Cuatro comunidades de montes se unen para impulsar un jardín botánico

Las comunidades de San Martiño y Santa Cristina de Cobres (Vilaboa) y de San Xulián y San Tomé de Piñeiro (Marín) presentan el plan director de un proyecto para crear un parque forestal de 74 hectáreas

Cuatro comunidades de montes se unen para impulsar un jardín botánico

El entorno del lago Castiñeiras acogería el jardín botánico diseñado por las comunidades de montes.

“Hay la imagen de que las comunidades de montes estamos muchas veces discutiendo por los lindes, pero estas cuatro no sólo no discutimos sino que nos pusimos de acuerdo para ceder cada una en torno a 20 hectáreas para un proyecto forestal de uso público”. Quien habla es Daniel Rosales, el presidente de la gestora de la Fundación Lago Castiñeiras – Cotorredondo, una entidad creada por cuatro comunidades de montes de Marín y Vilaboa para impulsar el que sería el primer gran jardín botánico de Galicia. En el pasado fin de semana, la Fundación presentó el plan director del proyecto, que abarca 74 hectáreas.

El entorno del Lago Castiñeiras, ubicado en el límite entre Vilaboa y Marín, es un tradicional espacio de ocio de la comarca de Pontevedra y del Morrazo que en los últimos años se había ido deteriorando, una situación que las comunidades de montes del entorno están tratando de revertir. Con esa idea, los responsables de las comunidades de San Martiño, Santa Cristina de Cobres (Vilaboa) y de San Tomé de Pino y de San Xulián (Marín) se pusieron de acuerdo para impulsar un proyecto forestal y de uso público para el entorno del Lago Castiñeiras.

El proyecto, refrendado por las respectivas asambleas de comuneros, consiste en la creación de un parque forestal de 74 hectáreas con dos zonas principales, un jardín botánico de alrededor de 15 hectáreas y un arboreto de 59 hectáreas en el que se quieren plantar especies de los 5 continentes que se puedan adaptar a la zona.

Interés social y turístico

El jardín botánico se orienta a cubrir toda la gama del estrato forestal, desde el herbáceo al matorral y al arbóreo. La idea es que el jardín se ubique en un recinto delimitado, con el fin de garantizar su preservación, y que sus costes de funcionamiento se financien con una pequeña entrada. “Se podrían crear algunos puestos de trabajo, que es también un interés común de las comunidades” -valora Daniel Rosales-. “Estaríamos hablando del primer jardín botánico de Galicia, que es una iniciativa con un gran potencial turístico. El jardín más próximo que nos puede servir de referencia, el de Gijón, supera las 80.000 visitas anuales”.

Con el arboreto, concebido como un parque forestal de uso público, las comunidades buscan habilitar en el entorno del lago una quincena de ecosistemas distintos, desde el bosque atlántico a un hábitat mediterráneo o a un bosque de montaña europeo. “Se trataría del arboreto más grande de España e incluiría hábitats de los cinco continentes”, explica Daniel. El plan director del proyecto definió los enclaves más adecuados para cada ecosistema y las actuaciones que habría que llevar a cabo en la flora ya existente, como rareos, de cara a facilitar el uso recreativo, o la eliminación de especies invasoras, caso de la acacia negra.

La Fundación Lago Castiñeiras – Cotorredondo nació como una fundación público privada y a mayores de las cuatro comunidades de montes ya confirmaron su participación los ayuntamientos de Marín y de Vilaboa. La gestora está pendiente de ser recibida por Deputación y Xunta para abordar la posible implicación en el proyecto de ambas administraciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información