Funcionarios de Medio Rural advierten del desmantelamiento y de la privatización de los servicios públicos para el campo

Funcionarios de Medio Rural advierten del desmantelamiento y de la privatización de los servicios públicos para el campo

Asamblea constituyente de la Asociación Profesional de Ingenieros Agrarios de Galicia (APENAGAL)

La Asociación Profesional de Ingenieros Agrarios de Galicia (APENAGAL) comenzó su andadura en febrero de este año 2018, con el fin de visualizar la problemática de este colectivo. Ya cuenta en la actualidad con más de 100 asociados teniendo su base laboral en la Administración Autonómica de Galicia (Xunta de Galicia), básicamente en la Consellería de Medio Rural, y tiene como finalidad de acercar a la sociedad tanto su experiencia, como sus inquietudes y propuestas con el fin de contribuir a un campo con futuro.

Los Ingenieros Técnicos Agrícolas e Ingenieros Agrónomos que forman parte de la asociación ocupan puestos de diversa índole: funcionarios de carrera, funcionarios interinos y personal laboral, en Departamentos de Investigación Agraria, Centros de Formación Agraria, Oficinas Agrarias Comarcales, Servicios de Explotaciones Agrarias, Infraestructuras Agrarias, Comercialización e Industrias Agrarias, y Fogga.

Este colectivo sufrió amortizaciones de plazas en un nivel importante, a causa de los ajustes que provocó el período de crisis de estos últimos años, junto a jubilaciones de muchos compañeros que procedían de antiguos organismos muy vinculados con desarrollo rural, sirva como ejemplo el personal del Servicio de Extensión Agraria e Iryda.

Con mucho peso en la campo de actuación en medio rural, se sitúan las Oficinas Agrarias Comarcales, punto de encuentro con las explotaciones, los Centros de Formación Agraria y los Centros de Investigación Agrarios.

Críticas por la falta de personal

Desde APENAGAL advierten de que la falta de personal está impactando muy negativamente en el servicio que presta este colectivo. «En los últimos tiempos, la falta de personal con muchas plazas vacantes sin cubrir, la falta de adecuación las nuevas tecnologías que se están implantando en el campo gallego, la de actualización técnica, y escasez de recursos, la desvinculación de programas de desarrollo rural debido a la manera en la que se realiza la programación y aplicación de los fondos de la Unión Europea, la evolución de esta gestión pública hacia el sector privado, e incluso la implantación de nuevos modelos organizativos de la administración (encargos de gestión), han impactado entendemos de forma que muy negativa, en el servicio público que este colectivo venía prestando», aseguran.

En este sentido, consideran necesario «dotar la estas oficinas de medios y organización adecuados a las actuales demandas del sector agrario gallego, con personal formado y actualizado en conocimientos técnicos , legales y de sociología rural, que participen en los programas de desarrollo rural y en cualquier iniciativa que tenga que ver con la planificación agraria que afecte su área de actuación».

«No se entiende -denuncian- que se financie formación para técnicos externos y se abandone la puesta a punto del personal de la administración, que día a día encara las actuaciones oficiales».

«Se está privatizando la formación pública e imparcial que ofrecía la Consellería de Medio Rural»

Así, recuerdan que «la relación de estas Oficinas Agrarias Comarcales, como catalizador de la formación y transferencia tecnológica, y su relación con los Cientos de Formación y Centros de Investigación está desapareciendo, pasando la formación que se impartía de un modelo público, independiente e imparcial a un modelo personal». «Una situación -advierten- que nos parece muy preocupante, porque semeja ser un camino sin vuelta atrás».

Como ejemplos de este proceso de privatización recuerdan los cursos de aptitud empresarial agraria imprescindibles para el cumplimiento de la normativa para ayudas de incorporaciones de jóvenes las explotaciones agrarias, o los de aplicador/manipulador de productos fitosanitarios imprescindibles para conseguir un uso sostenible de dichos productos fitosanitarios, con implicaciones en el cumplimiento de la condicionalidad, higiene en la producción agrícola, seguridad alimentaria, control de plagas de cuarentena y sanidad vegetal en general, prevención de riesgos en explotación e incorporación de nuevas tecnologías y normativas que surgen con frecuencia..

Por otra parte, la asociación recuerda que «las actuaciones de desarrollo rural y la planificación a largo plazo, mas allá de los PDRs cortoplacistas, también nos parecen esenciales».

En este sentido, APENAGAL considera que «debería existir un Plan/Programa Agrario, que había fijado objetivos en esta dirección y que había contado con la experiencia acumulada por este colectivo que lleva décadas actuando en el rural de Galicia y que puede ser un instrumento de alto valor añadido, aportado por la Consellería de Medio Rural, para combatir el preocupante fenómeno de la despoblación del rural en Galicia».

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