‘Incendios forestales, cambia el lenguaje, continúa el enfoque equivocado’

Este dictamen, aunque con un lenguaje conscientemente ambiguo para disimular, parte de la base de que la problemática de los fuegos forestales que padece nuestra nación no es consecuencia ni de la política de montes ni del cambio climático. Son simplemente actitudes incendiarias individuales. De ahí que no plantee alternativas a las causas estructurales que provocan los incendios forestales (falta de ordenación del territorio, monocultivo forestal, abandono del medio rural, desordenación de las masas boscosas, etc.).

Centran la solución de los incendios en una acción policial. Por tanto, la derivada que va a traer este Dictamen es la de perpetuar que los fuegos forestales sigan siendo un grave problema para el territorio gallego.

Vistas así las cosas, las recomendaciones que plantea este dictamen reafirman que el monte gallego tiene que ser sólo forestalista-productivista. De hecho, incorpora la demanda de la industria forestalista y de la madera de que el monte gallego tiene que satisfacer sus necesidades (pinos y eucaliptos). Es decir, que los titulares de estas tierras no pueden ponerlas en valor según sus necesidades y decisiones, sino que tienen que ponerlas al servicio de la industria forestalista y de la madera.

Iniciativa legislativa popular por el bosque autóctono
Por el contrario, el dictamen no recoge el contenido de la Iniciativa Legislativa Popular intitulada ‘Proteción y mejora de los hábitats del bosque autóctono, racionalización de la gestión del monte y lucha contra los incendios forestales’, elaborada por la Alianza por un medio rural gallego vivo (Adega, Cig, Fruga y Orgacccmm).

En lo que respecta a las plantaciones de eucaliptos, esta iniciativa plantea cuestiones tan razonables como: moratoria en la plantación de esta especie, eliminación de la misma de las tierras agrarias y de las figuras de proteción medio ambiental y, en los lugares susceptibles de plantar esta especie forestal, gestión de la misma .Es decir, plantea ordenación y gestión y por tanto, medidas contra dos de las causas estructurales que provocan los incendios.

Agrupación del minifundio
A pesar del fracaso que supuso y supone la figura de las llamadas Sociedades de Fomento Forestal -Sofor-, en la que en años de existencia solamente se formaron cinco, el dictamen insiste en esta gestión empresarial del monte, en este caso de particulares .No son ni lo mínimamente democráticos para admitir que del lado de las Sofor, habría que potenciar también las Unidades de gestión forestal (Uxfor), de las que se habían constituído 35 en apenas dos años de vigencia del decreto que las fomentaba, durante el Gobierno Bipartito.

Y si no son las Uxfor, otros modelos de gestión en común de los montes de particulares que planteasen los titulares de los mismos. Mas para los partidos políticos firmantes del dictamen, cuando hay que poner en una báscula la puesta en valor de los montes de manera multifuncional y sustentable o entregarle estas tierras a las empresas forestales o madereras, no tienen ninguna duda, apuestan por lo segundo.

Montes vecinales
En lo que hace referencia a los montes vecinales en mancomún, el dictamen, aprobado por el PP y por el PSOE, avanza un escalón más en el objetivo de privatizar estas tierras comunitarias. Los intereses capitalistas ,especulativos y urbanísticos no pierden ocasión para alcanzar sus objetivos. Y para eso, les vale cualquier cuestión. Hoy es la problemática de los fuegos forestales, pero mañana podría ser el dictamen de una comisión de estudio creada en el Parlamento Gallego para decidir si hay vida más allá de los confines de la Tierra.

Estamos delante de unos objetivos que rayan en una obsesión enfermiza. De hecho, el dictamen mantiene todos los escalones de la política agresiva contra los montes vecinales en mancomún (fiscalidad injusta, obligación de pagar las falsas e injustas deudas de los consorcios y de los convenios, obligación de invertir el 40% de los ingresos donde decida la industria forestal y de la madera, incautación de los montes vecinales para entregárselos gratis a las empresas forestales privadas por un periodo de 50 años, etc.)

¿Democracia elitista para los montes vecinales?
La única novedad al respecto de los montes vecinales en máncomún, y como no podría ser menos, negativa, es la de exigir conocimientos forestales acreditados para poder ser miembro de una junta rectora (cosa que no exigen ni para los montes de varas ni para los montes de particulares ).

Y de no tenerlos, no podrán gestionar sus tierras. Esta exigencia no sólo ataca al carácter germánico de la titularidad vecinal (las comunidades de montes, no organizaciones dedicadas sólo a la venta de madera, son sociedad civil organizada que tiene como fin la defensa y la puesta en valor de sus tierras ). Es un ataque incluso a los principios de la democracia (cada persona un voto). Es volver a la democracia de los ‘sabios’ (autodefinidos por ellos mismos), a la democracia elitista/clasista. Pero en el fondo, esta propuesta aberrante tiene un objetivo claro: usurpar la xestion de los montes vecinales a sus titulares y poner en su lugar los que decidan los ‘sabios’.

¿Qué les parecería a los y a las dirigentes del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales de Galicia, y los cito a ellos porque son los padres y las madres de esta criatura, si las comunidades de montes declarásemos que no pueden firmar ningún proyecto a llevar adelante en los montes vecinales por no tener acreditados conocimientos del monte vecinal y mucho menos de la gestión democrática de las comunidades de montes, dado que en ningún nível del ciclo escolar gallego se estudian estas dos cuestiones?. ¿Aberrante, verdad?. Pues lo mismo que su propuesta .