“Para emprender en el rural hay que analizar muy bien el mercado y no cargarse de gastos fijos”

Entrevista a José Manuel Andrade, director de la Fundación Juana de Vega, que durante este mes ha abierto el plazo para el VI Programa de Emprendimiento Agroalimentario. Destaca que la huerta o las plantas aromáticas y medicinales son sectores con potencial de crecimiento y critica la excesiva burocracia y regulación para crear una empresa agraria.

“Para emprender en el rural hay que analizar muy bien el mercado y no cargarse de gastos fijos”

José Manuel Andrade, director de la Fundación Juana de Vega

José Manuel Andrade es director de la Fundación Juana de Vega, una institución implicada decididamente en la apuesta por un rural vivo y productivo a través de su Programa de Emprendimiento Agroalimentario. Esta iniciativa, que este año llega a su sexta edición, presta un asesoramiento y un apoyo integral a aquellas personas que quieran montar una empresa en el sector agrario o agroalimentario.

¿Por que decidió la Fundación Juana de Vega poner en marcha el Programa de Emprendimiento Rural hace ya cinco años? ¿Que vacío viene a cubrir?
En aquel momento, en plena crisis económica, detectamos que mucha gente miraba de nuevo para el rural, para tratar de aprovechar activos que tenía la familia, que estaban abandonados, o bien, como no tenían trabajo, pensaban en poner en marcha aquella iniciativa empresarial en el rural de Galicia que tenían en mente desde había tiempo, y consideraban que ese era el momento de hacerla realidad.

Por otra parte, había ya algunas iniciativas para fomentar el emprendimiento, como aceleradoras, viveros de empresas, casi siempre con una orientación “tecnológica”, pero ninguna específica de emprendimiento en el campo agroalimentario y forestal, con un asesoramiento integral y especializado en estas áreas.

Por lo tanto, el programa de emprendimiento se creó para dar satisfacción a esta demanda y cubrir un espacio para abrir posibilidades de emprendimiento, aprovechando las oportunidades que nos brindan la tierra y los recursos de nuestro territorio.

¿Que le ofrecéis a los posibles destinatarios?
Las personas que resulten seleccionadas para participar en el programa van a recibir asesoramiento durante un año de manera gratuita, para ayudarles a desarrollar su idea de negocio, desde la definición de la misma basada en una propuesta de valor orientada al cliente y procurando diferenciarse de la competencia.

Para eso es necesario estudiar el mercado, los clientes, las preferencias de los mismos, donde están, y como vamos a llegar a ellos, a través de que canales, las relaciones a establecer con los mismos, así como todos los procesos necesarios para prestar el servicio o elaborar el producto objeto de la actividad de la empresa.

“Prestamos una ayuda integral y especializada orientada a la creación de empresas en el sector agroalimentario y forestal”

Un aspecto muy relevante, al que se le presta también especial atención es el financiero; es decir, estructura de costes, necesidades de inversión, de circulante, previsión de ventas y estacionalidad de las mismas. Todo esto es necesario para elaborar un plan de empresa riguroso, que nos ayude a valorar adecuadamente los riesgos y la viabilidad de la iniciativa empresarial.

Pero además de este trabajo, el programa de emprendimiento va más allá, ya que tiene una parte destinada al asesoramiento en la constitución de la empresa, en la definición de la forma jurídica, elaboración de estatutos, formalización de las aportaciones de capital, de incorporación de socios, así como centrada en la búsqueda de financiación a través de entidades financieras o de otros instrumentos financieros disponibles, e incluso ayuda en la tramitación de subvenciones. En definitiva, es una ayuda integral y especializada orientada a la creación de empresas en el sector agroalimentario y forestal.

Con la experiencia acumulada en ya cinco ediciones del programa de emprendimiento, ¿cuáles son las principales dificultades a las que se enfrentan aquellas personas que quieren emprender en el rural?
Las dificultades de emprender en el rural son las mismas que en otros ámbitos: requiere de esfuerzo, de dedicación y creer en el proyecto por parte del emprendendor. Por lo tanto, el éxito de la iniciativa casi siempre depende únicamente de las capacidades del emprendedor, y claro está, también del producto o servicio en el que se basa el negocio. Pero las capacidades y habilidades personales del emprendedor son fundamentales.

