La industria forestal se posiciona ante la salida de la Administración de los montes vecinales

La papelera lusa Navigator, que ya gestiona cientos de hectáreas en Galicia de propietarios particulares, inició contactos con comunidades de montes y prevé también arrendamientos a través del Banco de Terras. Ence y Europac, otras firmas con intereses en los montes

La industria forestal se posiciona ante la salida de la Administración de los montes vecinales

Pinar en un monte vecinal. / Archivo.

El proceso de extinción de los convenios que la Administración mantiene con las comunidades de montes abre incógnitas sobre el futuro de la gestión del monte vecinal. Parte de las comunidades, las más capitalizadas y con una junta rectora activa, están dispuestas a asumir directamente el manejo de sus terrenos, pero otra parte de los montes vecinales, sin fondos y/o con escasas personas implicadas, afrontan un futuro más incierto. La industria forestal se ofrece a tomar el relevo de la Administración, al menos en los montes con mayores productividades.

La Xunta de Galicia gestiona en la actualidad la mitad del monte vecinal de Galicia por medio de convenios con las comunidades de montes. Son en total 315.000 hectáreas, de las que la Administración proyecta una salida progresiva a lo largo de las próximas décadas, para quedar en unas 100.000 hectáreas con gestión pública en el plazo de 20 años, según el proyecto del Plan Forestal de Galicia.

Ence gestiona unas 10.000 hectáreas de monte en Galicia y en el sector se prevé un aumento de su presencia

Los actuales convenios expirarán todos a más tardar el 31 de diciembre del 2021, aunque la Administración proyecta sustituir una parte de ellos por contratos de gestión -aún pendientes de concreción- con las comunidades de montes. Entre tanto, la industria forestal se está posicionando para ofrecer convenios privados de gestión de los montes vecinales.

Ence
La industria pastera Ence ya venía gestionando en Galicia alrededor de 10.000 hectáreas de monte, la mayoría por medio de convenios con comunidades de montes, y las previsiones del sector forestal pasan por un aumento de su presencia en los montes vecinales, una cuestión sobre la qué Ence, consultada por ‘Campo Galego’, elude pronunciarse.

Navigator
Otra industria que manifiesta su interés en llegar a acuerdos con las comunidades de montes es la portuguesa Navigator. La empresa ya gestiona en la actualidad cientos de hectáreas de propiedades particulares en Galicia por medio de acuerdos con sus propietarios, según le confirmó a ‘Campo Galego’ a comienzos de noviembre, y tiene iniciados contactos con comunidades de montes para llegar a acuerdos de gestión.

«Navigator quiere ser un actor de referencia en la gestión forestal de Galicia, contribuyendo a reducir el abandono»

«Navigator pretende convertirse en un actor de referencia en la gestión forestal de Galicia. Hemos establecido ya acuerdos de cientos de hectáreas con propietarios particulares y actualmente estamos iniciando rondas de contacto con comunidades de montes», explica el director de abastecimiento y logística de madera de la firma lusa, Hermano Mendonça.

La industria portuguesa considera que su entrada en Galicia permitirá reducir el abandono del monte y mejorar la productividad del eucalipto: «Navigator, que tiene una experiencia de más de 40 años en silvicultura e investigación genética, va a contribuir a la recuperación de áreas de eucalipto que se encontraban sin gestión. Queremos ser un actor activo en la reducción del abandono de tierras, lo que incrementará la cuota del sector forestal en el PIB gallego. Nuestra gestión activa del monte creará empleos entre prestadores de servicios y contribuirá a aumentos de productividad del eucalipto», valoran.

La empresa lusa confirma igualmente que tiene previsto optar a arrendamientos a través del Banco de Terras

Los contratos de gestión que ofrece Navigator presentan varias alternativas, teniendo en cuenta siempre las condiciones productivas y logísticas del monte. La práctica habitual en Galicia en los contratos con Ence venía siendo el pago a los montes vecinales de un 50% de la madera tras su tala. Navigator ofrece también la fórmula de pagarle al propietario un porcentaje de la madera cortada, pero presenta además la alternativa de abonar una renta anual fija desde el comienzo de la plantación. Otra posibilidad pasa por una fórmula mixta que combine ambas alternativas.

Europac Group y el pino
Los intereses de la cadena del eucalipto por aumentar su presencia en los montes vecinales apuntan a una posible expansión de la superficie de la especie en los próximos años. La mayor parte de los montes en convenio con la Administración están plantados con pinos, pues la Xunta hace años que dejó de utilizar el eucalipto en los montes conveniados. Esa decisión convertió a la Administración autonómica en la práctica en uno de los baluartes del pino en la comunidad.

La pérdida de superficie de pino lleva a que Europac, consumidora de la especie, proyecte implicarse en la gestión forestal, según fuentes del sector

La retirada de la Xunta de los montes vecinales abre incógnitas sobre el futuro del pino en las provincias atlánticas y en las zonas de Lugo aptas para el eucalipto nitens. Fuentes del sector forestal sitúan a Europac Group, una industria consumidora del pino del sur gallego, como interesada también en la puesta en marcha de convenios de gestión con montes vecinales, en la búsqueda de garantizarse su suministro de madera.

Europac Group, que gestiona una planta de papel en Viana do Castelo, consume pino para trituración tanto de Portugal como del sur de Galicia. Consultada la empresa hace tres semanas por ‘Campo Galego’ sobre su posible interés en la suscripción de convenios con comunidades de montes vecinales, Europac guardia silencio.

