«Podremos anticiparnos a los daños del jabalí con batidas preventivas»

La actualización del protocolo de gestión del jabalí, que promueve Medio Ambiente, inclúye nuevas medidas reducir las pérdidas en las cosechas. El secretario de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias, Jacobo Feijoo, nos cuenta los cambios pactados con la Xunta

«Podremos anticiparnos a los daños del jabalí con batidas preventivas»

Jacobo Feijoo, secretario de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias

Los daños causados por los jabalís en los últimos tiempos hacen aumentar la preocupación de los ganaderos cuando resta poco para comenzar con la siembra del maíz. Los productores reclaman soluciones para atajar las pérdidas. Hablamos con el secretario de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias, Jacobo Feijoo, que nos detalla cuál es la situación actual y las medidas pactadas con la Consellería de Medio Ambiente, con la que se ha reunido esta misma semana.

A punto de comenzar la campaña del maíz, ¿cuál es la situación de las poblaciones de jabalí?
En el campo hay una gran preocupación por este tema porque hubo muchos daños en los prados, sobre hierba, desde que acabó la caza. Se constata que las poblaciones de jabalí están totalmente descontroladas, hay cientos de manadas con crías, lo que tampoco es muy habitual en esta época del año.

¿Qué problemas están teniendo los ganaderos?
Hay concellos enteros donde prácticamente es inviable hacer cualquier tipo de agricultura. Casos como el de Ortigueira, donde llevan años sin poder echar maíz y donde cada vez hay menos productores. Ahí hablamos de explotaciones con 30 o 40 hectáreas levantadas permanentemente y donde no se puede segar. Hay otro ganadero de A Fonsagrada que tiene 30 hectáreas de prado muy dañadas u otra en Ponte Caldelas que tiene tal nivel de daños que también es consciente de que no puede segar, ya que eso puede implicar daños en la maquinaria y una muy mala calidad de la hierba.

¿Fue este el eje central de las reuniones que mantuvieron con la Dirección Xeral de Conservación do Patrimonio Natural? ¿Hay cambios en las actuaciones previstas para atajar los daños?
Dada la intensidad de los daños, nos reunimos para intentar revisar el protocolo de caza por control de daños que se aplica en el período en que no está autorizada la caza. Se intenta estirar todo lo que se pueda hacer sin cambiar la ley de caza, para ser más ágiles.

«Este año se autorizarán las esperas nocturnas con focos y las batidas preventivas antes de que se extiendan los daños»

¿Qué novedades acordaron con la Consellería?
Hasta ahora había tres acciones escalonadas: acciones con perros, si estas no funcionaban se hacían esperas de noche y sino batidas (perros y armas). Las esperas hasta ahora ni tenían mucho éxito ni le gustan a las sociedades de caza por el riesgo que supone ir de noche a oscuras. Una de las mejoras que se consiguió fue dotarlas de iluminación, para que sean más seguras. Otra de las medidas pasa por flexibilizar estas esperas, permitiendo abarcar zonas próximas a las dañadas. También se incorpora la figura de las batidas preventivas, con las que nos vamos a poder anticipar, en lugares de riesgo para los cultivos, incluso antes de que haya daños. También conseguimos que se puedan hacer batidas sin tener que hacer antes acciones con perros. Todo esto son mejoras que van a permitir más eficacia.

Una vez que pase este apuro de controlar los daños en la siembra vamos a pedir revisar todo lo que tiene que ver con la caza del jabalí, con el control de las poblaciones y con el sistema que se está utilizando de cupos, con el control de daños… Tenemos que crear un nuevo marco legal y de relaciones donde los cazadores asuman el compromiso de que tienen que controlar las poblaciones para compatibilizar la caza con la agricultura y la ganadería.

También habría que activar el fondo de corresponsabilidad, que figura en la ley de caza y que no se desarrolló, que sería para pagar los daños de la fauna cinegética.

«El método más adecuado es la caza racional, con criterios técnicos y científicos, para que la población se estabilice»

En cuanto a las nuevas vías de gestión del jabalí, ¿qué opinión le merecen?
Es tal el problema que el método más adecuado es la caza racional, con criterios técnicos y científicos que incluyan censos para determinar la población y saber cuántos animales es preciso abatir para que esa población se estabilice. También se puede hablar de que los ganaderos empleen más sistemas preventivos, que no suelen funcionar mucho. Hay prácticas que también habría que revisar, como la de entrenar los perros en el monte y buscar criterios que ayuden a entrenar el perro y alejar estos animales, no aproximarlos a los cultivos y a las explotaciones. También sabemos que funciona, por otros países que lo están haciendo, la táctica de matar una cría para que ante esa amenaza la madre deslocalice los animales, con lo que consigues alejarlo. En cambio, si matas al adulto, la manada queda desestructurada y permanece en la zona. Y ahora también nos prohíben matar crías. Con buena voluntad entre administración, cazadores y ganaderos podemos llegar a un marco nuevo de caza para control de la población.