 “Las trabas burocráticas son una dificultad añadida para emprender en el rural”

En el caso particular del sector agroalimentario, quizás podríamos decir, como dificultad añadida para emprender, las trabas burocráticas para el desarrollo de determinadas actividades. Por poner un ejemplo, pequeños mataderos para aves, que en otros lugares como en Francia están resueltos con una legislación que permite sacrificar en las explotaciones, aquí no se permite, porque todo está pensado para grandes iniciativas, digamos que para grandes industrias. En general, el lío legislativo de diferentes administraciones, casi siempre es lo que dificulta la puesta en marcha de iniciativas empresariales, y digamos que son factores del entorno

.“La huerta o las plantas medicinales y aromáticas, son dos sectores con margen para crecer”

¿Y cuáles serían los nichos de actividad en la producción primaria agraria o ganadera, en los que desde la Fundación Juana de Vega detectáis más posibilidades de mercado en Galicia?
Un sector en el que vemos que hay potencial y margen para crecer es el de la huerta. Nuestras condiciones climáticas y edafológicas son propicias, tenemos también variedades locales autóctonas que permiten la diferenciación, y tenemos cada vez más consumidores que quieren este tipo de productos y superficies comerciales que tienen espacios específicos para ellos y que están dispuestas a comprar productos de huerta de Galicia.

Otra oportunidad la encontramos en las plantas medicinales y aromáticas, de las que en Galicia casi no hay nada, pero muchas de ellas tienen un gran valor añadido, y son demandadas por la industria farmacéutica, cosmética o alimentaria y en muchos casos, se dan ya de manera natural en Galicia.

La apuesta por razas autóctonas de ganado, también consideramos que es una oportunidad, pero tiene que ir específicamente orientada a los canales que valoren la diferenciación, porque si entramos en el canal generalista, no les va a interesar diferenciar las producciones y por tanto no obtendremos un precio diferenciado por el producto.

El aprovechamiento de sotos, muchos de ellos en estado de abandono y sin silvicultura es una iniciativa rentable económicamente, aunque ahora tenemos una amenaza derivada de la “avispilla del castaño”, que puede afectar negativamente a su rentabilidad y cuyo impacto hay que valorar adecuadamente.

Y después, en mercados muy de nicho, tenemos hueco para productos transformados que generen un mayor valor añadido, aprovechando productos gallegos de calidad, tanto de castaña, de huerta, del mar, y ya más a gran escala, hay oportunidad en los pequeños frutos, como arándanos, fresas y frambuesas.

¿Notáis que está cambiando el tipo de persona que decide emprender en el rural, y también su percepción social?
El rural de Galicia cambió mucho en los últimos años. Hoy el rural no es retraso en el sentido que antes se le daba, y el cambio en el rural se muestra en la gente que vive en él o decide emprender en él.

Estos cinco años de experiencia, nos permiten decir que el 75% de las personas que presentaron proyectos a la Fundación son titulados universitarios, el 65% de ellos trabajan o desarrollan otras actividades empresariales o profesionales, y ven oportunidades de negocio en el rural que quieren llevar adelante. Muchas veces sacándole partido a activos que tienen en la casa, o que están ahí sin que nadie se aproveche de ellos.

 “El 75% de las personas que nos presentaron proyectos son titulados universitarios”

En cuanto a la percepción social, considero que cada vez, por la tipología de gente que decide vivir o trabajar en el rural, le importa poco la percepción que otros tengan de ellos. Son gente formada, con una visión del mundo amplia y saben lo que quieren, independientemente de lo que otros puedan pensar sobre el rural.

Con todos los proyectos que habéis seguido en estos años, ¿Podrías destacar aquellos más innovadores y o más exitosos económicamente?
Cinco años que en realidad son menos de cuatro desde la creación de las primeras empresas, son pocos años para valorar el éxito de una iniciativa empresarial, en cualquier ámbito, y en el sector agroalimentario especialmente.

Hay que pensar, por ejemplo, que determinados tipos de cultivos ya tardan cinco años en empezar a producir con un cierto rendimiento, por lo que creo arriesgado aventurarme a anticipar que iniciativas de las que han participado en el programa son exitosas o van a ser exitosas en el futuro. La realidad es que muchas de ellas están en el mercado y están siendo rentables, y en algunos casos generando puestos de trabajo en el rural.

