Los productores de castaña, ante el reto de una mayor organización

Las dificultades del mercado este año, con una fuerte caída de precios en las últimas semanas de campaña y con problemas de comercialización, revelan puntos débiles del sector

Los productores de castaña, ante el reto de una mayor organización

El sector mantiene que las ayudas a nuevas plantaciones no benefician a pequeños productores. / Imagen: Archivo (CIF Lourizán).

El sector productor de castaña presenta en Galicia una situación crónica de desorganización que lastra su desarrollo. La castaña, en la mayoría de los casos, constituye sólo un complemento de la renta, por lo que existe una escasa profesionalización y las iniciativas de asociacionismo son pocas y de reducida dimensión. Así las cosas, el sector depende de la demanda, condiciones y precios que marcan intermediarios y empresas.

«En 15 días la castaña bajó un euro. Hubo castaña de calidad pagada a 0,70-0,90 euros» (José Manuel Guerra, productor)

Las últimas tres campañas, a partir de 2012, se caracterizaron por una significativa mejora en el precio y en la demanda de castaña, una situación que escondió los puntos débiles de la cadena en Galicia. La campaña este año, sin embargo, estuvo marcada por una menor demanda y por precios a la baja. La producción gallega tuvo que enfrentarse a una mayor oferta de las principales áreas productoras de Europa, caso de Italia, recuperada ya de los daños de la avispilla del castaño, y vio también como la recogida se adelantó, en plena época de temperaturas suaves que no animaron el consumo.

El resultado fue el descontento entre los productores y un clima de inseguridad ante lo que sucederá en próximas campañas. “Este año la campaña comenzó a buenos precios, incluso a 1,60 euros el kilo, pero en cosa de 15 días bajó un euro. Es una situación que no parece normal, algo está fallando” -valora José Manuel Guerra, un productor de castaña de A Gudiña (Ourense)-. “Hubo castaña de calidad excepcional que se pagó a entre 0,70 y 0,90 el kilo, sobre todo en las variedades de tarde”, cuestiona.

«La industria debería defender la producción autóctona y apostar por la IXP Castaña de Galicia» (Mónica Vázquez, productora)

IXP Castaña de Galicia
El sector demanda un mayor compromiso de las industrias con la castaña amparada por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Castaña de Galicia. “Este año fue el primer año que se nos pagó algo más por estar en Castaña de Galicia” -cuenta Mónica Vázquez, productora de la comarca de Valdeorras e integrante del Sindicato Labrego-. “Es preciso defender la castaña gallega. La industria puede traer castaña también buena de Portugal a buen precio, pero si se luchó por poner en marcha una IGP en Galicia, lo lógico es que las industrias defiendan la producción autóctona”, señala.

“Había por parte de las empresas un compromiso de recoger la castaña de la IGP en un plazo no mayor a tres días, pero no se está respetando”, señala también José Manuel, de A Gudiña.

«Un 95% de la castaña entregada este año era de calidad. No hay motivo para las quejas de las empresas» (José Manuel Guerra, productor)

Calidades
Parte de las empresas del sector cuestiona la calidad de la castaña entregada por los productores gallegos por la presencia de excesivos porcentajes de fruto bichoso o boleco, un aspecto que los productores niegan en redondo. “La calidad este año de la castaña fue muy buena. En general, en la castaña entregada, podía haber un 95% de castaña de calidad y un 5% que fuera mal, pero que también tiene salida para subprodutos como piensos”, apunta José Manuel Guerra.

De similar opinión es el responsable de Agricultura de Unións Agrarias, José Ramón González., que advierte además de la responsabilidad de intermediarios y empresas en la calidad comercializada. “Lo normal es que los compradores lleven toda la castaña y que, a su vez, muchos la comercialicen así, sin separar la buena de la mala. Toda la castaña se venía pagando al mismo precio, por lo que no se incentivaba que los productores la clasificaran”, critica.

«Los productores acostumbran a pagar el mismo precio por toda la castaña, no se incentiva que se escoja» (José Ramón González, Unións Agrarias)

Necesidades
¿Qué precisan los productores para ser más competitivos?. El minifundio, la falta de profesionalización, que lleva a un descuido de los sotos, y el escaso asociacionismo son algunas de las carencias en las que coinciden los productores consultados. “Con la mejora del precio de la castaña en los últimos años, hubo gente joven que se animó a comenzar a producir castaña, pero debería de haber apoyos orientados a ellos” -valora Mónica Vázquez-. “Las ayudas para nuevas plantaciones, por ejemplo, exigían tener un mínimo de una hectárea continua, que no es lo más habitual. Eran ayudas que beneficiaron sobre todo a empresas y montes vecinales, pero no a los pequeños productores”, destaca.

«Las ayudas para nuevas plantaciones se orientaron a empresas y montes vecinales, no a pequeños productores» (Mónica Vázquez)

El apoyo a la recuperación y cuidado de los sotos actuales, en retroceso en los últimos años por problemas como el chancro, es otra de las cuestiones sobre las que incide el sector. “En Galicia necesitamos un centro de referencia para la castaña que sirva para asesorar a las grandes zonas productoras del interior de Lugo y Ourense”, defiende José Ramón González.

“No hay que ir muy lejos para saber cómo hacer las cosas bien. En Portugal, usaron las ayudas europeas para crear asociaciones y cooperativas que funcionan, que hacen nuevas plantaciones, que están mecanizadas y que tienen asesoramiento técnico”, enumera González. “Es precisa una mayor implicación de la Administración para impulsar el sector”, demanda.

«Galicia necesita un centro de referencia para el sector. No hay que ir lejos para saber cómo se hacen las cosas bien» (José Ramón González)

La falta de vertebración de la cadena de valor de la castaña en Galicia es otra de las cuentas pendientes. “Hay mucha distancia entre productores e industrias. Falta comunicación y diálogo para intentar hacer las cosas bien”, reflexiona José Manuel Guerra. “El problema en Galicia -añade González- es también que hay un alto número de intermediarios que no le aportan ningún valor a la castaña”. El escenario actual presenta el reto de una mayor organización del sector productor y de una mejor vertebración de la cadena, aunque la idea del asociacionismo parece no prender.

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