“La biomasa es una pieza más del puzzle, no es la salvación del monte”

Entrevistamos a Francisco Álvarez, de Ecowarm (Brión, A Coruña), una de las cuatro plantas de producción de pellet que opera en Galicia. Analizamos con él las perspectivas del sector en la comunidad

“La biomasa es una pieza más del puzzle, no es la salvación del monte”

Francisco Álvarez, en una jornada del Centro de Investigación Forestal de Lourizán.

EcoWarm de Galicia (Brión, A Coruña) fue en 1986 la primera fábrica de pellets de Europa y tres décadas después continúa en activo. Es una de las cuatro plantas de pellet que operan en Galicia y su producción actual se sitúa en unas 20.000 toneladas anuales, elaboradas todas ellas a partir de subprodutos de la industria del aserrado (serrín, astillas, etc.). Ecowarm está participada de forma mayoritaria por la multinacional italiana Tommy Service, que también cuenta con plantas en León, Austria y Rumania. Hablamos con Francisco Álvarez, de Ecowarm, sobre la situación del sector de la biomasa en Galicia y sus perspectivas de futuro.

Sois un caso particular en el sector de los pellets en Galicia, pues en lugar de trabajar con árboles, apostáis por los subprodutos de aserraderos. Explícanos vuestra línea de trabajo.
– Dentro del grupo, apostamos en la medida de lo posible por abastecernos de subprodutos. No entendemos que un tronco con destino maderable pueda ir para pellets. Por otra parte, piensa que en los aserraderos la relación entre materia prima y producto terminado es 3 a 1. Necesitan tres toneladas de tronco para sacar una tonelada de tablas. Ese subproduto hay que integrarlo y consolidarlo en una cadena de transformación, que es lo que hacemos nosotros.

En León sí que estáis trabajando con pino para pellet. Cuéntanos cómo funciona esa planta.
– La planta de León la consideramos un centro de tratamiento de biomasa. Compramos lotes en monte que separamos por diámetros y especies. El pino de diámetro maderable va para sierra y sólo el que tiene menos de 18 centímetros va para pellet. Ahora mismo en León estamos elaborando 32.000 toneladas de pellet y la perspectiva es llegar a un máximo de 60.000 toneladas. También compramos rebollo para leña, destinado a mercados de cercanías.

«Están ofreciéndonos madera quemada, pero no es apta, ya que tenemos que cumplir estándares muy severos»

¿Crees que la venta de pino en monte con destino a biomasa puede llegar a representar una competencia para la industria del tablero?
– Quien piense así tiene un planteamiento totalmente equivocado. El origen del sector del pellet es el de darle salida a un subproduto, pero no es la salvación del monte, como a veces se quiere ver. El pellet es una pieza más del puzzle del aprovechamiento forestal, pero no podemos especular, tenemos que pagar menos por la materia prima que la industria del tablero.

Por otro lado, el pellet tiene a cada paso una normativa más exigente y resulta complicado cumplir con esas exigencias. La materia prima tiene que tener ausencia de corteza y ser de calidad. Están ofreciéndonos madera quemada, pero no es apta para pellet. Sí podría serlo para generación eléctrica en una central de biomasa.

¿Tampoco restos de tala o de podas serían útiles para la industria del pellet?
– Hubo proyectos de investigación en esa línea, pero todo eso quedó en papel mojado. Nosotros estuvimos en un proyecto en Castilla La Mancha para aprovechar los sarmientos procedentes de la poda del viñedo. Conseguimos peletizarlas, pero no hay mercado para el pellet resultante. El principal problema es que el contenido de cenizas de ese pellet ronda el 6-7%, cuando la norma En Plus A2, un estándar más permisivo que el A1, exige un máximo del 1,3% de cenizas. Las calderas domésticas no están diseñadas para ese tipo de pellet. También habría otros problemas, como el contenido en cloro.

«El eucalipto tiene un contenido de cloro que impide su uso para la producción de pellet»

Para los restos de tala, sí que hay perspectivas de valorización a través de la planta de generación eléctrica prevista para Curtis. ¿Qué perspectivas le ves a este aprovechamiento?
– Hay ahora dos proyectos similares que, de ponerse en marcha, demandarán restos de tala del monte gallego, la planta de Curtis y otra de dimensión semejante prevista en Cubillos del Sil (Ponferrada, León). Son iniciativas que dinamizarían el monte, ya que pueden generar más valor añadido, aunque también es probable que se produzca una cierta especulación en el sector, pues los restos de tala ya son utilizados en la actualidad por grandes firmas como Ence o Finsa.

