de incendios, las quemas están prohibidas.

«Provocar un incendio intencionado para ‘limpiar el monte’ implica prohibiciones de pastoreo y caza en ese terreno» (Luis Miguel Segovia)

Ante ese escenario, el jefe del servicio de prevención y defensa contra incendios forestales recomienda solicitar las quemas con la máxima antelación posible, “mejor de un año para otro”. Luis Miguel Segovia también le pide paciencia a los vecinos: “Provocar un incendio intencionado para ‘limpiar el monte’, aparte de consecuencias penales y para el medioambiente, implica que el ganado no podrá pastorear en las superficies quemadas durante dos años. Tampoco se podría cazar sobre ese territorio durante tres años”.

Plan integral de aprovechamiento
En el corto plazo, las quemas controladas tienen un gran efecto en la reducción del matorral, pero en unos años, si no hay un manejo adecuado sobre ese monte, el territorio vuelve a la situación anterior.

«Tratamos de que las quemas se engloben en un plan de manejo ganadero que garantice el mantenimiento de pastos»

Desde la Consellería do Medio Rural se enfocan a lograr que exista una planificación a medio plazo: “Tratamos de que las quemas se engloben dentro de un plan de aprovechamiento ganadero, de manera que tras la quema, se garantice una carga ganadera idónea. Si hay mucha superficie con poco ganado, el mantenimiento del pastizal es complicado” -advierte Luis Miguel Segovia-. “Las quemas son una herramienta más en un plan de manejo ganadero”.

Quemas de restos agrícolas y forestales

El proceso de solicitud y autorización de las quemas está regulado por el decreto 105/2006, que también especifica el procedimiento para comunicar las quemas de restos agrícolas amontonados y para solicitar las quemas de restos forestales.

Restos agrícolas amontonados
Para quemar restos agrícolas, hay que comunicarlo al menos con dos días de antelación al teléfono 012 y seguir las normas básicas establecidas por la Consellería. Entre las cuestiones a tener en cuenta, Medio Rural destaca las siguientes:

  • Las quemas no se harán antes de la salida del sol y deben quedar extinguidas dos horas antes de su puesta.
  • Antes de iniciar el proceso, hay que limpiar una franja perimetral de 5 metros alrededor de la hoguera.
  • En caso de viento, no se podrá prender la hoguera. Si el viento comenzara después de prendida, habrá que apagarla.
  • Se debe vigilar el fuego y no se puede abandonar la hoguera hasta dos horas después de extinguida, a fin de evitar que se reproduzcan las llamas.
  • Dado el riesgo que lleva consigo el fuego para la seguridad personal, las quemas deben hacerlas un mínimo de dos personas.

Residuos forestales
Las quemas de residuos forestales precisan de una autorización, que habrá que solicitar al menos con 7 días de antelación a través del teléfono 012. Un agente forestal se desplaza al lugar para valorar la quema y emitir la correspondiente autorización.

Conviene destacar que hay que solicitar autorización para la quema de todo tipo de residuos forestales, estén en tierras agrícolas -como puede ser el caso de ramas de castaño- o forestales.

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