Los daños del jabalí abren el debate sobre cómo mejorar su control

Cazadores y organizaciones agrarias están de acuerdo en la necesidad de agilizar la adopción de medidas cuando se registran episodios de pérdidas en cultivos agrícolas. Piden evitar los casos de retrasos que se dieron esta primavera

Los daños del jabalí abren el debate sobre cómo mejorar su control

Daños del jabalí esta primavera en una plantación de maíz

Los daños que causó en el campo el jabalí en primavera, en especial en los campos sembrados a maíz, reabren el debate sobre cómo mejorar su control Este año ya no hay indemnizaciones para paliar las pérdidas ni pólizas de seguro viables, por lo que en las zonas con daños el malestar va creciendo. ¿Como reducir los daños?

Organizaciones agrarias y cazadores coinciden en unos puntos comunes de análisis. Cuando hay daños confirmados, hace falta agilizar las medidas de control. “No puede pasar lo que sucedió hay un par de semanas en A Estrada (Pontevedra), cuando hubo que suspender una batida autorizada por la Consellería de Medio Ambiente porque un agente se personó en la misma y se negó a permitirla. Se tuvo que aplazar hasta el siguiente fin de semana”, relata Jacobo Feijóo, secretario de Desarrollo Rural de Unións Agrarias.

Desde Unións abogan por agilizar las batidas en las zonas con daños y por poner en marcha vías complementarias, como esparcir alimentación disuasoria en el monte en épocas concretas, caso de la siembra del maíz. También piden que se autoricen esperas con focos y visores nocturnos para mejorar la seguridad y efectividad de esas acciones.

“Hay cuestiones para las que puede ser necesario modificar la Ley de Caza de Galicia, pero otras, como la agilización de las batidas, son cuestión de sentido común”, valora Jacobo Feijoo.

Unitega

Entre los cazadores, Antonio Mota, secretario de la Unión de Tecores de Galicia (Unitega) comprende el problema y comparte el sentir de las reflexiones que se hacen en el campo. “En el rural gallego vamos todos en el mismo barco. Las sociedades de caza tenemos como socios a ganaderos y agricultores que son los primeros interesados en colaborar en la solución de los problemas de daños”, subraya.

“Siempre defendemos que la caza es una actividad social, implicada en el territorio, y los cazadores somos los primeros en entender que en el rural hay gente que trata de sobrevivir y tenemos que poner toda de nuestra parte para acometer medidas de control del jabalí cuando nos las pidan”, segura.

En cuanto a las medidas que pide Unións Agrarias, Mota coincide en que una de las cuestiones básicas pasa por agilizar las medidas de control. “Cuando se celebran reuniones provinciales entre cazadores, organizaciones agrarias y Administración para valorar los protocolos de actuación, siempre estamos todos de acuerdo, pero luego en la práctica vemos problemas como el de A Estrada o casos similares de retrasos en batidas solicitadas” -señala Mota.- “Si los protocolos no funcionan, hace falta revisarlos y buscar alternativas”, subraya.

La puesta en marcha de una comisión a nivel autonómico, con al menos dos reuniones anuales, una de planificación y otra de balance, podría constituir una base sobre la que afrontar el problema de los daños, se sugiere desde Unitega.

Zonas conflictivas en los vedados de caza

El secretario de la Unión de Tecores pone sobre la mesa cuestiones que hace falta abordar a nivel autonómico, como los problemas que generan las zonas vedadas a la caza.

“Los Tecores tenemos que vedar un 10% del territorio y esos vedados tienen un tiempo de permanencia de 2 años, durante los que suelen concentrarse en la zona una mayor población de piezas de caza mayor, como el jabalí. Se pueden autorizar batidas en los vedados por daños, pero tenemos que preguntarnos si son una buena idea. Están generando problemas, por ejemplo en ayuntamientos como Riós, y quizás sea bueno mantenerlos para la caza menor pero no para la caza mayor”, apostilla.

Desde Medio Ambiente, la conselleira, Beatriz Mato, se ha comprometido públicamente a autorizar todas las batidas contra el jabalí solicitadas por daños. La Consellería ha señalado como zonas más conflictivas el interior de A Coruña y Ferrolterra, el sur de Lugo y el interior de Ourense.

El sector valora positivamente las reuniones que se registran cada primavera a nivel provincial entre Medio Ambiente, cazadores y organizaciones agrarias, pero advierten de la necesidad de agilizar los protocolos de control. Desde los cazadores, no obstante, también reconocen que la Administración tiene que supervisar los daños provocados por el jabalí, de cara a comprobar las reclamaciones y evitar posibles picarescas de batidas pedidas con el único fin de cazar fuera de temporada.

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