La falta de relevo generacional en la ganadería y en la agricultura es uno de los principales desafíos que tiene el campo europeo en las próximas décadas. Sirva como ejemplo que solamente el 11% de los dueños de explotaciones ganaderas y agrícolas en la Unión Europea tienen menos de 40 años, según los datos de la Comisión Europea referidos al año 2016.

Sin embargo, las diferencencias según el estado miembro son notables. Así, Austria posee la cifra más alta de jóvenes agricultores y ganaderos (22,2%), seguida de Polonia (20,3%), y Eslovaquia (19%). Por otro lado, Chipre (3,3% de dueños de explotaciones agrarias), Portugal (4,2%) y Reino Unido (5,3%) tienen la cifra más baja de jóvenes agricultores. En España, los últimos datos señalan la caída en el número de titulares de explotación menores de 35 años, que se sitúa solamente en un 3,1%, muy lejos del 6,2% que representaban en 2003.

En este sentido, Francia es unos de los países que más en serio se está tomando el desafío de favorecer la incorporación de jóvenes a la ganadería, tanto para mantener su potente producción agroganadera como para mantener un medio rural vivo. “En Francia estamos preocupados porque por cada 2,5 titulares de ganaderías de rumiantes (bovino, ovino y caprino) -unas 200.000 explotaciones en el país- que se jubilan, sólo se incorpora 1. Y la entrada de gente ajena al sector es clave. De hecho, en este momento algo más del 10% de los que se incorporan a la ganadería no son hijos de ganaderos, y lo hacen sobre todo en el sector ovino y caprino de leche, ya que precisa menos inversión inicial y menos base territorial que una granja de vacuno de leche”, explica Delphine Neumeister, del Institut de l´Elevage, una asociación de investigación francesa.

Al igual que en España, la última crisis económica ha favorecido la vuelta a la actividad ganadera, de forma que las tasas de reemplazo en el periodo 2010/16 ha aumentado con respecto a la existente en 2000/2010, “aunque sin ser suficiente para equilibrar el abandono”,precisa la investigadora francesa. De hecho, casi el 50% de los titulares de ganaderías de rumiantes en Francia tienen más de 50 años.

La falta de relevo generacional en Francia se da principalmente en las zonas de montaña y en las pequeñas explotaciones. Por sectores, las tasas de reemplazo -altas de ganaderos frente a jubilaciones- también son muy dispares: en caprino y ovino de leche por cada 2 que se jubilan se incorpora 1 joven, lo mismo que en ovino de carne. Pero en vacuno de leche ya sube a 1 por cada 2,5 que se jubilan y en bovino de carne es donde menos tasa de relevo hay: solamente se incorpora 1 titular de explotación por cada 3 que se jubilan.

Incorporaciones a la ganadería de rumiantes en Francia: 

Paralelamente, y al igual que el resto de Europa, en el caso del vacuno de leche en Francia está produciéndose un proceso de concentración de la producción en granjas cada vez más grandes, y un creciente cierre de las pequeñas ganaderías.

Evolución de las ganaderías de vacuno de leche en Francia por tamaño: 

Medidas de apoyo existentes en Francia para la incorporación de jóvenes a la ganadería:

a) Dispositivos de asistencia a la incorporación a nivel provincial:

– Apoyo al joven promotor del proyecto en sus reflexiones y enfoques.
– Un funcionario asume el papel de gerente del proyecto y ayuda a dirigir al candidato a las organizaciones y recursos apropiados.

B) El Directorio de Salida – Instalación:

Existe a nivel nacional y mediante el mismo la administración pone en contacto al joven que se quiere incorporar a la ganadería con granjeros que se quieren retirar para alquilarle o venderle su explotación así como con granjeros que buscan socios.

C) Formación y presentación de un plan de negocio para poder acceder a las ayudas.

Para poder acceder a las ayudas de incorporación el gobierno francés exige al solicitante el desarrollo de un completo plan de formación y de prácticas en ganaderías, que deben sumar un mínimo de 4.000 horas. El joven está asesorado por un consultor de proyectos y un consultor de habilidades. El objetivo es asegurar la viabilidad económica de su proyecto, través de un
plan de negocio real.

D) Acompañamiento en la instalación a los jóvenes:

Un funcionario realiza un seguimiento posterior a la incorporación para analizar el progreso técnico y económico, pero también a nivel humano (relación con los socios, habitabilidad etc).

Esto permite que la tasa de éxito de las incorporaciones en Francia sea muy elevada. Así el 94% de las personas menores de 40 años que se incorporan a la ganadería permanecen en el sector 6 años después.

E) Ayudas financieras:

– Ayuda de incorporación para jóvenes: el 80% asignado en el primer año y 20% en el quinto año. El importe básico varía según la zona y la región: en las zonas de llanura entre 8.000 y 15.000 euros, en las zonas desfavorecidas entre 10.000 y 22.000 euros y en las zonas de montaña entre 15.000 y 36.000 euros. Además, existen variaciones nacionales y regionales.

– Reducciones en las cuotas de la Seguridad Social. El joven ganadero que se incorpora puede beneficiarse de una exención de acuerdo con un tipo decreciente durante los primeros 5 años de actividad.

-Bonificaciones en las ayudas de la PAC: Posibilidad de un «top-up» en forma de una revalorización del DPB (Derecho al pago básico), una disposición introducida en Francia en 2016. Esta cantidad adicional es de unos 70 euros por hectárea en las primeras 34 hectáreas, o 2.500 euros máximos por año
durante los primeros 5 años.

-Préstamos en condiciones especiales: Reducción de las comisiones bancarias, cuenta «Agri Project» con derecho del prestatario a un préstamo de 50.000 euros a un tipo preferencial durante 10 años, pago anticipado de las ayudas…etc.