Portugal formalizó las restricciones al eucalipto, un debate abierto en Galicia

El sector forestal gallego trata de contrarrestar la "demonización de la especie", en tanto la Xunta aun no aclaró si proseguirá adelante con la prohibición de plantaciones en la provincia de Ourense y en 29 concellos del centro y sur de Lugo

Portugal formalizó las restricciones al eucalipto, un debate abierto en Galicia

Portugal permitirá las replantaciones de eucalipto, pero no una ampliación de su superficie.

El incendio de hace un mes en Pedragao Grande, que se saldó con 64 muertos, ha acelerado la reforma forestal que estaba a debate en Portugal. El Parlamento portugués aprobó estos días prohibir nuevas plantaciones de eucalipto, con la única excepción de que se permitirá el traspaso de superficies de áreas ecológicamente mal ubicadas o económicamente no rentables, principalmente del interior al litoral. En Galicia, el debate sobre el eucalipto sigue abierto.

La decisión de Portugal de limitar por vía legislativa la expansión del eucalipto llega cuando en Galicia continúa abierto el debate sobre posibles restricciones. La Xunta baraja desde hace dos años prohibir las plantaciones de eucalipto en la provincia de Ourense y en el centro y sur de Lugo, si bien la oposición de gran parte del sector forestal a esa limitación deja el tema en el aire.

El sector forestal gallego advierte de que la mayor parte de incendios se registra en superficies a matorral

Eucalipto e incendios
Tras el incendio forestal de Pedragao Grande, se ha generado en Portugal un debate sobre el eucalipto, una especie que se considera que facilita la propagación del fuego. En Galicia, el sector forestal trató de contrarrestar esa imagen que liga los eucaliptos con los incendios con una campaña publicitaria en medios de comunicación en la que ponía de manifiesto que la mayor superficie de incendios en Galicia se registra en tierras a matorral, no arboladas.

Desde la perspectiva de los diez colectivos que suscribían la campaña publicitaria, principalmente asociaciones empresariales y de propietarios forestales, los datos desmienten que el eucalipto favorezca los incendios. Bien al contrario, el sector entiende que el aprovechamiento productivo del monte reduce el riesgo de fuegos forestales.

Ordenación del territorio

De la campaña publicitaria quedaron al margen colectivos como el Sindicato Labrego, que aboga por un consenso en Galicia sobre la ordenación del territorio. «Nosotros nunca dijimos eucalipto no en Galicia. Lo que se trata es de que tiene que existir una ordenación del territorio, de usos e incluso de especies. El problema del eucalipto es que se están haciendo plantaciones que infringen las actuales leyes, en superficies agrarias o sin respeto a las distancias a núcleos de población, y que se están plantando muchas hectáreas continuas» -valora Diego Sánchez, del Sindicato Labrego-. «Pero el eucalipto es una alternativa productiva donde sea una estación propicia para la especie», defiende.

«Nunca dijimos ‘eucalipto no’ en Galicia. Lo que tiene que existir es una ordenación del territorio» (Diego Sánchez, SLG)

En cuanto a la campaña publicitaria, Sánchez considera que su mayor error radica en contraponer monte arbolado y monte a matorral «como si este último estuviera abandonado», cuestiona. «Hay zonas a matorral que tienen que ser así por su entorno, hábitat o porque están aprovechadas para pastoreo. Por otro lado, hay mucho monte arbolado que está abandonado porque no se hace silvicultura en él», señala Sánchez.

Cuestión emocional
Desde la Asociación Forestal de Galicia (AFG), que organizó en el mes de junio una jornada de debate sobre el eucalipto en Galicia, inciden en que las especies forestales «no son buenas o malas, excepto cuando se hace una mala gestión, como ocurre con cualquier otro cultivo».

«Las especies forestales no son buenas o malas, excepto cuando se hace una mala gestión» (Asociación Forestal de Galicia)

La Asociación Forestal entiende que se está produciendo una demonización de la especie más ligada a aspectos emocionales que racionales. «Es cierto que hay diversos estudios que demuestran que la diversidad biológica es menor en eucaliptales o que, desde el punto de vista de la psicología del paisaje, la ciudadanía prefiere bosques naturales o escenarios agroforestales en mosaico, pero esos problemas se pueden mitigar con una adecuada ordenación del territorio y planificación forestal», valora.

«En cualquier caso -concluye la Asociación Forestal de Galicia-, la conservación de la biodiversidad y del paisaje rural no debe recaer únicamente sobre los propietarios de las tierras, sin que reciban estos ningún ingreso por los servicios ecosistémicos que generan. Es necesario también que toda política de ordenación del territorio, paisaje o conservación de la naturaleza, cuente desde su redacción inicial con la participación real y directa tanto de los propietarios de las tierras que va a afectar como de los actores económicos implicados».

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