“Las casas de turismo rural deberían mantener las actividades agrarias”

Juan Luis López Díaz es desde hace 2 años presidente de Agatur, la asociación que engloba a 170 casas de turismo rural de toda Galicia. Repasamos con él la situación actual del sector y su potencial como generador de empleo y como complemento a la actividad agroganadera

“Las casas de turismo rural deberían mantener las actividades agrarias”

En una sociedad cada vez más urbana y urbanita, el rural, medio de vida y de trabajo aún para una parte importante de la población gallega, es sin embargo sinónimo de descanso para otros muchos. Esa tranquilidad es la materia prima principal que explotan las casas de turismo rural, que comparten espacio en muchas aldeas gallegas con las explotaciones agroganaderas, dos actividades que lejos de estorbarse pueden complementarse. Es lo que piensa Juan Luis López Díaz, que regenta la Casa de Díaz en el ayuntamiento lugués de Samos y preside desde hace dos años una de las principales asociaciones del sector.

“Llevo vinculado a la Asociación Galega de Turismo Rural desde sus inicios y en este momento notamos un repunte. En los comienzos del turismo rural en la comunidad, hace 20 años, hubo una gran efervescencia, luego vino un bajón en los años en los que la gente optaba por destinos de sol y playa, pero esos destinos son monótonos mientras que nosotros ofrecemos historia, cultura, tradición, gastronomía, etc. En los últimos años notamos que la gente está volviendo al turismo rural”, asegura.

“Los destinos de sol y playa son monótonos y en los últimos años notamos que la gente está volviendo al turismo rural”

Casa de Díaz está situada en el lugar de Vilachá, en Samos, y es una antigua casa grande del siglo XVII que tenía ganadería y una curtiduría que cerró en el año 1952. “Se trabajaba la piel de vaca, de oveja y de cabra para los zocos y para las molidas y caballerías. Pero yo ya no acuerdo esa etapa, no nací en esta casa, nací ya en Sarria, aunque siempre estuve vinculado al campo porque aquí había caseros y veníamos siempre por la malla, por la siega, cuando había trabajos agrícolas”, recuerda.

Ex funcionario del Estado, Juan Luis decidió hace 23 años darle una nueva vida a la casa vinculada al turismo. Cuenta con 12 habitaciones con distintas categorías y precios. Pero aquellas actividades agrarias que recuerda de cuando era niño permanecen hoy únicamente vivas en la configuración espacial de la casa, en el patrimonio etnográfico que atesora o en los útiles que aún se conservan en distintos rincones.

“Dentro del turismo rural deberían diferenciarse las casas que siguen manteniendo una vinculación agroganadera de aquellos otros establecimientos que únicamente ofrecen servicios hoteleros en entornos rurales”

Por eso Juan Luis define Casa de Díaz como un hotel rústico y reivindica el concepto de casa de turismo rural únicamente para aquellos establecimientos que siguen manteniendo una vinculación agroganadera. “El turismo rural debería mantener las actividades agrarias y desde la asociación estamos luchando para que en los casos en que esto no sea así, vuelva a aparecer la figura de hotel rústico, que estaría a caballo entre el turismo rural y el hotel. Es decir, serían establecimientos ubicados en entornos rurales que aunque mantengan en muchos casos a idiosincrasia del mundo tradicional de Galicia, no conservan ninguna actividad vinculada a la agricultura o a la ganadería, sino que tienen otra oferta y otros servicios”, argumenta.

Agatur defiende, pues, el mantenimiento de la calificación de casa de turismo rural para aquellos establecimentos con actividad agraria que incorporan oferta de alojamiento como complemento a la actividad primaria frente a una nueva denominación de hotel rústico o hotel rural para aquellos otros establecimientos sin actividad agraria que únicamente ofertan en entornos rurales pernoctas o servicios de ocio, restauración o de otro tipo.

Pero entiende lo acontecido en muchas casas rurales gallegas. “Reconozco que es difícil a veces compatibilizar las actividades agrarias con las turísticas porque no es fácil programar y atender todo, porque un día no tienes gente y puedes atender al ganado o a la huerta, pero otro día estás a tope de gente y no puedes atender la actividad agraria o ganadera, que normalmente son trabajos que no pueden esperar”, razona.

Apostar por productos de la zona

El presidente de Agatur afirma que “igual que se desvirtuó el turismo rural al desvincularlo de las actividades agrarias también se desvirtúa a veces la gastronomía que se sirve en ellas”. “No tiene sentido poner en una casa de turismo rural un desayuno estándar como el que te puedes encontrar en un hotel de una cadena internacional”, dice.

Juan Luis, que es miembro también de la Academia de Gastronomía de Galicia, defiende que las casas de turismo rural deben apostar por los productos de proximidad. “Apostar por los productos de la zona sirve también para apoyar y dinamizar los productos y productores locales”, asegura.

“No tiene sentido poner en una casa de turismo rural un desayuno estándar como el que te puedes encontrar en un hotel de una cadena internacional”

Y ejemplifica esto con lo que él hace en su establecimiento. “Todos los días en el desayuno tenemos queso de O Cebreiro y pan de centeno de Sarria. Cuando introducimos el pan de centeno al principio los clientes preguntaban por el pan blanco pero hoy ya no pregunta nadie. Otras veces nos piden cruasanes, pero no los ponemos en el desayuno, solo productos gallegos: queso, membrillo, empanada, jamón, chorizo”, explica.