En cuanto a proyectos innovadores, podría destacar un proyecto en el ámbito de los servicios a la industria agroalimentaria, creando algo que no existe en Galicia, para testar desde el punto de vista sensorial nuevos productos al mercado, antes de lanzarlos, un servicio que sólo tienen, soportado por departamentos internos, las grandes multinacionales.

Como otras iniciativas innovadoras destacaría proyectos de producción, procesado y comercialización de plantas medicinales para la industria farmacéutica, con desarrollo de patentes con universidades; proyectos de producción de plantel ecológico para huerta, que los productores en ecológico tienen que comprar fuera porque en Galicia no hay. Proyectos de aprovechamiento integral de colmenas para la comercialización de miel y de otros productos, incluso con aplicación farmacéutica, como la apitoxina. Productos delicatessen transformados, como jalea de frutos, muy demandados en el mercado anglosajón, o de diferentes combinaciones de castaña en ecológico, con miel y boletus, o incluso proyectos para el desarrollo y comercialización de software de gestión y control de explotaciones..etc

En definitiva, proyectos muy diversos e interesantes que muestran que en el rural hay gente con ideas y capacidades, que conecta con lo que decía antes de que el rural cambió mucho.

Y a todas aquellas personas que quieren buscar una oportunidad laboral en las producciones agroganaderas ¿Qué consejos básicos les darías tanto de lo que se debe hacer cómo de lo que no?
Lo primero que hay que pensar es en el mercado, en los clientes y en lo que ellos demandan, para poder definir una propuesta de valor que nos diferencie de la competencia. Hay que analizar bien el mercado, hacer una correcta previsión de ventas, conservadora, y analizar muy meticulosamente los costes en los que vamos a incurrir en todo el proceso desde la producción hasta la venta.

“A los emprendedores les diría que hay que pensar siempre en el mercado y no cargarse de costes fijos”

Es muy importante no cargarse de costes fijos, de inversiones, que en caso de no cumplir las expectativas de ventas, nos van a lastrar económicamente y comprometer la viabilidad del negocio. En este sentido, recomiendo aprovechar muchas capacidades ociosas de todo tipo, suscribiendo contratos de arrendamiento, de maquila, etc, con el objetivo de trabajar a costes variables.

Otro aspecto importante es la determinación de las necesidades de financiación y seleccionar adecuadamente las fuentes de financiación a emplear y el coste de las mismas, y nunca poner en marcha un negocio pensando en el apoyo público a través de subvenciones. Las subvenciones, si vienen bien, pero no podemos condicionar el negocio a la obtención de las mismas.

Por último, ¿Que le demandarías a las distintas administraciones para apoyar a esta gente que quiere apostar por vivir del campo? O dicho de otro modo, ¿Cuáles son los obstáculos que consideras que frenan el desarrollo rural en Galicia?
Las trabas ya fueron apuntadas: excesiva regulación sectorial, y mucha burocracia. Por lo demás, pienso que hoy hay multitud de instrumentos públicos que apoyan el emprendimiento, desde el IGAPE, Xesgalicia hasta la Consellería de Medio Rural, a través de las medidas del Programa de Desarrollo Rural de Galicia. Hay mucha información y muy dispersa, que a veces le cuesta encontrar a quien quiere emprender en el rural.

Por eso, pienso que sería interesante crear una ventanilla única par el emprendimiento en el rural, donde el empredendor pueda tramitar todo tipo de permisos, licencias, registros sanitarios etc, e incluso pueda escoger y tramitar las ayudas disponibles de diferentes Consellerías y también de diferentes administraciones.

“La administración debería crear una ventanilla única para el emprendimiento en el rural”

Otro aspecto importante, que podría ponerse en marcha a través del PDR, sería reforzar los servicios de asesoramiento empresarial especializado y de acompañamiento a los emprendedores en los primeros años de vida de las empresas, que por la experiencia de estos cincos años que tenemos, son muy valorados por estos, en un momento en los que suelen estar muy solos frente al mercado.

¿Algo más que quieras añadir?
Pues simplemente animar a aquellas personas que tienen idea de poner en marcha una empresa en el sector agroalimentario y forestal, o aquellas empresas ya existentes que quieran lanzar un nuevo producto o servicio al mercado o reorientar su modelo de negocio, a que presenten su iniciativa a través de la web de la Fundación Juana de Vega, que analizaremos con mucho gusto para tratar de ayudarle a hacerla realidad.

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