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La producción de compost a partir de la basura orgánica, una iniciativa que está impulsando la Deputación de Pontevedra, tiene ejemplos equivalentes a lo largo de todo el territorio europeo. Estos días se congregaron en Pontevedra expertos de toda la UE para explicar los modelos de gestión de residuos de sus países. Uno de los más llamativos es el austriaco, donde los propios agricultores se encargan de la recogida y compostaje de los residuos orgánicos.
Florian Amlinger, una de las personas que ideó el modelo austriaco, pasó por la Facultad de Compostaje de la Deputación para explicar la experiencia. En Viena, en la capital de Austria, el compostaje de la basura orgánica se aplica desde 1986. “Ahora mismo tenemos unas 400 plantas de compost, con capacidad para tratar unas 2.800 toneladas de basura orgánica al año. Se trata de plantas pequeñas y descentralizadas que funcionan con la colaboración de los agricultores”, expuso.
La Deputación de Pontevedra mantiene abierta la posibilidad de que empresas agrarias se impliquen en la gestión de residuos
Amlinger señaló que son los propios agricultores los responsables de la recogida de la basura y de su procesado para obtener el compost, con el que posteriormente fertilizarán sus tierras. “El agricultor es consciente de la importancia de la calidad del compost en el suelo, ya que comprueba los efectos en la producción de sus cultivos”, subrayó el experto austriaco.
En Pontevedra, el vicepresidente de la Deputación, César Mosquera, indicó que el organismo provincial mantiene abierta la línea de una posible colaboración con empresas ganaderas y vitícolas. “Los técnicos del Plan Revitaliza se pusieron en contacto con diferentes empresarios, pero por el momento ninguno dio el salto de asumir el tratamiento de la basura municipal. En cualquier caso, esa vía sigue abierta”, aseguró.
Ecotasas por incinerar en Cataluña
De la Agencia Catalana de Residuos, acudió a Pontevedra Francesc Giró, que explicó la legislación catalana de gestión de residuos, en la que se penaliza con ecotasas el vertido o la incineración, en tanto se apuesta por la recogida selectiva de basura orgánica.
Giró recordó que la Unión Europea obliga a que en el 2020 la mitad de la basura se prepare para su reciclaje, un porcentaje del que Galicia y el conjunto de España aún están muy lejos. En Cataluña, se decidió implantar el compostaje obligatorio, por lo que los Concellos que renunciaron a implicarse en el plan y derivan toda su basura orgánica a escombreras o incineradoras deben pagar ecotasas que ascienden a entre 50 y 25 euros por tonelada.
En Pontevedra, la Deputación está apostando por un modelo de tratamiento de kilómetro cero, en composteros individuales o comunitarios, que entiende como el más correcto para una población dispersa en el territorio. En la actualidad, ya hay 23 concellos de la provincia con composteros comunitarios instalados.