Una cuestión que se le plantea con frecuencia al sector de la biomasa es si el eucalipto nitens tiene aprovechamiento. ¿Le ves un posible uso?
– En el año 2006 pelletizamos eucalipto. Elaboramos un gran pellet, después de superar diversos problemas técnicos, pero cuando lo analizamos vimos que tenía un gran contenido de cloro que hacía inviable su comercialización. En aquel momento no había las certificaciones de la actualidad, pero ya nos dimos cuenta de que ese camino no tenía futuro.

“La producción de pellet para centrales térmicas vive una burbuja”

Vuestra producción de pellet se enfoca a la venta a consumidores domésticos. Otro gran mercado del pellet está en las centrales térmicas de cofiring (cocombustión), que sustituyen en parte el carbón por pellet. ¿Tiene futuro esta línea?
– El cofiring vive del subsidio y está creándose una burbuja, ya que no funciona por la oferta-demanda, sino que depende de las ayudas para la producción de kilowatios verdes. Por otro lado, es un mercado que precisa de tal volumen de combustible que genera distorsiones en el monte, pues puede echar mano de todo tipo de diámetros y especies.

Pellets.

Pellets.

Piensa que cualquiera de las grandes plantas de producción de pellet para cofiring, como las que puede haber en países como Brasil, Estados Unidos o Rusia, produce por sí sola más de 500.000 toneladas de pellet al año, cuando las 83 plantas de pellet que hay en España suman en conjunto una producción anual de 422.000 toneladas.

En nuestro caso, nos enfocamos al mercado doméstico y no estamos interesados en el cofiring porque es un mercado con un futuro incierto. Pensamos que el pellet no tiene que ser una commodity, sino un producto que tenga un consumo de cercanía dentro de lo posible.

En Galicia, ¿cuáles son los números del sector del pellet?
– En la actualidad hay cuatro plantas operativas, después de que hayan cerrado dos en el último año. La planta de mayor dimensión es la de As Pontes, que tiene una producción de alrededor de 60.000 toneladas y que depende en parte del mercado del cofiring, seguida de la nuestra, que es una planta intermedia (20.000 toneladas) enfocada al pellet de uso doméstico, y de dos plantas de menor dimensíon que suman 10.000-12.000 toneladas de producción. En total, estamos en una producción de alrededor de 90.000 toneladas de pellet al año, de las que en torno a 40.000 toneladas se consumen en Galicia y el resto se vende fuera de la comunidad.

«En toda Europa, menos en España, el pellet tiene un Iva reducido que incentiva al consumidor a cambiarse a este combustible»

¿Qué perspectivas de futuro le ves al sector del pellet?
– En Galicia somos unos privilegiados de la Administración, ya que se subvenciona la instalación de calderas de biomasa, algo que no existe en el resto de España ni en Europa. Es un estímulo positivo, aunque echamos en falta que en España no se siga el modelo de incentivación a la biomasa del resto de Europa, donde se le aplica al pellet un Iva reducido, del 10%, en lugar del 21% que tenemos en España. Es una manera de estimular y subvencionar al consumidor doméstico de por vida.

Por otro lado, reduciendo el Iva, se minimiza el alto grado de fraude que se da en un producto que se quema y desaparece. Ese fraude es una barrera comercial para las empresas que hacemos las cosas bien. Está además comprobado en otros mercados que al bajar el Iva del pellet aumentó la recaudación en las arcas públicas. Con un Iva menor, el fraude ya no es tan apetitoso.

En cuanto al posible crecimiento del mercado, el pellet tiene su cabida y su recorrido, pero no vale para todo. El mercado del pellet no está en suministrar a un cliente en el séptimo piso de un edificio del centro de Vigo, que es un caso real.

¿Cómo vivió el mercado de la biomasa los dos últimos otoños en España y en el resto de Europa occidental, con temperaturas más suaves de las normales?
– Hubo bajadas de precios del pellet pero no se generaron stocks. Las plantas tuvieron que adaptarse a la realidad del sector, trabajando al 60-70% de carga y en fases de mayor demanda al 100%. El camino es el de tener plantas con una dimensión media que permitan esa flexibilidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información