Español
La ley de acompañamiento de los presupuestos de la Xunta para 2019 modificará la normativa sobre distancias de arbolado a infraestructuras, parcelas agrarias y viviendas. Una de las novedades radica en que la Administración obligará a los propietarios a cortar el arbolado en los márgenes de las líneas eléctricas, en concreto en los 5 metros contados «desde la proyección del conductor más externo, considerando su desviación máxima producida por el viento», según recoge el borrador de la llamada Lei de Medidas Fiscais.
Tal disposición es criticada por Unións Agrarias, que considera que la Xunta está legislando contra los propietarios forestales, «Se introducen nuevas cargas y obligaciones para los afectados, sin ningún tipo de compensación. Lo lógico es que esos 5 metros de franja sin arbolado se expropiasen como servidumbre por parte de las compañías eléctricas», defiende José Antonio Diéguez, de Ventonoso, un colectivo de propietarios afectados por parques eólicos ligado a Unións Agrarias.
La organización agraria cuestiona también otros cambios de la Lei de Montes que se efectuarán a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos. «Las frondosas caducifolias tenían que mantener 15 metros de distancia con el suelo de núcleo rural, pero ahora se reduce esa limitación a 2 metros. ¿Qué pasa con todos los árboles próximos a un núcleo que se tuvieron que cortar en el último año bajo amenazas de multa?» -cuestiona el secretario de Desarrollo Rural de Unions, Jacobo Feijoo-. «Hay una clara falta de criterio, bandazos e improvisaciones», critica.
Nuevas distancias a respetar por el arbolado
El proyecto de Lei de Medidas Fiscais e Administrativas, que previsiblemente se aprobará en las próximas semanas, deja las distancias reguladas para el arbolado tal y como sigue:
– A parcelas forestales, 2 metros.
– A suelo rústico de especial protección agropecuaria: 5 metros para frondosas caducifolias (antes eran 10 metros) y 10 metros para el resto.
– Desde el límite del dominio público de vías de comunicación (carreteras convencionales, vías rápidas, autopistas, autopistas, ferrocarril), 2 metros para frondosas caducifolias ( antes eran 4 metros) y 10 metros para el resto de especies.
– Con pistas, asfaltadas o no, de por lo menos 5 metros de ancho y que cuenten con por lo menos una cuneta: 2 metros las frondosas, 4 metros el resto de especies y 6 metros en los ayuntamientos declarados como zonas de alto riesgo.
– Con canales fluviales de más de 2 metros de ancho: 2 metros para frondosas caducifolias (antes eran 5 metros) y 15 metros en el resto de especies, a contar desde el dominio público.
– Con suelo urbano, suelo de núcleo rural y suelo urbanizable: 2 metros (antes eran 15 metros) cuando se empleen especies de frondosas caducifolias, y 50 metros en el resto de especies.
– Con edificaciones, urbanizaciones, depósitos de basura, parques e instalaciones industriales situadas a menos de 400 metros del monte o fuera de suelo urbano y de núcleo rural, y con viviendas aisladas en suelo rústico, independientemente de su distancia al monte: 15 metros cuando se empleen especies de frondosas caducifolias y 50 metros en el resto de especies.
– Con cámpings, gasolineras e industrias o instalaciones preexistentes en que se desarrollen actividades peligrosas: 15 metros para especies de frondosas caducifolias y 50 metros para el resto de especies.
– En instalaciones eléctricas, desde la proyección del conductor más externo, considerando su desviación máxima producida por el viento, según la normativa aplicable a cada caso: 5 metros para todas las especies.
Me gustaría darle la bienvenida a Unións Agrarias al selecto club de los que se han dado cuenta de que la Xunta legisla en contra de los propietarios forestales. Algunos llevamos casi diez años y seguimos echando de menos alguna organización de fuste que se dé cuenta de la importancia que tenemos para la economía y empleo de Galicia los que tratamos de suministrar madera de todo tipo (pero principalmente de eucalipto) para la industria. Labor que realizamos en medio de insultos, salidas de tono , amenazas, normas cambiantes, desfachateces de la administración, y todo tipo de desplantes varios.
La distancia de los árboles a las líneas eléctricas no es algo que nos preocupe especialmente, las electricas se cuidan de ello por las malas o por las peores, lo que nadie dice de esta ley es que traslada la responsabilidad de la gestión de biomasa de las eléctricas a los propietarios; y atención a lo de las carreteras, la ley está ahí y después de varios años ignorando lo que decía la ley vienen exigiendo su cumplimiento de un día para otro.
La situación es la siguiente: las electricas expropian como les da la gana, por donde les da la gana, pagando lo que les dá la gana y cobrando la electricidad idem. y ahora los propietarios quedarán obligados a hacer los desbroces bajo los cables.
Aunque a decir verdad la culpa de esto es todo nuestra, la ley está ahí y ninguna organización de la que supuestamente nos defienden la recurrió, si recurren constantemente las organizaciones pseudoecologistas, paisajistas y de cualquier tipo en general con sus constantes berrinches cuando alguien piensa diferente de ellos en el monte, o sencillamente no les dejan hacer lo que les da la gana (vease estos días la demanda de que el eucalipto sea considerado invasor).
Por último es sorprendente (y algo irresponsable) el constante cambio de distancias de plantación, ahora de las frondosas:
Esta ley, aplicada como debe ser, va a ser un desastre para las frondosas, ya que en muchos ayuntamientos están justamente ahí, en balados y caminos. Las instituciones empiezan a olfatear el desastre que se avecina, y mas si consideramos que muchos árboles de estos van a tener que ser derribado a costa del propietario (a pesar de lo que dicen, no tienen mercado).
Veremos a ver que pasa cuando a un veraneante le planten un castaño a dos metros del jardín, yo ya he visto berrinches de antología.
Lo que he visto en Lugo es de fábula , si nos quejabamos del eucalipto podemos ver las frondosas en todo su esplendor, árboles volando sobre las casas vecinas, árboles impidiendo el paso de camiones en el único acceso del pueblo, masas de frondosas entrelazadas sobre las carreteras formando un verdadero «tubo verde».
Y en zonas donde por cosas parecidas han acabado a escopetazos.
Quizas el eucalipto no sea tan malo.
Totalmente de acuerdo, lo de las eléctricas, un abuso total con el apoyo de la administración, ¡que cachondeo con las distancias¡
Enhorabuena señores de la XUNTA.