Presentan un proyecto para conseguir maderas más resistentes a los hongos

Cuatro empresas gallegas participan en una investigación para mejorar las prestaciones de la madera mediante modificaciones químicas. La firma Proquideza, que se encarga de desarrollar los productos, también lidera otra investigación para reducir el impacto ambiental de los limpiadores

Presentan un proyecto para conseguir maderas más resistentes a los hongos

Representantes de las empresas que desarrollan los distintos proyectos de investigación, durante la presentación en la sede de Proquideza.

 

La firma Proquideza, especializada en ofrecer soluciones de limpieza para diferentes ámbitos como la ganadería o la industria, acogió esta mañana en su sede en Lalín la presentación de dos nuevos proyectos de I+D en los que está inmersa junto a otras empresas gallegas.

Una de estas iniciativas es el proyecto TIM-RES centrado en mejorar las prestaciones de la madera a base de modificaciones química. En concreto, la propuesta, liderada por la empresa de comercialización de madera Seistag, con aserradero en Vila de Cruces (Pontevedra), busca desarrollar productos para que la madera resulte más resistente a los hongos y así poder destinarse a mercados más lejanos garantizando que llegue al cliente con la mejor calidad.

Con estas modificaciones químicas buscan destinar la madera a mercados más lejanos garantizando que llegue con la mejor calidad

En este proyecto, Proquideza se encargará de desarrollar los aditivos para garantizar la conservación de la madera. Estos productos estarán destinados al sector de la transformación de madera en Galicia.

Pero, además, en el proyecto participan otras dos empresas que también persiguen mejorar las prestaciones de la madera. En el caso de la lucense Carronza, con un centro de aprovechamiento de biomasa y restos forestales en Baralla, busca nuevas funciones a la astilla en los procesos de depuración de gases y aguas.

Mientras, la carpintería naval de Bueu (Pontevedra) Nauteka, pretende sustituir la materia prima con la que trabaja en la cubierta de los barcos, la teca, por maderas nacionales con resistencia y estabilidad equivalentes gracias a las mejoras químicas. La empresa busca aprovechar un recurso cercano y abaratar así costes. Al mismo tiempo, al optar por maderas gallegas evita la explotación de un recurso en peligro como es la teca de Birmania.

Este proyecto implica un presupuesto de más de 600.000 euros en los próximos dos años y en el están inmersos una docena de investigadores de las cuatro empresas. Además, también participará como subcontratistas la Universidad de Santiago de Compostela. EL proyecto cuenta con una subvención del 80% del presupuesto de la Axencia Galega de Innovación, además de estar cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del programa operativo FEDER Galicia 2014-2020.

Reducir el impacto en el medio ambiente

Además de esta iniciativa centrada en la madera, la firma Proquideza lidera el proyecto de investigación INNOCLEAN para reducir el impacto que los productos de limpieza tienen en el medio ambiente.

El proyecto busca también aumentar la eficacia de los limpiadores. En definitiva, con esta investigación pretenden desarrollar nuevos sistemas para facilitar los procesos de higiene tanto en la industria, como en la restauración o en el ámbito doméstico.

Buscan reducir la toxicidad de los limpiadores, mejorar la eficiencia de la desinfección y crear superficies fáciles de limpiar

Para conseguir reducir el impacto que generan los productos de limpieza en el medio ambiente, la investigación se centrará en la toxicidad de los limpiadores, así como en mejorar la eficiencia de los procesos de desinfección y la obtención de productos especializados. El proyecto también contempla desarrollar superficies que resulten más fáciles de limpiar.

Así, en este proyecto, que ha recibido una subvención del 80% de su presupuesto por parte de la Axencia Galega de Innovación dentro del programa Conecta PEME 2018, participan otras tres empresas gallegas. Por un lado Horbesa, de Carballo (A Coruña), referente en la producción de hormigones para ingeniería civil, así como la sociedad agraria de transformación Ladeira, de O Páramo (Lugo), una de las principales explotaciones ganaderas de Galicia, y Geriolveira de Teo (A Coruña), especializada en geriatría. En total, una docena de investigadores de las cuatro empresas participan en este proyecto.

De residuos agroforestales a extractos naturales

Proquideza, inmersa ahora en estos dos proyectos, acaba además de concluir otra investigación en colaboración con otras tres pymes. En esta ocasión el proyecto EXTRACTUS, que se desarrolló en los últimos tres años, estaba centrado en el aprovechamiento de extractos naturales procedentes de residuos agroforestales como la cáscara de castaña, la corteza de pino, restos de poda y mantenimiento de cerezos y nogales u hoja de eucalipto.

En esta investigación, al margen de Proquideza, participaron la empresa orensana Posada Marrón Glacé, la cercedense Gefico y Bosques Naturales, de Madrid, pero con importantes propiedades en Arzúa.

Utilizaron los restos de cáscara de castaña, corteza de pino y restos de poda para obtener extractos naturales

Este proyecto, que ahora concluye, dio origen a nuevos productos de cuidado animal que incorporaban estos extractos naturales, así como la obtención de sustratos naturales para cultivos agroforestales o el desarrollo de conservantes naturales para alimentos. Está previsto que estas mejoras lleguen al mercado poco a poco de mano de las empresas participantes.

Biopesticidas a partir del nogal

La investigación ha revelado el gran potencial de muchos árboles para la obtención de extractos, muchos de ellos con una gran capacidad antioxidante. Pero además, algunos, como el caso del nogal, tienen otras propiedades que permitirían su empleo como biopesticidas, como explica la firma Bosques Naturales.

Tradicionalmente existía una gran dificultad a la hora de acumular estas materias primas lo que limitaba poder realizar extracciones a gran escala de una especie como el nogal, cuyas cortas se realizaban de manera aislada, sin embargo, las plantaciones de producción de esta madera solucionarían ese problema y permitirían su aprovechamiento.

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