«Las empresas de servicios forestales somos un instrumento en el que ya confían muchas comunidades»

El papel que pueden jugar las empresas de servicios forestales en el futuro de los montes vecinales es otra de las cuestiones que está sobre el tablero. Alfonso Fernández, vicepresidente de Serfoga, una asociación que agrupa a empresas de servicios forestales de Galicia, defiende su papel y concreta algunas de las principales preocupaciones del sector.

«En el proceso de extinción de convenios de los montes vecinales, la cuestión de fondo es que Europa quiere que los fondos dedicados al monte vayan directamente a los propietarios, en lugar de ser gestionados por la Administración. En la actualidad, en Galicia un 40% de los fondos Feader dedicados al monte están dirigiéndose en teoría para los montes con convenios. ¿Qué va a pasar con esos fondos cuando desaparezcan los convenios¿ ¿Van a ser transferidos al sector para ayudar a las comunidades de montes en la gestión de sus terrenos?», se pregunta Alfonso Fernández.

«En Galicia, un 40% de los fondos forestales se destinan a montes con convenio. ¿Qué va a pasar con esos fondos? ¿Se le van a transferir al sector? (Alfonso Fernández)

El vicepresidente de Serfoga incide en que parte de los montes se encuentran descapitalizados, por lo que sólo tienen posibilidades de afrontar inversiones con la ayuda de fondos europeos. «Que aparezca también capital privado de industrias que apuesten por invertir en el monte es un proceso normal. La industria forestal ya cumplía un papel en el monte y lo seguirá haciendo», valora Fernández.

En cuanto a las empresas de servicios forestales, el vicepresidente de Serfoga las sitúa como un apoyo a las comunidades de montes. «No tomamos decisiones. Somos un instrumento más que está ahí. Ya hay muchas comunidades de montes que confían en nosotros para encargarnos su gestión fiscal, proyectos de ingeniería forestal o trabajos de campo que nos encomiendan, pero son los propietarios los que toman las decisiones», concluye.

Para una correcta toma de decisiones en las comunidades de montes, Alfonso Fernández incide en la necesidad de seguridad jurídica. «Estamos a la espera de un Plan Forestal claro, con consenso, que planifique el monte gallego y que nos indique condiciones de producción, medioambientales y que nos dé seguridad jurídica de que no van a aparecer un sinfín de trabas administrativas en la gestión de los montes» -concluye-. «Esta es una postura conjunta del sector forestal gallego, que en los últimos años estamos funcionando como un ente unido, una cuestión que es muy importante para el país», valora.

Situación de los montes quemados

La situación en la que quedarán los montes con convenio que se vieron afectados recientemente por grandes incendios es una de las cuestiones del proceso de desconvenio que preocupa a la Asociación Forestal de Galicia (AFG). El colectivo advierte de que la salida de la Xunta de esos montes dejaría a las correspondientes comunidades descapitalizadas y sin posibilidad de afrontar su recuperación.

La AFG espera que la Xunta ponga en marcha un plan de restauración de los montes afectados por la ola de fuegos del 2017, «comprometido hace un año» -asegura la Asociación-, pero que aún no se hizo efectivo.

El sector también está esperando para conocer los contratos de gestión que la Xunta le ofrecerá a parte de los montes vecinales con convenios y demanda una salida pactada de la Administración de los montes vecinales. Se pide que las cuentas estén claras, que la Xunta afronte el pago de las deudas que tiene con parte de las comunidades de montes y que le deje a las comunidades de montes un plan de ordenación de las superficies que estaban conveniadas, tal y como está regulado por la normativa vigente.

La polémica de la gestión de los montes en estado de abandono

En el marco de las políticas de prevención de los incendios forestales, la Xunta decidió hace un año que los montes vecinales en mancomún que no estén explotados adecuadamente podrán declararse en «estado de grave abandono». Esos montes podrán ser incorporados al Banco de Terras y podrá ofertarse su gestión a terceros durante 50 años, siempre y cuando no exista una comunidad de montes que pueda mantener una gestión activa de sus terrenos.

En Galicia, hay alrededor de un 10% del monte vecinal -unas 70.000 hectáreas-, que puede estar en esa situación, según los datos que maneja la Administración autonómica. Se trata de comunidades de montes que están inactivas, bien porque nunca tuvieron juntas rectoras en algún caso, bien porque la despoboación o la falta de relevo generacional las dejaron fuera de juego.

La decisión de la Administración de ofrecer el arrendamiento de esas tierras durante 50 años genera una oposición generalizada en el sector forestal. La posición más contundente es la de la Organización Galega de Comunidades de Montes, que habla de un intento de «privatización del monte vecinal». Contra esa medida, la Organización Galega de Montes Vecinales protagonizó una manifestación la pasada primavera.

Desde Serfoga, su vicepresidente, Alfonso Fernández, manifiesta también reticencias a la entrega de los montes vecinales por periodos tan largos. «En primer lugar, habría que dar la alternativa de que si un lugar queda abandonado, ese monte vecinal sea gestionado por la parroquia. Si no fuera así, debería pasar a la Administración forestal» -valora-, «nunca a los Concellos, pues la experiencia nos dice que los Concellos usan el monte como una fuente de financiación, sin invertir en el mismo», advierte ante futuribles modificaciones de la normativa.

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