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El concello de Meira, en la provincia de Lugo, vivirá un año más el próximo domingo 19 una auténtica jornada de tradición y de ocio alrededor de uno de los trabajos agrícolas de más arraigo durante décadas en Galicia. El revuelo atronador de la máquina de mallar se volverá a escuchar en el centro de la villa, donde la organización, que corre a cargo de la asociación Amigos da Malla, reproduce una labor tradicional de fuerte peso en el campo gallego que aún pervive en la memoria de las generaciones de mayor edad.
Declarada de interés turístico gallego, la Fiesta de la Malla de Meira fue la primera iniciativa de recuperación en toda Galicia en torno a esta temática, sirviendo de modelo para otras muchas que ahora se desarrollan por toda la geografía gallega y que contribuyen a mantener esta tradición, despojada hoy de sus fines productivos.
La jornada comenzará bien temprano con la llegada a la plaza del trigo en un tractor antiguo tras ser recogido días atrás en otra jornada de siega y almacenado en la propia finca. Después, una parte de los 80 colaboradores y colaboradoras comienzan con la malla tanto a mano como con máquina (tanto de motor como accionada por la fuerza humana, que lograron introducir hace dos ediciones gracias a máquinas sin motor de comienzos del siglo XX). Comenzarán trabajando a mano e irán incluyendo herramientas hasta la llegada de la malladora, haciendo un recorrido por las distintas técnicas y su evolución en el tiempo, en la medida en que iban evolucionando los aperos y herramienta empleada. El proceso continúa después con el paso del grano por la limpiadora; mientras se construye también el palleiro.
La malla se prolonga a lo largo de todo el día y todos los trabajos se realizan a la vista del público, para que todo aquel que así lo quiera pueda incluso participar. El objetivo es, según los organizadores, tener una jornada de convivencia recordando tiempos pasados en los que la malla era uno de esos momentos de trabajos agrarios comunitarios, donde los vecinos se ayudaban los unos a los otros.
Labran 3.000 metros cuadrados de trigo
La Asociación de Amigos de la Malla de Meira, que preside Manuel Pardo, se encarga de todos los preparativos para esta celebración, entre los que están los trabajos de sembrado y siega del trigo. Para la realización de la malla se siembran 3.000 metros cuadrados de trigo, que son segados a mano, como se hacía antes. La jornada de siega, en la semana anterior a la malla, reúne a vecinos y voluntarios proveídos de hoces.
La actividad de la asociación se prolonga durante todo el año, con tareas como el mantenimiento de la maquinaria o la organización de otras actividades. Para la malla de Meira se emplea maquinaria antigua. Las personas que se acerquen hasta Meira el 19 podrán ver también en la Plaza del Concello una muestra de maquinaria agrícola antigua que muestra la evolución de los trabajos en el campo. Otras asociaciones y colectivos de otros lugares de Galicia donde también se hacen mallas contribuyen a enriquecer la fiesta acercando distintas máquinas y técnicas.
Música y gastronomía para completar el programa
Como todos los años los organizadores cuentan con un cartel lleno de actividades que comienzan desde la mañana temprano hasta bien entrada la noche. Por todo el centro de la villa se encuentran las exposiciones de artesanía y maquinaria antigua. En los 40 puestos de venta se pueden encontrar antigüedades, artesanía y productos de alimentación de toda la provincia de Lugo.
La jornada se completa con una degustación gratuita de buñuelos y vino a la una del mediodía, imitando las costumbres de las antiguas mallas, y quien lo desee puede tomar a la hora de la comida un cocido típico de la malla a precios populares en una carpa habilitada por los organizadores, que servirán alrededor de 800 raciones del tradicional cocido gallego que se ofrecía a los trabajadores y trabajadoras de la malla. A la noche se celebrará una queimada como cierre a esta jornada de recuerdo.
Durante todo el día la fiesta estará amenizada por distintas formaciones musicales. Habrá, por ejemplo, Festival de Bandas de Música, con la participación de Chispa de Pontedeume y de la Banda Municipal de Meira. También será protagonista la música tradicional, con hasta seis agrupaciones: la banda de gaitas y acordeón de la Escuela Municipal de Meira, el grupo 9 Ferreñas, el Trío Muralla, la Murga de Cántigas y Flores, Antaruxas y Sorteiros de A Fonsagrada y Caivanca de Lugo. Por la tarde habrá también juegos para niños y niñas y, como novedad este año, el primer Concurso de Fotografía en torno a la malla.
El origen de la fiesta
Los vecinos de Meira supieron sacar partido al trigo sembrado por unos cazadores para atraer las perdices hace ya 27 años. Con los excedentes decidieron hacer una malla tradicional y organizar una fiesta para todos los vecinos. La cita fue la primera de las mallas que se celebraron como fiesta etnográfica y de recuperación de la tradición en Galicia.
En vista del éxito de la convocatoria fueron sumando actividades hasta llegar este año a la XXVII edición. Y lo hacen desde que aquel grupo de amigos apostase por recuperar esta tradición, despertando un gran interés de los vecinos y vecinas que se acercaban a la malla guiados por el son de las máquinas.
Al año siguiente, con la colaboración de la cuadrilla de cazadores, la malla se trasladaba al centro de la villa. Posteriormente la propia asociación, ya constituida, se hizo con desgranadoras y limpiadoras. Así, cuentan en la actualidad con una desgranadora con motor de gasoil refrigerado por agua y una malladora que se engancha a un motor, también conocida por su marca, Campeva.
Participantes en la anterior malla.
Referencia en la provincia
La Fiesta de la Malla de Meira es la primera cita de estas características que surgió en Galicia, ya hace 27 años, dando paso a otras convocatorias en la comunidad y alcanzando la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional en el 2006. La malla de Meira sigue siendo referencia de este tipo de celebraciones en la provincia de Lugo, donde se celebran también otras citas de este tipo en lugares como Vilapena (Trabada) u Orbazai (Lugo). En otros ayuntamientos, sin embargo, fueron desapareciendo en los últimos años este tipo de recreaciones tanto por la falta de trigo como también por la falta de mano de obra para realizar la propia malla y los trabajos que conlleva. Es el caso de las que celebraban Samos u O Corgo y que se dejaron de hacer.
La Fiesta de la Malla de Meira cuenta con apoyo tanto de la Diputación como del Concello de Meira. Manuel Pardo destaca la importancia de la colaboración institucional en este tipo de citas, que ayudan a hacer historia colectiva, mostrando a las nuevas generaciones como eran los trabajos de nuestros antepasados.
Compaginar tradición con momentos lúdicos
Tradicionalmente las mallas eran momentos de apuro y de trabajo duro, pero también de fiesta. Ese mismo espíritu es el que conjuga la Fiesta de la Malla de Meira, con un programa que une la historia y tradición etnográfica gallega con momentos lúdicos, una combinación que se convierte en un claro dinamizador de la economía de la zona, sirviendo de reclamo turístico para visitantes y vecinos.
Todos los años son muchos los turistas que se acercan a la villa para conocer esta tradición de la malla y, al mismo tiempo, descubrir los numerosos recursos patrimoniales, culturales y paisajísticos de Meira, como por ejemplo, la iglesia monasterial de Santa María, de estilo románico, consagrada en 1258 y Declarada Monumento Nacional en 1931, así como las rutas de senderismo de la villa, como las que van a dar al nacimiento del Miño en el Pedregal de Irimia, en una impresionante morrena glaciar de cuarcita.