Y el sistema de jaulas que se está empleando en algunos lugares, ¿es extensible a otras zonas?
Las jaulas se están empleando en espacios protegidos donde no puedes entrar porque hay otras especies. Estas son medidas efectivas, por ejemplo, en el parque de Corrubedo, donde las manadas descontroladas de jabalís están siendo un problema para el resto de la fauna. Son viables para esas zonas donde la caza esté restringida por algún motivo.

«Los escasos plazos concedidos para la ejecución de ayudas es un problema en Medio Ambiente y en Medio Rural»

Gestión del lobo

En cuanto al lobo, ¿cómo está el pago por indemnizaciones por daños?
Conseguimos una mejora significativa en el tiempo medio de espera con respecto a otros años y prácticamente el 90% de los daños se están pagando el propio año que se producen, cuando se estaba esperando hasta 2 o 3 años. También conseguimos un aumento del 10% de los precios de indemnización del ganado vacuno. El problema es que en determinadas zonas hay muchos ganaderos que no pueden pedir las ayudas, porque los daños del lobo se producen en unos animales que no tienen chapa aún, novillos acabados de nacer, o ni siquiera aparece nada, por lo que no tienes manera de acreditar esos daños. También sería preciso un control de la población en aquellas zonas en las que la presión sobre la ganadería sea muy elevada. Es preciso también dar más formación y fondos para prevención. La conservación de la fauna, en este caso del lobo, no puede ser un coste que recaiga sólo sobre el ganadero, tiene que haber una corresponsabilidad social.

¿Cómo valora el escaso plazo concedido por Medio Ambiente para ejecutar las ayudas de prevención de daños por lobo, lo que llevó a parte de los beneficiarios a tener que renunciar a las mismas?
El problema de los plazos es tanto en Medio Ambiente como en Medio Rural y tienen que hacer un esfuerzo en mejorar en gestión de fondos.

«El gran reto que tenemos en los próximos años es hacer que el rural siga siendo un sitio para vivir, con actividad»

El secretario de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias, Jacobo Feijoo, es también presidente de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga), un colectivo de propietarios y comunidades de montes ligado a Unións Agrarias.

Ahora mismo está habiendo mucha polémica con el Plan Forestal…
Nosotros tenemos una postura muy clara: tenemos que conseguir un plan consensuado con el sector y que permita los usos madereros y no madereros del monte. Conseguimos que el Plan Forestal reserve 200.000 hectáreas de monte para pastoreo, lo que puede ser una gran oportunidad para aumentar la base territorial de las distintas explotaciones, promoviendo la extensificación de la ganadería, al tiempo que los pastos hacen de cortafuegos naturales.

También pedimos un plan estratégico del castaño, para que no todo recaiga sobre las especies de siempre. La castaña tiene un potencial enorme en Galicia y es un sector en el que ya somos líderes en Europa.

Otro gran reto es conseguir que las frondosas autóctonas tengan valor económico, porque ahora ocupan casi un tercio de la superficie arbórea de Galicia y no obstante generan menos del 5% del valor económico de la madera. Son precisas medidas de silvicultura y coordinación con la industria para que esa madera que ahora no tiene uso industrial llegue a tener demanda.

«El eucalipto tiene que tener su sitio en el monte. Ya hay una limitación. Lo importante es que se cumpla la ley»

Y en lo referente al eucalipto, ¿es preciso restringir más su espacio en el monte?
El eucalipto tiene que tener su sitio en el monte. Hay un marco legal restrictivo que no deja que se plante en tierras agrarias, ni que se sustituyan frondosas por eucaliptos y que no se extienda en las casi 400.000 hectáreas de la Red Natura. Ya hay una limitación. Lo importante es que se cumpla la ley. También se recoge ya que la Consellería pueda obligar a levantar las plantaciones ilegales de eucalipto, cuando el propietario se niegue. Si se cumple la ley, el eucalipto sólo se puede expandir en las zonas de pino, que también habría que regular para que puedan convivir.

La cuestión de fondo que subyace al Plan es la ordenación del territorio forestal y agrario. ¿Qué análisis hace de la situación de la ordenación del territorio actual en Galicia?
Para que la ordenación del territorio sea una realidad tiene que haber actividad. Puedes dibujar en un mapa las zonas agrarias, ganaderas y forestales, que si después no hay gente que la lleve a cabo no sirve de nada. El gran reto que tenemos en los próximos años es hacer que el rural siga siendo un sitio para vivir, con actividad.

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