Español
El roble del país (Quercus robur, y también el Quercus petraea, roble albar) es una de las frondosas más abundantes en Galicia y en los últimos años atraviesa una notable expansión, según se deduce de los sucesivos inventarios forestales. El cuarto Inventario Forestal Nacional refleja que en Galicia, el roble está presente nada menos que en el 26% de la superficie arbolada gallega, con 124.800 hectáreas puras y otras 248.200 hectáreas en mezclas con otras especies, lo que da idea de su gran potencial forestal, actualmente infrautilizado.
«El roble está en expansión, pero es denostado por los largos turnos de corta y por formas no adecuadas para usos madereros»
Este aumento del roble no es debido a las plantaciones hechas por el hombre, sino a su capacidad de regeneración natural. Su adaptación a las condiciones del país y el descenso de los efectos de los fuegos hacen el resto.
La expansión del roble, por tanto, no se corresponde con una valoración idónea de los usos productivos y medioambientales del árbol. Más bien, el roble es una especie denostada a nivel forestal por los largos turnos de tala y por la proliferación de pies con formas no adecuadas para usos madereros. Esta percepción del propietario se puede cambiar trabajando y ofreciendo posibilidades de futuro.
Los robles de alto fuste son escasos en Galicia.
El aprovechamiento tradicional para leña dio lugar a la conformación actual de los robles, muchos de ellos desmochados y sin fuste. En las carballeiras hay una ausencia de selección genética positiva. Por eso, la excepción son hoy en día los robles de porte majestuoso, con un fuste derecho y alto. Pasear por debajo de una carballeira de copas de hasta 40 metros de alto sólo puede compararse en sensación estética con estar bajo una cúpula de una catedral gótica.
Gestión
Parece por tanto importante la ejecución de actuaciones forestales en este tipo de masa natural para evitar que lo que no gestionemos nosotros quede en el abandono o lo que es peor, que sea gestionado por los fuegos. Las intervenciones selvícolas, además, aumentarán los valores económicos y sociales de las carballeiras, sin merma de sus valores ecológicos y medioambientales.
Conviene insistir en que la mejor manera de garantizar la viabilidad de las carballeiras pasa por conseguir su sostenibilidad económica, de manera que se conviertan estas masas que, de por sí ya tienen un alto valor ecológico y medioambiental, en masas económicamente rentables para el propietario, consiguiendo así las tres patas de la sostenibilidad (económica, social y medioambiental).
«La mejor forma de garantizar el futuro de las carballeiras pasa por consolidar su sostenibilidad económica»
Masas consolidadas de frondosas
La Lei de Montes de Galicia (Ley 7/2012) prevé la creación de un registro de masas consolidadas de frondosas, que se consideran aquellas con más de 15 hectáreas, con pies mayores de 20 años y que no son fruto de una plantación forestal.
La creación del registro es una oportunidad para incentivar la gestión de las carballeiras, bien conjunta, en el caso de varios propietarios, bien comunal, en las comunidades de montes, o particular.
Es decir, el registro de carballeiras como masas consolidadas de frondosas no debería representar sólo deberes para el propietario, sino también venir con incentivos para su gestión, de manera que se garantice la conservación, al tiempo que un rendimiento económico, lo que contribuiría a que la carballeira no sea percibida por el propietario como una carga, sino como un recurso forestal valioso.
«El registro de las carballeiras como masas consolidadas de frondosas debería acompañarse de incentivos para su gestión»
¿Por dónde comenzar? Pues probablemente por intervenir preferentemente en las 124.000 hectáreas de masas puras, donde según se vayan declarando como masas consolidadas, la Xunta podría poner a disposición de los propietarios ayudas para tratamientos selvícolas, perfectamente financiables en el marco del Plan de Desarrollo Rural (PDR) de Galicia 2014-2020.
Un objetivo realista podría ser intervenir en el 5% de esta superficie en los próximos 5 años. Sería un primer paso.
Tratamientos de las masas.
Los tratamientos en las carballeiras se basan siempre en sencillos principios, tratando de seguir la dinámica de la naturaleza. Así como de manera natural, dentro de las masas de frondosas la competición por la luz va haciendo que mueran los pies dominados menos vigorosos, nuestra función será anticiparnos a ese hecho natural, cortando y extrayendo aquellos pies peor conformados, y reservando aquellos de mejores características técnicas por la rectitud de su tronco.
Es de destacar que en el caso del roble, el mayor valor de la madera se concentra en la base (bastarán trozas de 2.5 metros rectas y limpias para duelas de madera con destino a la industria de barricas, y trozas de 5 m para vigas para la construcción y restauración de viviendas rurales). No olvidemos que el mejor whisky del mundo se madura en barricas y pipas de roble gallego.
«Del roble se pueden extraer trozas de 2,5 metros para la industria de barriles. El mejor whisky del mundo se madura en roble gallego»
Los pies extraidos con peor conformación tienen también un aprovechamiento directo como leña por su alta densidad y alto valor calorífico, así como por el humo aromático, muy empleado para dar sabor a alimentos ahumados, lo cual hoy en día se puede hacer con seguridad, evitando que los benzopirenos (reputados cómo cancerígenos) afecten al producto ahumado.
Ayudaremos al regenerado completando huecos mediante plantación, o abriendo espacios a la luz solar si las plántulas están excesivamente sombreadas. Se favorecerá a las plantas mejor conformadas y con crecimiento más vigoroso, escogiendo siempre estos árboles sobre las vecinas que presenten forma deficiente.
«En árboles jóvenes trataremos de formar una única guía, eliminando aquellas ramas que formen bifurcaciones»
En árboles nuevos, trataremos de formar una única guía en el árbol, podando aquellas ramas que formen bifurcaciones. En aquellos pies aún nuevos con una hechura muy deficiente, haremos una tala por la base del árbol. Rebrotará vigorosamente de la cepa y en los años siguientes seleccionaremos una única vara, la que presente la hechura más derecha.
Errores a evitar
El roble suele expandirse sobre suelos frescos y de gran calidad. No es una especie venturera, como abedules, pinos o eucaliptos, por lo que sería un error tratar de forzar su asentamiento directamente sobre suelos poco propicios, como zonas de tojo sin una fase previa de forestación con especies pioneras (pinos, abedules). De ahí el fracaso de gran número de repoblaciones forestales, hechas con muy buena intención pero con escaso rigor técnico.
«Es un error tratar de asentar directamente el roble sobre suelos poco propicios»
El propietario también debe tener en cuenta que la Lei de Montes de Galicia prohíbe la sustitución de masas de frondosas autóctonas, como el roble, por plantaciones de pinos o eucaliptos. En masas de frondosas cortadas, cualquier nueva repoblación tendrá que ser necesariamente de frondosas.
Valores ambientales
Las carballeiras, aparte de su función productiva, tienen a menudo una función medioambiental, de prevención de la erosión en laderas, de fomento de la biodiversidad o de protección de cuencas fluviales. Esas funciones son valoradas de manera positiva en los esquemas de certificación forestal.
A medida que el roble vaya dominando y creando su peculiar ambiente, el ecosistema irá aumentando su complejidad, apareciendo una gran variedad de especies de flora y fauna. Los acompañantes del roble irán apareciendo, avellanos, acebos, laureles, madroños e infinidad de especies de hierbas, helechos y plantas leñosas.
La comunidad florística asociada al roble es la más evolucionada en las condiciones de suelo y clima de Galicia, ya que se hace estable en el tiempo si no hay cambios drásticos de fuego, enfermedades o plagas. Es lo que se conoce como el ‘climax’ de vegetación.
