Español
Entrar en la fábrica de Industrias Guerra en el polígono industrial de Vila de Cruces es cómo hacerlo en una forja del siglo XXI equipada con las últimas tecnologías: El acero de Escandinavia que entra en bruto en planchas metálicas es cortado, doblado y pulido en varios procesos hasta dar lugar a grúas, remolques, cortadoras y procesadoras forestales con destino a los cinco continentes.
La empresa da empleo a más de 100 personas en esta planta y prevé finalizar este año con una facturación de más de 12 millones de euros, de los que algo más del 50% corresponden a la exportación.
El forjador de este auténtico centro de I-D de la maquinaria forestal en el interior de Galicia es Román Sánchez González, que sigue asesorando y trabajando con los operarios y preparando el relevo generacional.
Los orígenes de Industrias Guerra están en el año 1951, en la época en la que los pinos aún se cortaban y cargaban a mano y se transportaban en carros de bueyes. “Industrias Guerra empezó en la calle Soto Vázquez, en el centro de Vila de Cruces, siendo un pequeño taller de Benigno Sánchez, el padre de Román, en el que reparaban y fabricaban aperos agrícolas, pero también máquinas de coser e incluso instrumentos musicales”, explica María José Cao, adjunta a la dirección general de la empresa.
Román era un joven con la mente inquieta por innovar y junto con su padre empezaron a construir en los años 70 las primeras grúas hidráulicas, tanto para el sector forestal como para el marino. “Los marineros y mariscadores de O Grove se quejaban de que las grúas con las que contaban en los barcos para izar las redes presentaban problemas a la hora de pararlas. Román y su padre empezaron a fabricar grúas con un cabrestante con freno y fue un éxito”, cuenta María José, quien destaca que desde entonces “alrededor del 80% de los barcos gallegos tienen instaladas Grúas Guerra”.
“Siempre escuchamos lo que nos pedían los clientes, sus necesidades y construimos grúas que se adaptaran a los que demandaban”, destaca.
En la actualidad Industrias Guerra cuenta con una plantilla de 100 personas en su fábrica de Vila de Cruces así como en la nave de 3.000 metros cuadrados que tienen en el polígono industrial de Silleda, donde trasladaron la división de mecanizados, y que tienen previsto ampliar en otros 3.500 metros cuadrados. También cuentan con otras 6 personas en su filial Grúas Tambre, en Santiago de Compostela.
Los primeros en fabricar grúas forestales desmontables para camión y en adaptar excavadoras para el sector forestal
La innovación forma parte del ADN de Industrias Guerra y es lo que les permite competir a nivel internacional con auténticos gigantes del sector de la fabricación de maquinaria. Así, en su oficina técnica y de I+D trabajan 15 personas encargadas de la mejora continua y que les permite que cada máquina que sale de sus instalaciones se adapte a las necesidades específicas de cada cliente.
“Industrias Guerra fue la primera en fabricar y en instalar a finales de los años 80 las grúas desmontables para camión, técnicamente conocidas como grúa de corredera de quita y pon. Hasta entonces se colocaban fijas en el semiremolque y era un peso que siempre iba con el camión, pero al permitir quitarla tras cargar la madera eso supone entre 2 y 3 toneladas menos de carga, con el ahorro que conleva en combustible, gasto de ruedas….?, destaca Manuel Ángel Mira, responsable del departamento Comercial de Industrias Guerra.
La oferta de Industrias Guerra en grúas es muy amplia: de las desmontables para remolque a las fijas en plataforma, o desde una capacidad de 3 toneladas por metro a las de 100 toneladas y más. “Cada vez los clientes nos piden grúas de más tonelaje”, reconoce María José Cao, adjunta de la dirección general.
Esta fábrica cruceña también fue pionera en España en las taladoras forestales acopladas a excavadoras. “Fue algo que nos pidió la gente que trabaja en el sector forestal en Galicia y en otras zonas con pendientes elevadas. La solución fue adaptar una excavadora, con una cabina protegida y homologada, y con unos sistemas de protección de la máquina que cumplen todos los estándares de seguridad. También a nivel hidráulico la adaptamos para que alimente al procesador o la taladora, dos máquinas que fabricamos en Industrias Guerra”, explica Manuel Ángel Mira.
Exportan alrededor del 50%
Desde sus comienzos Industrias Guerra tuvo claro que los mercados exteriores resultaban estratégicos para crecer y hoy en día la exportación representa alrededor de un 50% por ciento de su facturación, con un volumen que crece desde hace años. Portugal, Francia, Argentina, Estados Unidos y países asiáticos son sus principales clientes en el exterior.
“Las grandes fortalezas de Industrias Guerra son la calidad de las máquinas, el servicio postventa y que nos adaptamos a la necesidad de cada cliente”
¿Y cuáles son los principales activos de Industrias Guerra que le permiten competir a nivel nacional e internacional? “Sin duda, que somos una empresa muy flexible, pues somos capaces de adaptarnos a las necesidades del cliente y construir una máquina específica para lo que precisa. Eso y un servicio técnico postventa de altísima calidad”, destaca María José Cao.
Por su parte, Manuel Ángel Mira añade que “el cliente que compra un equipo Guerra cuando tiene necesidad de ampliar o de sustituir ese equipo repite Guerra”.
“Tenemos clientes de muchos años y con muchas unidades compradas, y eso es un motivo de orgullo pero también nos impulsa a ser cada vez más exigentes con nosotros mismos y a innovar y mejorar continuamente”, concluye.
Me gustaría comprar una pinza hidráulica con.rotor para grúa Hiab 050, que pese el conjunto poco