Galicia afronta el verano sin que la Xunta haya iniciado la prevención de incendios

Los trabajos en montes conveniados, gestionados por la Administración autonómica, aún no se iniciaron. Tampoco las comunidades de montes autogestionadas pudieron iniciar las tareas que realizan con ayudas de Medio Rural

Galicia afronta el verano sin que la Xunta haya iniciado la prevención de incendios

Los trabajos de prevención se iniciarán en época de alto riesgo de incendios.

Si los incendios forestales se apagan en invierno en las tareas de prevención, Galicia llega a cada verano con un suspenso con mayúsculas. El escenario del 2017 es similar al de otros años. Los trabajos de prevención en los montes vecinales conveniados, unas 300.000 hectáreas que gestiona la Xunta, aún no se iniciaron, en plena época de alto riesgo de fuegos. La situación no es mejor en los montes vecinales autogestionados, en los que las ayudas de Medio Rural para prevención llegarán un año más a deshora.

El enfado en el sector forestal es crónico. «Estamos en la misma situación de todos los años. Llega el verano sin que se hayan hecho los trabajos de prevención y después pasa lo que pasa» -resume Jacobo Feijoo, de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga), una organización ligada a Unións Agrarias-. «En Ourense, la ola de fuegos de septiembre del año pasado cogió a Medio Rural con sólo un 15% de los trabajos de prevención ejecutados en montes conveniados de la provincia», critica.

«En Ourense, la ola de incendios de 2016 cogió a Medio Rural con sólo un 15% de los trabajos ejecutados» (Jacobo Feijoo, Asefoga)

Esta campaña, las tareas en los montes conveniados, como desbroces en cortafuegos y pistas, aún no se iniciaron y en gran parte tampoco han salido a concurso. En cuanto a los montes gestionados por las propias comunidades vecinales, la línea de ayudas dispuesta por Medio Rural llega de nuevo tarde. La resolución de las ayudas se hizo a mediados de mayo, pero antes de que los montes vecinales puedan iniciar los trabajos, es precisa una inspección previa de los técnicos de la Xunta, que deben elaborar un informe, y sólo después se le traslada a las comunidades la autorización para comenzar.

Problema, a dos días del inicio de la época de alto riesgo de incendios, no llegan al 10% las comunidades que recibieron la notificación que les permite meter las máquinas en el monte, según calculan asociaciones forestales y empresas del sector.

Incendios antes de los trabajos de prevención
«Por desgracia, pasará lo de todos los años. En algunas comunidades no serán necesarios los trabajos de prevención porque llegará el incendio antes y ya no dejará matorral que desbrozar» -critica el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes, Xosé Alfredo Pereira.- «Percibimos de la Xunta una despreocupación total porque pasa lo mismo todos los años y no se corrige. Estamos hablando de temas burocráticos, de gestión, no puede ser difícil hacerlo mejor», valora.

«Percibimos una despreocupación total. Hablamos de temas burocráticos, de gestión, no es difícil hacerlo mejor» (Xosé Alfredo Pereira)

La misma postura expresan desde Asefoga: «La solución pasa por establecer un calendario de trabajo que permita ejecutar las medidas prevención antes del verano. Hay que trabajar por objetivos y con un calendario en la mano», señala Jacobo Feijoo.

También la Asociación Forestal de Galicia, uno de los principales colectivos que agrupa a propietarios forestales y comunidades de montes, cuestiona la ausencia de medidas de prevención llegado el verano. «Es un problema cierto y que se repite, pero también hay que decir que la mayor parte de la prevención en Galicia la hacemos los propietarios privados y las comunidades de montes sin ayudas. Parece que es un trabajo que no existe, ya que no se computa en el Plan de Defensa contra Incendios (Pladiga) y sería bueno reconocerlo y ponerlo en valor», defiende el director técnico de la AFG, Francisco Dans.

Cambios en el 2018
Ante las críticas del sector, que se plasmaron en el Consello Forestal celebrado esta semana, la Consellería aseguró que en el 2018 resolverá las medidas de prevención durante el invierno, tanto la línea de ayudas para comunidades de montes como la licitación de los trabajos en montes conveniados. El objetivo es que se puedan acometer las tareas durante la primavera, antes del verano. «Dijeron que este año era el último en el que sucedía tal cosa», confirman las organizaciones presentes en el Consello.

Medio Rural anuncia que en 2018 los trabajos de prevención se acometerán en primavera

El sector forestal, no obstante, coge la promesa con escepticismo. «Todos los años sueltan la misma cantinela y nunca cumplen» -lamenta Xosé Alfredo Pereira-. «Y mientras tanto, seguimos tirando con dinero público, porque esos trabajos de prevención, cuando se hagan este año, ya no cumplirán la misión para la que fueron pensados».

Plazos
En teoría, las comunidades de montes tienen esta campaña hasta el 17 de septiembre para ejecutar los trabajos de prevención objeto de ayudas, aunque con posibilidades de prórrogas. A dos meses y medio del final del plazo, la gran mayoría aun no tiene autorización para iniciar las tareas, con lo cual un año más comunidades de montes y empresas de servicios forestales tendrán que trabajar a contrarreloj.

Otro problema radica en el peligro que representa la introducción de maquinaria en el monte en época de alto riesgo de fuegos. De acuerdo con la normativa autonómica, los trabajos de prevención no pueden ejecutarse cuando el índice de riesgo de incendios es elevado, pero en la práctica las empresas se ven entre la espada y la pared. O hacen caso omiso de esa norma o no ejecutan los trabajos de prevención.

«Precisamos más información y actuar en los puntos negros incendiarios»

El Plan de Defensa contra Incendios de Galicia (Pladiga), presentado esta semana por Medio Rural, es cuestionado por el sector forestal, ya que, dicen, consiste en un documento que básicamente se dedica a compendiar los medios de extinción y su distribución. «Precisamos analizar y evaluar lo que sucede cada campaña para identificar los problemas y actuar en consecuencia», destaca Francisco Dans, de la Asociación Forestal de Galicia (AFG).

«Tenemos un servicio de bomberos forestales altamente eficaz y por el que estamos agradecidos» (Francisco Dans, AFG)

«Son necesarios elementos básicos para comprender la situación. Se trata de cuestiones como dónde se prende fuego, qué masas son las más afectadas o qué porcentaje de incendios hay en montes particulares, en montes vecinales y en superficies conveniadas con la Administración. Si la Xunta no tiene esos datos, malo; si los tiene y no nos los da, peor», concluye Dans.

El director técnico de la AFG incide también en otro problema endémico, el de los puntos negros incendiarios, 73 parroquias de Galicia que destacan por la reiteración de los fuegos que sufren o por su dimensión: «¿Cómo es posible que teniendo estos 73 puntos localizados, no haya más eficiencia en la detención o disuasión de los incendiarios?. Es algo en lo que tenemos que reflexionar», plantea.

Como punto positivo, Dans subraya la alta eficiencia de los servicios de extinción. «Tenemos un servicio de bomberos forestales muy eficaz. Es un servicio público que debemos tener, que funciona bien y por el que tenemos que estar agradecidos los propietarios forestales», reconoce.

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