En su caso lo tiene claro y apostaría por muchos más productos de este tipo, pero en algunos casos acaba siendo inviable. “Con la mantequilla tenemos el problema de que no hay productores locales que hagan mantequilla envasada en monodosis y la otra no la podemos poner porque nos lo impide la legislación”, aclara.

Considera que la gastronomía es una parte fundamental de la oferta de turismo rural, igual que la hospitalidad o el trato familiar. En la carta de Casa de Díaz de cenar siempre hay productos gallegos, como huevos fritos con chorizo, jarrete de ternera, o caldo. “El 80 o 90% de los que cenan aquí optan por el caldo de primero”, asegura.

“Está bien innovar pero hay que tener cuidado con el snobismo. Puedes poner unas endivias con queso de O Cebreiro, pero no me hagas caldo gallego con endivias”

“Este tipo de platos de la cocina gallega son los que no deben perder su esencia”, dice. “No desvirtuemos lo tradicional. No podemos negar la evolución de las cosas y está bien innovar, pero hay que tener cuidado con el snobismo. Puedes poner unas endivias con queso de O Cebreiro, pero no me hagas caldo gallego con endivias. Ya hay dentro del caldo gallego distintos tipos, ya hay variedad de sobra: de grelos, de nabizas, de repollo, de berza, de judías, de castañas”, enumera.

«El Xacobeo 2021 debe servir para dar a conocer el rural gallego»

Un momento da conversa con Juan Luis en Samos, en pleno Camiño

Un momento da conversa con Juan Luis en Samos, en pleno Camiño Francés

Casa de Díaz se encuentra en pleno Camino de Santiago y un buen número de las personas que se hospedan en ella, sobre todo en temporada baja, son peregrinos. “En muchas casas de turismo rural buena parte del año nuestros huéspedes son mayoritariamente personas que hacen el Camino. En los últimos años notamos un auge, está repuntando de cara a el próximo Año Santo y hay un crecimiento importante en todos los Caminos”, asegura.

Opina que el hecho de que los peregrinos se hospeden en albergues o en casas de turismo rural no tiene que ver con el poder adquisitivo de la persona. “Hay gente con mucho dinero que quiere hacer el Camino como se hacía antes”, dice.

Sin embargo, comparte el pensamiento del filósofo griego Heráclito -eso de que no nos bañamos dos veces en el mismo río-. “Todo va evolucionando, también las costumbres en el Camino”, asegura, y pone como ejemplo los servicios cada vez más habituales de transporte de las mochilas a los peregrinos.

“Estamos notando un repunte muy importante en todos los Caminos de cara a el próximo Año Santo pero tenemos que tener cuidado de no matar a la gallina de los huevos de oro con la masificación”

Considera que el Camino de Santiago es “un foco de dinamismo económico y social muy importante para los lugares por los que pasa y dice que «además de para llenar Santiago, el Xacobeo 2021 tiene que servir para dar a conocer el resto de Galicia, también el rural». Y hace una advertencia: “En el próximo Año Santo tenemos que tener cuidado de no matar a la gallina de los huevos de oro con la masificación”.

“Debemos planificarlo todo mejor”, asegura. “El Camino debe estar bien cuidado. El coste de mantenimiento no es elevadísimo, es suficiente con rozar y con un poco de zahorra, no hace falta más”, dice. Pero advierte de que el Camino no es una simple ruta de senderismo o de naturaleza más. “Los monumentos históricos en el Camino de Santiago son los que hacen el Camino y sacar el Camino de esos lugares es desnaturalizarlo porque tanto los edificios civiles como los religiosos todos aportaron históricamente para hacer el Camino”, argumenta.

Alternativas de ocio

El presidente de Agatur ve fundamental crear una oferta complementaria de actividades en las casas rurales. “Son fundamentales en los sitios por los que no pasa por ejemplo el Camino de Santiago”, dice. “Es importante que haya cosas que hacer pero estas actividades pueden ser de muchos tipos: de naturaleza, de patrimonio, culturales, gastronómicas, etc”, enumera. “Hoy para establecer una ruta del tipo que sea no hace falta mucha señalización física, puede ser virtual, no es necesario que haya muchas flechas ni carteles, hoy está la tecnología y se puede señalizar mediante coordenadas. Eso no cuesta dinero, cuesta tiempo”, añade.

“No debemos competir entre las casas de turismo rural, debemos complementarnos, porque en el año hay fines de semana suficientes para todos”

Argumenta que se siguen abriendo casas de turismo rural en Galicia «al igual que se siguen abriendo otro tipo de establecimientos, como hoteles o balnearios», pero advierte de que «también hay bajas» y considera que “lo importante es mantener un número suficiente y por toda Galicia, que no haya zonas saturadas y otras descubiertas”. “No debemos competir entre nosotros, debemos complementarnos y habituar entre todos a la gente al turismo rural, porque en el año hay fines de semana suficientes para todos”, concluye.

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